Los accidentes o el paso del tiempo pueden llevar a que las ollas y sartenes terminen manchadas de negro, pero existe un truco con el que vas a poder mantenerlas como nuevas. Para que alargues su vida útil y no tengas que cambiarlas, te contamos cómo limpiar ollas o sartenes quemadas por fuera con solo dos ingredientes: vinagre y bicarbonato de sodio.
Cómo limpiar ollas o sartenes quemadas por fuera: esta es la mejor forma
Muchas veces nuestras ollas se manchan por el contacto con el fuego, la grasa de la cocina o por algún accidente con la comida al cocinar, y por más de que intentes fregarlas con toda tu fuerza lo quemado no sale. Y es que utilizar productos muy abrasivos y esponjas muy duras pueden causar el efecto contrario en el momento de la limpieza y estropear la sartén aún más sin ser del todo efectivo. Por eso, el secreto está en usar vinagre y bicarbonato.
¿Que más vas a necesitar? Un recipiente, una cuchara, una esponja y guantes.
Cómo preparar la pasta, paso a paso
-
Vertí un par de cucharadas de bicarbonato en el bol junto con una cucharada de vinagre. Debido a la reacción química, escucharás un sonido de efervescencia, que se produce cuando el vinagre se combina con el bicarbonato de sodio.
-
Mezclá bien hasta que se forme una pasta densa.
-
Extendé la pasta con ayuda de la cuchara por la parte de afuera de la sartén y las partes que estén negras.
-
Con ayuda de la esponja o estropajo suave, frotá bien hasta que lo quemado de la sartén vaya desapareciendo.
-
Luego, enjuagala y lavala como normalmente lo harías. ¡Y listo!
(Podés repetir este proceso tantas veces como lo crear necesario).
Otra opción para lavar tus ollas y sartenes quemadas
Además de usar vinagre blanco y bicarbonato de sodio, podés sumarle a la pasta jugo de limón para acabar con la suciedad y las manchas negras. El método es muy parecido, solamente que necesitás el jugo de un limón para reforzar el poder de limpieza de la combinación que ya mencionamos.
-
En primer lugar, espolvoreá bicarbonato de sodio sobre la parte de afuera o que esté quemada de la sartén.
-
A continuación, agarrá medio limón y frotá bien por toda la superficie.
-
Pasalo bien durante varios minutos por las partes negras hasta que la sartén, poco a poco, adquiera su color original.
-
Si lo ves necesario, podés añadirle un poco de vinagre y repetir el proceso. ¡Desaparecerán hasta las manchas más difíciles!