El CONICET cumple 63 años: los avances que marcaron un antes y un después para la ciencia

El 5 de febrero de 1958, hace 63 años, se creó el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas.

05 de febrero, 2021 | 11.34

El 5 de febrero de 1958, hace 63 años, se creó el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, el CONICET. A través del decreto Ley N° 1291 comenzó la presidencia de Bernardo Houssay sobre el organismo que desde entonces promueve la investigación científica y tecnológica en el país.

Desde investigaciones coyunturales como los kits de diagnóstico rápido para COVID-19, pasando por excavaciones que encontraron los restos fósiles de los dinosaurios más grandes de la tierra hasta la detección de imágenes de la fusión de dos estrellas de neutrones, el CONICET marcó un antes y un después en la ciencia. 

Los avances del CONICET durante el coronavirus

Durante el 2020 el CONICET significó un gran avance para la ciencia, permitiendo enfrentar al coronavirus con descubrimientos que fueron implementados en el resto del mundo. Algunos de ellos son:

Kits de diagnóstico rápido

En mayo del 2020, cuando todavía no habían pasado 3 meses desde el primer caso de coronavirus detectado en Argentina, el CONICET ya anunciaba la aprobación de la ANMAT para el NEOKIT-COVID-19. Un nuevo kit de diagnóstico de COVID-19, de bajo costo y fácil de maniobrar, que permite indicar en menos de dos horas, a partir de una muestra respiratoria, si una persona está o no infectada por el SARS-CoV-2.

Barbijos Atom- protect

El CONICET estuvo literalmente en boca de todos. En agosto del año pasado recibieron aprobación los barbijos atom-protect desarrollados en conjunto con investigadoras del Conicet, la Universidad de Buenos Aires (UBA) y la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM). El primer barbijo con propiedades antivirales, antibacteriales, y fungicidas que, además, se puede utilizar hasta 8 horas por día y resiste hasta 15 lavados sin perder sus propiedades.

Suero equino hiperinmune

El último de 2020 y uno de los desarrollos más llamativos fue el suero equino hiperinmune. El 22 de diciembre recibió aprobación de ANMAT este medicamento innovador basado en anticuerpos policlonales luego de los resultados positivos del estudio clínico de Fase 2/3, que mostraron que la aplicación de esta terapia, que demostró ser segura, redujo la mortalidad casi a la mitad (45%) en los pacientes con COVID-19 severa.

La inmunoterapia a partir de anticuerpos equinos recibió admiración internacionalmente y ya se utiliza en la primera línea de batalla contra el coronavirus. La Doctora María Cristina Cambiaggio, que fue Subsecretaria de Evaluación Institucional del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva durante el gobierno de Cristina Kirchner, lo menciona cómo uno de los más destacados de la actualidad.



“Siempre me quejé de que los políticos no valoraban o no entendían para qué servía la ciencia y la tecnología, porque no la apoyaban. Sin embargo, la tarea continua es la que permitió que hoy por hoy en la Argentina haya grupos que pudieron desarrollar los tests de diagnóstico rápido o el suero equino hiperinmune o que se pueda alcanzar una vacuna propia contra el COVID. Necesitás tener un grupo preparado y trabajando para, ante esta necesidad, lograr algo en tan poco tiempo”, explicó la doctora a El Destape.

Otros avances destacados

En 2017, la revista “Physics World” distinguió como el avance del año dentro del campo de la Física, la primera observación de la luz emitida por el choque de dos estrellas de neutrones, mediante telescopios. Esta fue llevada a cabo por un gran equipo internacional en el que participaron científicos argentinos del Instituto de Astronomía Teórica y Experimental y CONICET.

A lo largo de los años se destacaron descubrimientos como la primera propuesta de que la extinción de los dinosaurios hace 65 millones de años fue causada por el impacto de un meteorito (1980); el anuncio de la exitosa técnica de PCR para “fotocopiar” genes (1985); y el aislamiento de grafeno, un material 100 veces más fuerte que el acero (2004).

Es complicado destacar un hito sobre otros. Es el primer organismo del Estado que se dedicó a promover la ciencia y a entregar becas. En su comienzo no realizaba tareas de investigación y desarrollo hasta que se creó la carrera del investigador y esto le dio estabilidad a la investigación en plazos mayores”, agregó Cambiaggio.

“En la primera época, Houssay logró un premio Nobel investigando dentro del marco del CONICET y a partir de ahí, la ciencia argentina siempre fue corriendo las fronteras. En los últimos años se empezó a enfocar y apoyar más la parte técnica y el desarrollo de tecnologías. Así se logró desarrollar una semilla de maíz resistente a la sequía. La investigadora fue Raquel Chan, en Santa Fe”, dijo la exinvestigadora y actual miembro del colegiado directivo de la Asociación Argentina para el Progreso de las Ciencias.

“También el desarrollo local de insulina humana recombinante, que se hizo en el mismo laboratorio donde trabajaron Houssay y Leloir. Es muy importante, porque esos medicamentos deben adecuarse a la población que van a recibirlos. Por otro lado, en la Comisión Nacional de Energía Atómica(CNEA), hay un grupo que trabaja con energía solar, que hace los paneles solares que llevan los satélites argentinos. Y eso también es un logro de un equipo con investigadores de carrera del CONICET”.

“Lo que más contenta me ha puesto es que por fin la gente comprende el valor de la inversión en Ciencia y Tecnología. El desafío más importante que tiene el CONICET ahora es acercarse a la tecnología. La pandemia evidenció su importancia. Esperemos que cuando pase, se le siga dando atención y financiamiento”.

A 63 años de su creación, sigue siendo el principal promotor de la ciencia argentina. Con más de 10 mil investigadores, 11 mil becarios de doctorado y postdoctorado, 2600 técnicos y miembros de la Carrera de Personal de Apoyo a la investigación y 1555 administrativos, distribuidos a lo largo del país.

“No deseo estatuas, placas, premios, calles o institutos cuando muera. Mis esperanzas son otras. Deseo que mi país contribuya al adelanto científico y cultural del mundo científico actual. Que tenga artistas, pensadores y científicos que enriquezcan nuestra cultura y cuya obra sea beneficiosa para nuestro país, nuestros compatriotas y toda la especie humana”, dijo Houssay, en su momento. Ese deseo es hoy una realidad.