El antes y el después de la Confitería del Molino restaurada

El edificio fue restaurado por una decisión del Congreso Nacional.

08 de enero, 2021 | 11.50

Tras dos años de restauración del mítico edificio Del Molino, su torre y cúpula lucen ahora como en su etapa inaugural: con sus ocho vitrales, sus esculturas de leones alados, su remate aguja y sus aspas devueltos a nuevo, un conjunto que muestra su mejor versión por las noches, cuando el vidrio se ilumina y las paletas coloreadas por una luz roja comienzan a girar.

Además, ya se quitaron los 1.800 metros cuadrados de andamios que cubrían su fachada, cuyo remozamiento se puede admirar en toda su magnitud.

"En el caso de La Confitería Del Molino, la restauración está avanzada en un 75%, pero hay que recordar que el edificio tiene casi 8.000 metros cuadrados y la confitería es solo un tercio", dijo a Télam Ricardo Angelucci, secretario administrativo de la Comisión Bicameral Administradora del Edificio del Molino.

"En el resto (del edificio, compuesto en total por cinco pisos y tres subsuelos), el estado es muy variable porque lo recibimos también en condiciones muy distintas. Hay partes muy conservadas y otras destruidas", agregó.

Además de concluir lo que falta -planta baja, marquesina y ascensores-, la meta es que para el mes de julio próximo esté en marcha un programa periódico de visitas guiadas que incluyan la terraza y la cúpula, y que la confitería ya tenga concesionario asignado para que vuelva a abrir sus puertas tras 23 años tapiadas.

 

"Si todo funcionara bien, en el transcurso del 2021 en que el edificio cumple 105 años, tendríamos que poder avanzar en la concesión, pero la apertura ya dependerá del inversor privado", dijo.



Es que, como el resto del funcionamiento de la sociedad, dependerá de la pandemia. 
"Es muy difícil hablar de tiempos de apertura, porque es difícil encarar una inversión de esta magnitud en la pandemia y cuando los bares ya habilitados estuvieron cerrados o al borde de cerrar", señaló Angelucci.