La tradicional tormenta de Santa Rosa podría cumplirse con pocos días de retraso con la habitual fiesta de Santa Rosa de Lima, cuyo día se celebra los 30 de agosto. Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), este miércoles 1 y el jueves 2 de agosto podría haber tormentas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El SMN prevé para el AMBA este martes una temperatura mínima de 17 grados y una máxima de 27, con cielo de parcialmente a mayormente nublado, y viento norte, rotando al noreste Para el miércoles, el pronóstico indica la llegada de tormentas aisladas que se irán incrementado hacia la noche, poca amplitud térmica, entre 19 y 22 grados, con vientos rotando del norte rotando al este.
El mal tiempo continuará el jueves, con tormentas y lluvias, vientos del este, 17 grados de mínima y 19 de máxima, mientras que las condiciones comenzarán a estabilizarse a partir del viernes, con un clima nublado.
Cuál es el origen de la tormenta de Santa Rosa
Como explica el Servicio Meteorológico Nacional, la tormenta de Santa Rosa deriva de una creencia popular asociada con la figura de Santa Rosa de Lima, celebrada el 30 de agosto. Según la tradición, una tormenta desatada por la santa a través de la plegaria ahuyentó a una flota de piratas que planeaban atacar la ciudad a principios del siglo XVII.
En nuestro país, la tormenta se espera para los días previos o posteriores a la celebración, por lo que el mote de “tormenta de Santa Rosa” se le aplica a cualquiera que ocurra en ese período temporal.
Se trata de un evento que no ocurre en todo el país, ya que en la época que la tradición sitúa la celebración de Santa Rosa de Lima, hay factores climáticos que dificultan la formación de tormentas en algunas regiones. Por ejemplo, según explica el Servicio Meteorológico Nacional, en la Patagonia, donde no es común la formación de tormentas, o en el Noroeste argentino, donde la época está marcada por la estación seca y predominan los días despejados y con mucho sol.
Es por esto que el fenómeno se espera más en el centro y el noreste del país, donde el fin de agosto trae aparejados cambios en la circulación de la atmósfera debido a la proximidad de la primavera, lo que favorece la presencia de aire cálido, más humedad y condiciones propicias para el desarrollo de tormentas.
Usando datos de hasta 100 años atrás del Observatorio Central Buenos Aires, el Servicio Meteorológico Nacional elaboró un informe que muestra que, contabilizando solo diez previos o posteriores a la celebración de Santa Rosa de Lima, la tradición se cumplió el 54% de los años en los que hubo precipitaciones en esas fechas, aunque no siempre en cantidades abundantes.