Este invierno será más frío que el anterior en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y llegará con temperaturas que podrían ser inferiores a lo normal, de acuerdo a los datos del último reporte trimestral del Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
El cambio climático, el fenómeno de El Niño en retirada y el probable regreso de La Niña derivará en una estación con la posibilidad de más olas de frío y una menor cantidad de lluvias, aunque, como ocurre cada invierno desde 2007, la posibilidad de que caiga nieve sigue latente en los habitantes del AMBA.
El meteorólogo Sergio Jalfin le explicó a El Destape que “la última tendencia marcada por el SMN indica que se esperan temperaturas entre normales e inferiores a lo normal en el AMBA” y al puntualizar sobre los valores esperados reflejó que “el promedio estará entre los 5 grados de mínima y 15 grados de máxima”.
“En un contexto en el que haga más frío, podemos tener días con temperaturas menores”, advirtió el experto, quien sostuvo que el invierno será además “más seco que el del año pasado, debido a que el fenómeno de El Niño está concluyendo y vamos rumbo a un nuevo fenómeno de La Niña”.
De hecho, Jalfin indicó que “el panorama es similar para el este de la Provincia de Buenos Aires”, mientras que en el Noroeste argentino, la Patagonia y Cuyo “se aguardan temperaturas normales de acuerdo a la época del año”. Con respecto al sur del país, agregó que “se esperan nevadas importantes, como ya se están dando en el noroeste de la Patagonia, que pueden aflojar si La Niña empieza a consolidarse”.
A su turno, Cindy Fernández, comunicadora meteorológica del SMN, sostuvo que “es cierto que es esperable que este invierno tenga temperaturas de normales a inferiores a las normales en el AMBA, pero de ahí a decir que va a ser uno de los más fríos es un montón”.
“Se puede decir que en comparación con los inviernos anteriores puede ser un poco más frío en el AMBA”, insistió Fernández, pero recordó que “ha habido inviernos que han sido realmente muy fríos y no hay indicios de que este sea el ganador de todos”.
De hecho, el pronóstico climático trimestral del SMN prevé una temperatura inferior a lo normal en el centro-este de Buenos Aires y en el sur del Litoral. En Patagonia, Cuyo, región Central y Norte se espera un promedio normal, mientras que en el norte del Litoral y el NOA se anticipan temperaturas normales o superiores a lo normal.
En cuanto a las precipitaciones, se prevén menos lluvias que lo habitual en el AMBA, con valores normales o más bajos en el resto del país, a excepción del oeste del NOA y el norte de Cuyo, donde el SMN vaticina una estación seca.
Las olas de frío
Consultado acerca de la posibilidad de que se produzcan olas de frío, el meteorólogo admitió que “todos los inviernos tenemos posibilidad de por lo menos uno o dos eventos, según la climatología” y anticipó: “En un invierno más frío, es probable que podamos tener más eventos”.
Sobre el rol del cambio climático en este escenario, afirmó que “eventos como las olas de frío, de calor, las inundaciones y las sequías se van haciendo más frecuentes e intensos”.
Con respecto a la probable vuelta de La Niña, el fenómeno que impulsó la sequía del año pasado, auguró “un menor nivel de lluvias en el invierno y una disminución importante en las precipitaciones para el resto del año”.
¿Puede nevar como en 2007?
Lo ocurrido el 9 de julio de 2007, con las calles de la Ciudad y el Conurbano pintadas de blanco, genera la expectativa de una posible nevada. Sobre esta situación, Jalfin admitió que “durante todos los inviernos tenemos alguna chance de que nieve, porque si ocurrió en 2007 puede ocurrir en cualquier otro invierno”.
Sin embargo, deben darse algunas condiciones, entre las que identificó “dos condimentos fundamentales”. “Uno es que haga frío, con temperatura cercana o inferior a 0 grados. Si eso se combina con la humedad suficiente para generar nubosidad y a la vez precipitación, seguramente lo hará en estado sólido, en forma de nieve”, precisó.
En ese sentido, el meteorólogo recordó que “cuando nevó, el 9 de julio de 2007, fue porque casi todo el día estuvo muy cerca de los 0 grados la temperatura” y, pensando en los próximos meses, vaticinó: “En un contexto de un invierno pronosticado como más frío, la probabilidad de nieve aumenta. Pero es imposible determinar si efectivamente va a nevar o cuándo ocurrirá”.