La vuelta de las clases presenciales es un debate que sin lugar a dudas divide a la Argentina. Durante el 2020, el contexto de pandemia por coronavirus ha complicado a miles y miles de jóvenes que no pudieron asistir al colegio y que debieron ingeniárselas a través de videollamadas y trabajos desde casa. A poco tiempo de que inicie el nuevo ciclo lectivo, la Comisión Episcopal de Educación manifestó su postura al respecto y le hizo un expreso pedido a las autoridades educativas.
A través de un comunicado, las autoridades de la Iglesia indicaron: “Deseamos que se retorne a la escuela del mejor modo posible, respetando las medidas y protocolos sanitarios y con las adecuaciones edilicias necesarias para este tipo de situación. Lo necesitan los alumnos y las familias, lo necesitan los educadores".
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Hace unos días, y en diálogo con Radio Concepto, el ministro de Educación Nicolás Trotta sostuvo que en la Ciudad de Buenos Aires, Jujuy, Santiago del Estero y Santa Fe serán las primeras jurisdicciones en reactivar el regreso de las clases presenciales: "A partir del 17 de febrero son varias las jurisdicciones que van a empezar a desplegar una presencialidad cuidada y nuestro compromiso debe ser ir intensificando la presencialidad, con la mejora de los indicadores epidemiológicos".
En cuanto a la postura de la Iglesia, resaltaron la necesidad de los alumnos de volver a tener la posibilidad de aprender con todas las herramientas adecuadas: “Es indispensable la continuidad en el proceso educativo; sabemos que el año pasado muchos de nuestros alumnos no pudieron sostener esa continuidad por no contar con la conectividad necesaria; falta de medios tecnológicos; por las condiciones socio-económicas, entre otras”.
"Las virtudes sociales como la solidaridad, el respeto por el otro, la paciencia, la tolerancia, el saber compartir, etc., necesitan de un ámbito de encuentro de las personas. La escuela no sólo brinda conocimiento, sino que forma personas que puedan integrarse plenamente en la vida de la sociedad", agregaron. Asimismo, dejaron en claro que se preocupan por aquellos sectores vulnerables: "Ellos, más que nadie, necesitan de la escuela, y de un proceso de enseñanza – aprendizaje continuo y sostenido en el tiempo".
Por otra parte, en el escrito presentado, pidieron que los profesionales que trabajan en educación cuenten con buenos salarios: "Los maestros deben tener las condiciones adecuadas para el ejercicio de su vocación y tienen que ser remunerados acorde con la responsabilidad. Deseamos que las autoridades públicas hagan los mayores esfuerzos en este sentido, y así los docentes puedan ofrecer a los alumnos, especialmente a los más carenciados, una educación acorde con su dignidad".