El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires envió un proyecto a la Legislatura porteña para comenzar a cobrar el uso de las bicicletas públicas durante el fin de semana, tanto para turistas extranjeros como para usuarios residentes. El objetivo, argumentaron, es crear un Fondo para el Desarrollo de la Movilidad Sustentable que se alimentará de esos ingresos, de una red de estacionamiento privada, potenciales sistemas de movilidad sustentable complementarios (como bicicletas eléctricas y aportes públicos o privados). Según adelantaron fuentes porteñas, el arancel aún está en debate y no será igual para turistas y residentes. Durante la semana, los viajes seguirán siendo gratuitos por 30 minutos hasta cuatro veces por día y se podrá pagar un abono mensual para poder extender ese tiempo.
Según los datos oficiales, actualmente hay 267 kilómetros de red de Ciclovías y Bicisendas en la Ciudad y los viajes en bicicleta pasaron del 0,4% en 2009 al 4% en la actualidad, unos 300 mil, y el objetivo para fines de 2023 es alcanzar el millón diario. “Para acompañar este incremento y promover que más vecinos se animen a pedalear para ir a trabajar, estamos impulsando este proyecto que nos va a permitir generar más infraestructura y desarrollar el sistema público de bicicletas”, dijo el jefe de Gabinete, Felipe Miguel.
“Hoy queremos mantener esa gratuidad garantizando y priorizando el acceso de quienes más lo necesitan. Con esta nueva ley estamos generando nuevas formas de financiamiento para acelerar el crecimiento de la bici en la Ciudad”, dijo Juan José Méndez, secretario de Transporte y Obras Públicas de la Ciudad de Buenos Aires, sobre el proyecto.
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El legislador porteño del Frente de Todos Matías Barroetaveña dijo a El Destape que "en pleno auge de la demanda de bicicletas y siendo la modalidad priorizada para una ciudad sustentable, el gobierno de Larreta dispone una medida que va a contramano de la realidad, con puro afán recaudatorio y de corta mira. Estamos convencidos que el uso de la EcoBicis debe ser gratuito y debe complementarse con otras políticas de estímulo. En este sentido, este año hemos presentado un proyecto para que la Ciudad disponga de guarderías gratuitas integradas a las estaciones de subte".
El plan del Gobierno
Los usuarios residentes en el país podrán usar el sistema de forma gratuita durante los primeros 30 minutos y los días hábiles, hasta cuatro veces por día y tendrán penalidades por exceso de uso. Los turistas extranjeros deberán pagar de forma diaria o mensual para usarlas con fines turísticos y los residentes podrán también abonar de este modo para ampliar el tiempo de viaje de lunes a lunes o hacerlo para utilizarla sólo los fines de semana.
Según explicaron, esto servirá para fomentar la expansión de ciclovías y llegar a barrios populares además con conexión con municipios del AMBA. Por otro lado, establecerán una red de estacionamiento y guardado para los ciclistas que se mueven en su bicicleta particular, con guarderías y estaciones privadas. Además de apelar al “compromiso ciudadano” para extender el sistema y generar incentivos para su uso.
El uso de la bicicleta, explicaron, creció en estos últimos meses. La cámara de fabricantes de bici (COMMBI) registró entre los meses de mayo y julio un crecimiento interanual de ventas de bicicletas del 50% y Mercado Libre registró una aumento de ventas del 131% respecto al período abril-agosto 2019. Desde la Cámara de la Industria de Motovehículos, Bicicletas, Rodados, Motopartes y Bicipartes argentinas (CIMBRA) destacan que mientras que en 2019 se vendieron 600 mil bicicletas, esperan superar el 1.8 millón de bicicletas para este año. Por lo que, entienden, la expansión del sistema contribuirá a desarrollar aún más la industria.
Las multas
Desde junio se implementó una herramienta para garantizar la rotación de bicicletas. Se trata de multas. Cada viaje está compuesto por 30 minutos gratuitos y cinco adicionales de tolerancia. Si el usuario se pasa diez minutos, pagará $10; si lo hace por 15 minutos, abonará $25; si el exceso es de 20 minutos habrá un canon de $45; otro de $70 para los 25 minutos y $100 para la media hora.
Tal como informaron, superados los 60 minutos de viaje, se abonarán $30 cada cinco minutos de exceso adicional. Y pasados los siete días se cobrarán $60.000, aproximadamente, que es lo que calculan como el valor del exceso acumulado. De todos modos, el usuario debería ser contactado para constatar la situación.
Auditoría
El último informe de la Auditoría General de la Nación data de este año pero el análisis corresponde a 2017. Sobre ese año, observaron una baja cobertura de la red en base a las variables de proximidad, población beneficiaria, población en edad escolar y con necesidades básicas insatisfechas en las comunas y barrios que tienen menos conectividad con el transporte público.
Sostuvieron que, en 2017, había procedimientos para planificar y ejecutar obras nuevas pero no para el mantenimiento de las ejecutadas y que detectaron una baja confiabilidad en la información de las operaciones porque se encontraron errores e inconsistencias tales como la incorrecta imputación de obras. Además, apuntaron que el sistema de control de las obras es débil y presenta un alto riesgo de error en la confección del certificación y calidad de las obras. La Auditoría encontró diferencias de cantidades de cordones certificados (en más y en menos) que fueron refutadas por el auditado en el descargo, pero mostrando otros errores encontrados por ellos mismos.
Sobre la seguridad y comodidad para su uso, detectaron que para las ciclovías bidireccionales se utiliza un ancho mínimo de dos metros sobre superficies inclinadas o empedradas cuando el recomendado es de 2,40 metros, además de no tener semáforos en cruces contrarios a las vías de circulación. También observaron que algunas fueron construidas sobre la cuneta, sector diseñado para recoger y conducir el agua de lluvia donde se encuentran las alcantarillas y canaletas que el desagüe requiere.
En el informe evidenciaron diferentes alturas en la unión de materiales (asfalto y cemento), que suelen estar en el medio de la ciclovía, lo que aumenta el riesgo de accidentes cuando la cubierta de la bicicleta muerde el borde, además de la existencia de elementos residuales, como lomos de burro o estacas de contenedores, que no son removidos en las ciclovías.
Por otro lado, observaron la presencia de contenedores que bloquean o impiden la correcta visibilidad, superficies irregulares o con interferencias, ciclovías muy próximas al tráfico con cordones estrechos, giros bruscos que no permite mantener la velocidad de circulación, falta de reposa pies en las esquinas, falta de controles y mala conservación.