Doce estudiantes de cuarto año del Colegio San Juan Evangelista, del barrio porteño de La Boca, fueron imputados por el delito de "amenazas agravadas" contra sus compañeras por violentos mensajes que enviaron en un chat. Según informaron fuentes judiciales, se tratan de mensajes con intimidación de secuestro, abuso sexual y hasta intenciones de matar. El titular de la Fiscalía de Responsabilidad Penal Juvenil de la Ciudad de Buenos Aires, Mauro Tereszko, está a cargo de la causa mientras en la escuela se realizan capacitaciones y se abrían espacios de escucha para abordar la problemática.
Después de las tres denuncias recibidas por la fiscal Carolina Aneley Zanni, se realizaron cuatro allanamientos a los alumnos sospechados de realizar las intimidaciones donde secuestraron los teléfonos celulares de los estudiantes -que podrían ser peritados en busca de pruebas-. Por la edad de los sospechosos, Tereszko se hizo cargo por estar al frente del área de menores de la Procuración de la Ciudad.
Este martes, el fiscal se apersonó en el colegio para recabar datos y notificar las medidas restrictivas dictadas a los imputados. Tal como fue indicado por el Ministerio Público Fiscal (MPF) porteño se trata de una restricción perimetral para que los imputados no puedan acercarse a las estudiantes afectadas. A su vez, la carátula se modificó de "amenazas" a "amenazas agravadas" en referencia al Art. 149 bis del Código Penal. "Será reprimido con prisión o reclusión de dos a cuatro años el que hiciere uso de amenazas con el propósito de obligar a otro a hacer, no hacer o tolerar algo contra su voluntad", señala el artículo mencionado.
La Dirección del Colegio Juan Evangelista tomó conocimiento hace dos semanas de los hechos y mensajes "altamente ofensivos y con contenido de violencia de género", razón por la cual activaron el Protocolo de acción institucional para la prevención e intervención ante situaciones de violencia de género y discriminación basada en la orientación sexual e identidad de género o su expresión. Además comunicaron la situación ante el Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes y al Ministerio de Educación.
Desde el establecimiento educativo informaron que separaron preventivamente del establecimiento a los estudiantes implicados, "garantizando su continuidad escolar al ofrecer un dispositivo remoto para la definición de las instancias de acreditación y promoción de los aprendizajes". Mientras que el Consejo de Derechos sumó: "Nuestra labor en este tema es brindarles soporte con todas las herramientas que tiene el Consejo a requerimiento del Ministerio para trabajar en tareas de concientización con capacitaciones, talleres a disposición de toda la comunidad educativa de esa escuela".
Por otro lado, el colegio pidió orientaciones a sus asesores institucionales y a la organización no gubernamental "Grooming Argentina". Desde la Dirección General de Educación de Gestión Privada (DGEGP) del Ministerio de Educación porteño se brindó apoyo institucional al realizar una reunión con el equipo directivo y con los docentes “para brindar un espacio de escucha y se delinearon criterios y recursos para el manejo de la situación”, sostuvieron fuentes del Ministerio.
Los violentos mensajes de los imputados
En los mensajes que se filtraron durante los últimos días, se observa una gran carga de violencia entre los chicos de cuarto año. Según indican, pretenden abusar sexualmente de una de sus compañeras por "feminazi", prometen "descuartizar" a otra, abusar de ellas mientras les pegan "patadas en la cara" y cortarles la lengua. En otro momento, hablan de "llevarlas al río" y atarlas "con cables de auricular" para que mueran ahogadas.