La Ciudad de Buenos Aires, cada vez más gris cemento

03 de octubre, 2021 | 00.05

Buenos Aires Ciudad Verde” ha sido uno de los slogans más utilizados por el oficialismo porteño durante gran parte de su gestión, tanto con Mauricio Macri como Horacio Rodríguez Larreta.  La imagen de su gestión y agenda ha sido construida a partir campañas de marketing y comunicación que aluden a slogans superficiales y términos ligados al mundo “Verde” como sustentabilidad, medio ambiente, ecológico, o sistema de reciclaje. La frase “Ciudad Verde” se puede leer en innumerables piezas de cartelería urbana y folletos, y en el despliegue de múltiples elementos publicitarios en eventos, festivales, y spots, que buscan maquillar el rostro de una ciudad cada vez más gris y llena de cemento.

Dicha estrategia además se materializa exclusivamente en gestos y micro acciones, decorativos e inofensivos, que no generan transformaciones reales pero sí resultan fáciles de disfrazar como parte de una política integral y tienen un alto potencial instagrameable. Algunas de esas acciones son las tan espectacularizadas bicisendas; la distribución de contenedores verdes a “150 metros de tu hogar”  dentro del plan BA Recicla; los ecopuntos para fomentar y concientizar sobre la separación de residuos en origen e incentivar al reciclaje; las trivias sobre medio ambiente que te propone “Boti”, el canal de comunicación de WhatsApp; la creación de tres (3) Centros de Compostaje ubicados en Palermo, Chacarita y Villa Soldati; o el programa “Sumá Verde” que es un concurso organizado por el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana y el Ministerio de Educación.

Sin embargo en la realidad concreta de la trama urbana de la Ciudad hay cada vez menos espacios verdes y no se respetan los lineamientos y consensos internacionales sobre medio ambiente y áreas naturales. Mientras el “Greenwashing” se acrecienta, en Buenos Aires en la última década el macrismo privatizó cerca de 450 hectáreas de tierras públicas, entre ventas y concesiones. El marketing verde crece de forma proporcional a los negocios inmobiliarios y especulativos de las empresas aliadas al Gobierno de la Ciudad.

Una de las ciudades con menos verde de la región

El informe “Atlas de Espacios Verdes de la Ciudad de Buenos Aires”, presentado por la fundación Bunge y Born con datos actualizados a junio de 2020, indica que se detectan “un total de casi 15 millones de metros cuadrados de espacios verdes públicos, entendidos como superficies verdes de libre acceso de más de media hectárea”. Dado que en la City porteña viven aproximadamente 3 millones de habitantes, se calcula que se dispone, en promedio, de 5,13 metros cuadrados de espacio verde per cápita. La cifra resulta alarmante si se tiene en cuenta que la Organización Mundial de la Salud recomienda al menos 10 a 15 metros de espacios verdes por habitante.

Los espacios verdes y árboles en las ciudades cumplen un rol central como pulmones: logran la oxigenación del aire; absorben a través de sus hojas partículas sólidas o líquidas distribuidas en la atmósfera de hollín, polvo y cenizas; logran reducir la contaminación auditiva al frenar los ruidos; contienen los vientos; absorben el agua de las lluvias; y mantienen el hábitat de aves, animales o insectos. Además los espacios verdes públicos desde el punto de vista sociocultural son lugares de recreación, juego para lxs niñxs, encuentro con lxs otrxs, y garantizan un contacto mínimo con la naturaleza que es indispensable para lograr el bienestar de la población.

Hace unas semanas el legislador del Frente de Todos Martín Barroetaveña presentó un documento denominado “La década vendida” donde detalla las políticas de suelo y hábitat de las gestiones del PRO en la Ciudad y advierte que según los números oficiales Buenos Aires es “una de las peor rankeadas en cantidad de metros cuadrados de espacio verde por habitante de América Latina”. La ciudad de Lima es la única Capital que la supera con solo 2 metros cuadrados. Para que se dimensione la problemática se puede hacer el ejercicio de comparar la foto con otras grandes ciudades: Nueva York tiene 13,6 metros por habitante; Bruselas, la capital de Bélgica, más de 30; y dentro de Argentina la cifra asciende a 10,3 metros cuadrados el caso de Rosario.

A la cantidad se suma su distribución. Uno de los puntos críticos es la centralización de los espacios y la desigualdad que eso genera en el acceso. En la Ciudad existen barrios y comunas carentes de espacios verdes , situación que afecta directamente sobre la calidad de vida de lxs habitantes de esas zonas. En este sentido, según indica Bunge y Born, un 12,4% de la población de la ciudad vive lejos de algún espacio verde público, lo que significa que más de 350 mil porteñxs les hace falta un parque o una plaza cerca de su vivienda. No casualmente los barrios más populares fueron los más afectados por  la pérdida por ejemplo de las 37 ha en Parque Roca, 45 ha en Parque de las Victorias para instalar un Golf, y 20 ha del Parque de la Ciudad cedidos para emprendimientos inmobiliarios. 

Derecho a la vivienda vs. Negocios inmobiliarios

A fines de 2019 el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta había anunciado  un “Plan Verde” con el supuesto fin de renovar y crear espacios públicos verdes. “Es de las mejores inversiones que puede hacer una ciudad para mejorar la calidad de vida de los vecinos, para el cuidado del medio ambiente, para el esparcimiento, para el encuentro”, había expresado en ese momento. El detalle de la información indicaba que se crearían 160 hectáreas de espacio público, de los cuales 110 serían puramente verdes; y se renovarían 200 hectáreas, 150 de para espacio público verde. "Un dato importante: ningún metro público verde que existe hoy dejará de serlo", había dicho Rodríguez Larreta en la conferencia de presentación.

A dos años de dichos anuncios, la semana pasada la Dirección General de Comunicación hizo público el listado de sitios y espacios que la administración incluyó entre las supuestas nuevas 110 hectáreas de espacios verdes. Entre otras cosas se publicaron canteros, un boluevard, un “tótem vertical”, y una plazoleta ubicada en Avenida Nazca que en realidad es un triángulo de cemento cubierto de pasto, con dos postes de luz. Paradójicamente el sitio web Chequeado evaluó la promesa como “cumplida”, pero en el informe analítico y detallado indicó que entre los espacio incluidos están el Parque de la Innovación en Núñez, donde a la fecha aún se están haciendo “demoliciones”; las playas ferroviarias de Caballito, Liniers, Villa Urquiza y Colegiales, donde aún no hay parques; y otras 49 hectáreas del Parque de la Ciudad de Villa Soldati donde hoy “se cobra entrada y existe un cerco de chapa que separa al parque de los vecinos del Barrio Olímpico".

Pero el Ejecutivo no actúa solo. La legislatura porteña funciona como una escribanía, un ente habilitador permanente de los negociados entre el Gobierno y las empresas constructoras amigas. El informe de Barroetaveña denuncia que las 150 hectáreas perdidas entre 2009 y 2019, fueron habilitadas a través de 26 leyes aprobadas por el oficialismo. Un ejemplo paradigmático es la reciente aprobación del convenio con la empresa IRSA para la construcción de un barrio cerrado con torres de 45 pisos (145 metros) en el terreno que ocupan la Reserva Ecológica que es “uno de los humedales” de la Ciudad, la ex ciudad deportiva de Boca y el barrio Rodrigo Bueno, en la Costanera Sur, sin medir el impacto ambiental ni tener en cuenta la opinión de lxs porteñx . Otro hecho similar fue el proyecto de rezonificación de Costa Salguero y Punta Carrasco que fue aprobado en octubre de 2020 y pretendía habilitar la construcción de edificios de hasta 10 pisos. Tal fue el rechazo que despertó en la sociedad civil y las organizaciones sociales y ambientales, que en la audiencia pública participaron más de 2 mil oradorxs durante dos meses, de los cuales el 97,6% se manifestó en rechazo del proyecto del oficialismo.

El lunes 13 septiembre, a solo 24 horas del triunfo en las PASO de Juntos por el Cambio, la legislatura impulsó un paquete de 16 proyectos inmobiliarios. Los convenios urbanísticos en cuestión incluían la construcción de torres de hasta 85 metros para viviendas de lujo, oficinas y comercios. En la sesión del jueves 30 de septiembre de los 16 proyectos el oficialismo logró consumar 11 que terminarán siendo más cemento. Matías Barroetaveña al respecto denunció: “la ciudad de Buenos Aires tiene la misma población desde hace 40 años, pese a haberse construido más de 37 millones de metros cuadrados en los últimos 20, y se ha duplicado el déficit habitacional con 130.000 viviendas vacías”. Y agregó: “Estos convenios son excepciones a la carta que profundizan este proceso, aumentando el valor del metro cuadrado en función de la especulación inmobiliaria, alejando la posibilidad de acceder a la vivienda y aumentando los alquileres”.

Mientras tanto miles de vecinxs de la ciudad se han movilizado en los últimos meses para denunciar los negocios inmobiliarios y detener la construcción de Torres en los barrios porteños. El último domingo 26 de septiembre en el barrio Villa Ortúzar cientos de personas organizaron un festival en la plaza 25 de Agosto bajo la consigna “No a las torres en CABA”. En el mismo sentido un grupo de vecinxs del Parque Centenario hace un mes se turna para impedir el avance del gobierno de Rodríguez Larreta en la pavimentación de la cancha de fútbol ubicada en el predio que tiene más de 100 años de historia y  es el último potrero de la ciudad. Este martes se encontraron con máquinas retroexcavadoras en el lugar.