Con el retorno de las clases, los piojos también vuelven al aula y se convierten en una verdadera molestia tanto para los niños como para los padres. ¿Cuál es la mejor manera de combatirlos? La respuesta, tal vez, la tiene Kovi, una empresa de capitales nacionales que apuesta por el conocimiento científico para el desarrollo de productos innovadores. Y es que, con el respaldo de todo el bagaje científico acumulado en el Conicet sobre insectos y piojos, esta pyme textil, que también desarrolló los “barbijos del Conicet”, decide reconvertir parte de sus telas en colitas para cabello, con un sistema de repelente de piojos.
“La idea surge de pensar en las problemáticas más recurrentes que tenemos en la vida cotidiana y cómo nosotros, a través de un textil, podríamos darle una función, tal como hicimos con el barbijo”, explica a la Agencia de noticias científicas de la UNQ, Alan Gontmaher, dueño de la empresa Kovi.
¿Cómo funciona?
Gontmaher cuenta que el textil en el que se confecciona la colita está impregnado con un activo que repele a los piojos con el contacto. “Tras el roce con distintos objetos la colita va liberando esta sustancia”, detalla. ¿Cómo se usa? Cuanto más cercana se encuentre la colita repelente al cuero cabelludo, será mayor la protección. En esa dirección, conviene, primero, lavar el pelo y pasar el peine fino hasta eliminar los piojos de la cabeza. Una vez que se encuentra libre de piojos, es recomendable recoger el cabello y atarlo con la colita.
La pediculosis es un problema de salud pública que está presente durante todo el año pero que se acrecienta durante la época de clases. Desde el punto de vista epidemiológico, se sabe que la población más afectada por los piojos son los varones y las niñas de entre 3 y 13 años, que asisten a jardines y a colegios primarios. De estos, las nenas son las que, en promedio, poseen mayor grado de infestación. Esto se debe a que la mayoría posee pelo largo, algo que dificulta el control, pero también al tipo de juego, es decir, acercan más el pelo entre ellas que los varones, favoreciendo el pasaje de los piojos de una cabeza a la otra.
“El contagio de piojos es un problema para los chicos que van al colegio. Con estas colitas se ahuyentan, se impide el contagio, y si ya saltaron a la cabeza, repele para que no haya un contagio masivo”, se entusiasma el empresario, que aclara que no es un producto costoso y que puede comprarse en la página web www.atomprotect.com y en farmacias.
Con todo, la expansión de la industria textil con ciencia y nanotecnología es una realidad. Para muestra, Kovi fabricó más de 10 millones de barbijos Atom Protect y facturó más de $1.500 millones, aunque hoy los tapabocas representan apenas el 10 por ciento de su producción. Con este desarrollo proyectan producir 300 mil colitas en el trayecto de la primera fase. “Queremos seguir desarrollando productos innovadores que le encuentren solución a las problemáticas cotidianas que se nos presentan”, concluye.
Con información de la Agencia de Noticias Científicas