Gloria Romero, madre de Cecilia Strzyzowski, la joven desaparecida el 2 de junio pasado en Resistencia, marchó esta tarde hacia la Casa de la Provincia del Chaco en la ciudad de Buenos Aires para pedir "justicia" por su hija. "No hay desaparecidos, hay asesinos", remarcó Romero, acompañada por las Madres del Dolor, que también convocaron a la manifestación. Los fiscales que llevan adelante la investigación por la desaparición de Cecilia investigan el caso como un presunto femicidio y apuntan hacia su familia política.
En la primera movilización fuera de la provincia por parte de los familiares de la joven, Romero señaló que aquellos políticos presuntamente involucrados en este caso "se sienten impunes", e instó a enfrentarlos porque de lo contrario "van a seguir mandando y no lo tenemos que permitir". Antes de comenzar el evento, ella pidió que se bajen las banderas de los partidos políticos, cuyos representantes se habían acercado hasta el lugar.
En primera fila sobre un escenario montado en la caja de un vehículo de gran porte, Gloria lloró cuando se entonó el Himno Nacional y luego la canción “Venceremos” interpretada por María Elena Walsh, tras lo cual, tomó el micrófono y se dirigió a los presentes, muchos de los cuales llevaban pancartas y globos y pañuelos rosas, ya que ese era el color preferido de Cecilia.
“Cecilia era una hija, una hermana, una amiga; no tenemos que permitir más esto, no tenemos que permitir más clanes, mas trata, ni más desaparecidos. No existen desaparecidos, existen asesinos, y si nosotros se lo permitimos van a seguir matando porque se sienten impunes, porque tienen protección política”, señaló la mujer. Durante toda su intervención sostuvo un cartel que decía "Justicia por Cecilia. No nos sigan matando".
“Mi compromiso y mi promesa es acompañar a la madre que esté llorando a su muerta”, añadió Gloria, luego de que por pantalla gigante sobre el escenario se exhibieron imágenes de su hija y también de otras víctimas. “¡Justicia!, ¡justicia!” y “¡¿Dónde está Cecilia?!”, fueron algunas de las exclamaciones de los manifestantes presentes.
Cómo sigue la investigación por Cecilia Strzyzowski
La semana pasada, el Equipo Fiscal Especial (EFE) confirmó que la sangre encontrada en el piso de la casa de los integrantes de la familia Sena y en un colchón y una cama que donaron días después de la desaparición de Cecilia, se corresponde con el ADN de la joven, según los resultados de una pericia realizada en el Instituto de Medicina y Ciencias Forenses (IMCiF) de esa provincia.
La pericia se realizó en base a un cotejo de la sangre aportada por la mamá de la víctima con las muestras levantadas de la casa de Emerenciano Sena y Marcela Acuña, procesados con prisión preventiva por el crimen de la joven, al igual que su hijo y pareja de la víctima, Cesar Sena. Además, también hallaron posibles manchas de sangre en la caja de la camioneta Toyota Hilux de César Sena.
Por su parte, la psicóloga que atendió a Cecilia hasta mayo pasado confirmó que la joven le contó haber sido víctima de un episodio de violencia de género por parte de su esposo, y le aseguró que en los conflictos de pareja estaba incluida su suegra.
Qué pasó con Cecilia
Cecilia (28) fue vista por última vez a las 9.16 del 2 de junio último, cuando una cámara de seguridad registró su ingreso en compañía de su marido a la casa de sus suegros, situada en la calle Santa María de Oro 1460, de Resistencia.
Según la resolución de los fiscales, Cecilia fue asesinada entre las 12.13 y las 13.01 en una de las habitaciones de la casa aparentemente por estrangulamiento en momentos en que se hallaba junto a César, Emerenciano y Acuña.
De acuerdo con la acusación, su cuerpo fue luego trasladado por César Sena y un colaborador de la familia, Gustavo Obregón, envuelto en una frazada y a bordo de una camioneta hasta la chanchería propiedad de los principales imputados, donde fue calcinada.
Finalmente, se cree que sus restos fueron esparcidos en distintos sectores de ese predio, junto a una de las márgenes del Río Tragadero, donde tiempo atrás se encontraron restos de huesos humanos y el viernes pasado otros fragmentos óseos que debe determinarse aún de qué son.
Además de los tres integrantes del denominado clan Sena, por el caso permanecen con prisión preventiva Gustavo Obregón y su esposa Fabiana González (ambos asistentes de los Sena) y Gustavo Melgarejo y su mujer Griselda Reinoso (caseros de la familia), quienes están acusados de encubrimiento agravado.