Un año sin Tehuel: la familia pide cambios en la investigación

En el primer aniversario de la desaparición de Tehuel de la Torre, su papá Andrés reveló cómo era la relación con su familia y reclamó por la falta de avances en la investigación.

11 de marzo, 2022 | 00.05

Tehuel de la Torre desapareció el 11 de marzo de 2021, había llegado a Alejandro Korn con la promesa de un trabajo por parte de uno de los principales sospechosos de su desaparición. En un año la causa acumula 24 cuerpos, son 4800 hojas que buscan descubrir dónde está.

En diálogo con El Destape, su papá, Andrés de la Torre, recordó cómo era su hijo y contó cómo se vive a un año de esperar una respuesta por parte de la Justicia respecto a qué pasó con Tehuel.

Andrés está jubilado pero hace changas ocasionales en su auto como remisero, sin embargo confesó que por mucho tiempo eligió no salir de su casa en caso de que alguien llegue con noticias de su hijo o si lo llaman por novedades en la causa. 

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Antes, trabajó de lo que pudo: desde arreglo de bicicletas hasta la construcción de la casa donde vive. Pero desde hace un año se convirtió en experto en leyes y procesos judiciales. Tiene comunicaciones interrumpidas con la fiscal de la causa -Karina Guyot- y tuvo reuniones hasta con Conte Grand, pero en ningún momento hizo hincapié en las penas para los acusados: Andrés solo quiere saber dónde está Tehuel.

El fin de semana anterior a su desaparición, Tehuel le escribió a su papá emocionado porque le había salido un trabajo, le contó que era una changa como mozo y se enteró gracias a una persona que conocían, Luis Ramos. Esa fue la última vez que hablaron, el jueves 11 Tehuel fue a Alejandro Korn a ver a quien hoy está acusado bajo la carátula de “homicidio agravado por odio a la orientación sexual e identidad de género”. 

Así era Tehuel según su familia

Su papá lo describe como “muy tranqui”, habla de Tehuel en femenino, pero asegura que en la familia siempre se respetó su identidad de género. Cuando Tehuel decidió ser llamado así en la casa se respetó su decisión: “No lo vamos a discutir. Nunca lo hablamos, nunca lo discutimos, nunca lo planteamos nunca nada”. Cuando Andrés de la Torre recuerda a Tehuel insiste en que era buen compañero, buen hijo y “muy tranqui”.

Con dolor niega cualquier acusación que se pudiera hacer para culpar a la víctima, en su relato Tehuel tenía solo dos amigas, ambas mayores de 60 años y ninguna quería ingresar a la casa de Tristán Suárez cuando visitaba para no molestar. 
“No tenía enemigos”, las salidas de Tehuel eran paseos por el Puente de la Mujer cada dos semanas. En el recuerdo, Andrés dice que era muy cuidadoso con sus cosas, con su ropa y con mucha voluntad para incluso dejar de fumar.


La última vez que se vieron en persona fue en diciembre de 2020, cuando Tehuel fue de visita. Su papá guarda los audios para escuchar su voz y en uno de ellos le asegura que ya va a ir de visita. Cuenta que antes borraba las conversaciones pero ahora guarda todo lo que puede.

Cuando reproduce los mensajes llora y se agarra el pecho: “No es fácil”. Para él cada llamado de un periodista es seguir hablando de “lo mismo”, pero se le hace pesado porque no hay novedades en la causa. Entre prórrogas y evidencia agregada, reciben cada vez menos respuestas.

¿Tehuel es un caso de trata de personas?

El reproche de la familia de Tehuel es que siempre lo buscaron muerto. En primer lugar fue una desaparición forzosa y meses después se cambió la carátula a homicidio, pero para Andrés hay indicios de que quienes lo desaparecieron lo llevaron a la trata de personas. Su papá se reprocha a sí mismo porque con sus enfermedades no se sintió capaz de luchar lo suficiente para la causa, pero también resalta lo que solía decirle a su hijo: “Falló en lo que le dije, que no confiara en los hombres, porque ante la mirada de un hombre ella es mujer”.

Para la abogada Marcela Cano, con experiencia en casos de trata, la Justicia muchas veces se equivoca al no abrir un espectro amplio de hipótesis investigativas: “la Trata de Personas es una de las teorías que se deben investigar ante una desaparición forzada. Es decir, cuando no había una razón desde la víctima que hiciera presumible su desaparición”. En estos casos los rastrillajes son completamente distintos, no es lo mismo buscar a una persona que se presume muerta si puede estar viva.

El padre de Tehuel es consciente de esto y sostiene que si está muerto va a ser difícil encontrarlo: “La pasaron por arriba”. Despersonalizado de su rol familiar describe que después de un año se pierden los rastros, la tierra se cierra y los perros ya no pueden encontrar nada.

Desde la ONG “Madres de Víctimas de Trata” se ofrecieron para colaborar en la causa pero recibieron una respuesta positiva. Margarita Meira considera que en casos como este los jueces “no se equivocan, lo hacen a propósito”. Meira acompaña varias causas en el país que resultaron ser trata y afirma que no sería la primera vez que la investigación toma otro rumbo por pedido de la familia. “Tenemos casos en los que las víctimas declaran como trata y los jueces todavía lo tienen como abuso… Ningún abuso cuando es trata”, cuenta a El Destape.

La causa a un año de la desaparición

Alberto Ramos y Oscar Alfredo Montes fueron las últimas personas que estuvieron con el varón trans. Están acusados de homicidio, según la familia de Tehuel, esto tiene que ver con los antecedentes de uno de ellos pero no a los indicios en la investigación. 


Aunque se le cambie la carátula cada cierta cantidad de días la causa está paralizada. Hacia fines de 2021 se encontró una gota de sangre que se identificó como de la víctima, para el papá es producto de una pelea que él devolvió pero no significa que esté muerto.


El alerta naranja se activó meses después de la denuncia de desaparición y existe desde entonces una recompensa por datos que ayuden a conocer su paradero, hoy el valor de información certera asciende a $4 millones, pero para Andrés de la Torre ese valor no paga el riesgo de informar un posible caso de trata de personas.
La familia no está preocupada por la resolución en el ámbito judicial ni le da importancia a la pena que le pueda caber a Ramos y Montes. El padre de Tehuel enfatiza en que no es lo mismo “tener un hijo en Alaska o en China; hablás de vez en cuando y no está para un cumpleaños pero está en un lugar que sabés. Nosotros no sabemos dónde está Tehuel”.
 

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