Miguel Rohrer, el agroempresario acusado por la familia Macarrón de haber asesinado a Nora Dalmasso (52), declaró esta mañana en el Polo Judicial de Río Cuarto durante cerca de tres horas: “Marcelo (Macarrón) siempre quiso figurar; siempre quiso ser el típico ‘Figuretti’ por eso decía que era amigo mío, para figurar”, le apuntó al viudo, quien no estaba presente en la audiencia, ya que el domingo fue internado “de urgencia” en la terapia intensiva del Instituto Médico de Río Cuarto por una dolencia coronaria. Como obra del destino, ni bien Rohrer terminó su declaración como testigo por el asesinato de Nora Dalmasso, Macarrón fue dado de alta del centro asistencial y salió acompañado por su nueva pareja.
Ayer, el defensor del viudo, Marcelo Brito, sorprendió a la opinión pública al informar que su cliente estaba internado en terapia intensiva desde el domingo a la tarde. El tribunal de la Cámara Primera del Crimen, compuesto por los jueces Daniel Vaudagna, Natacha García y Gustavo Echenique Esteve debía constatar si la dolencia de Macarrón era real y para ello el encargado de comprobarlo era el médico forense Martín Subirachs. Sin embargo, Subirachs no pudo llevar adelante la pericia por ser testigo en la causa.
Más allá de la amplia declaración de Rohrer, lo que más fuerte circuló en los Tribunales de Río Cuarto fue la versión de que el viudo Macarrón inventó la dolencia para no cruzarse en el juicio con su ex amigo Miguel Rohrer: “Conozco a (Marcelo) Macarrón. Fui amigo de él en una etapa de nuestra vida; ahora no, en absoluto. Después de que la familia Macarrón contrata al doctor (Marcelo) Brito, a los seis días el doctor Brito en la calle comenzó el ataque sobre mi persona. Luego me presenté para que me extrajeran sangre y allí dejó de ser amigo mío”, se despachó el testigo.
Al momento del asesinato de Nora, “El Francés” o “Michel” Rohrer, como lo llaman sus conocidos, era un empresario cerealero, hombre de confianza en Argentina del jordano Nushine Hosseini; responsable del área de Recursos Humanos y Reclutamiento de Personal de Del Monte Quality, un imperio frutihortícola a nivel mundial con sede en Miami.
Hasta 2006, Miguel Rohrer y su esposa Valeria alternaban su vida entre Río Cuarto y Buenos Aires. El agroempresario además explotaba el campo “Cacique Bravo” en la vecina localidad de Las Acequias, a 12 kilómetros de Río Cuarto, y administraba algunos pools de siembra.
Su amistad con el matrimonio Macarrón-Dalmasso hizo que los invitara a vacacionar en 2003 a las Islas Vírgenes, un lugar paradisíaco en el Caribe, reconocido por ser un paraíso fiscal.
Rohrer contra todos
Pocos minutos faltaron para completar las tres horas de declaración de Miguel Rohrer, el último de los testigos con peso específico propio. Tranquilo, vehemente y sin dejar amilanarse por la metralla de preguntas del defensor Marcelo Brito, Rohrer apuntó contra el clan Macarrón:
-“El juicio va eliminando incógnitas y sin dudas cualquier camino va sobre el imputado (Marcelo) Macarrón", le apuntó al viudo. Además le dedicó: “no hay necesidad de acusar a personas que nada tienen que ver; si tuviera la conciencia limpia no tendría la necesidad de mentir”, refiriéndose a la urgente y sospechosa internación de Macarrón en un centro asistencial privado, justo cuando él debía declarar como testigo.
-También Rohrer puso en la mira a Facundo Macarrón, hijo de la víctima y del viudo. El fiscal Julio Rivero le preguntó al testigo sobre los dichos de Facundo Macarrón y de la testigo Margarita Riega, quienes señalaron que hubo una relación sentimental entre Rohrer y Nora Dalmasso. “Agradezco que me haga esa pregunta, doctor. Yo creo haber leído en Puntal que no llamaron al contador para no re victimizar a Nora. Yo creo que el señor Facundo Macarrón, es un tremendo mentiroso, porque no sé si lo dijo acá o afuera, porque se lo dijo a Margarita. Facundo volvió a revictimizar a su madre. Es una mentira, eso saca el premio al peor hijo que pueda tener Río Cuarto”.
Ya el 12 de enero de 2007, hace 15 años, Miguel Rohrer había declarado como testigo ante el fiscal Javier Di Santo: “Mi vínculo con Nora es una amistad familiar. Soy amigo íntimo de Marcelo de toda la vida y eso adosa a las mujeres de cada grupo”. Hoy, en su declaración, Roher dijo: “A Nora la conozco porque fue la mujer de un amigo. Quiero que se haga justicia y se encuentre al autor de la muerte de Nora Dalmasso”.
-Daniel Lacase también ocupó un lugar en la declaración de Rohrer: “Lacase es otra de las relaciones gestadas en Urú Curé”, el club de rugby de Río Cuarto en el que jugó siendo joven, junto a Macarrón. Sobre el ex vocero del viudo, el testigo señaló: “Es un abogado laboralista que conocí en los ’80. En alguna que otra oportunidad, algún problema laboral que he tenido; él se ocupaba como letrado y a su vez era un amigo más de la ciudad”. Pero el plato fuerte fue cuando recordó una anécdota al cruzarse con Lacase: “Me vio y se orinó encima”, dijo Rohrer. Fue en un encuentro casual, cuando el empresario le recriminó al abogado y ex vocero de Macarrón por querer extorsionarlo, como declaró el testigo Ricardo Araujo, quién trabajaba con Rohrer en Del Monte.
También afirmó, sin dudas, que “Lacase y Macarrón eran uno solo desde Punta del Este, para adelante”.
En la declaración de hoy, Miguel Rohrer ratificó una declaración suya de 2007, donde explicaba que Nora Dalmasso y Marcelo Macarrón estaban distanciados y ella le pedía consejos para superar esa crisis matrimonial; también contó cómo fue que el viudo le pidió a él y a Julio Boehler que fueran a buscar a su hija Valentina Macarrón a Ezeiza -estaba en Chicago en un viaje de intercambio estudiantil-; y agregó un dato desconocido: “Hace unas semanas en Bariloche, Raúl y Julio Boehler me contaron que en una cena en el Rotary, Nora lo maltrató a Marcelo (Macarrón), evidentemente las cosas no iban bien en el matrimonio”.
La declaración del agroempresario fue sólida y ratificó lo dicho por él y por otros testigos, como “las congresistas” amigas de la víctima, que hablaban de una crisis de pareja entre Nora Dalmasso y Marcelo Macarrón.