La ministra de Seguridad, Patricia Bulrrich, se reunió con los familiares de Lucio Dupuy, asesinado por su madre y su compañera, para comunicarles que las condenadas estarían ahora en penales separados. Con un mensaje punitivista y estigmatizante para con la población LGBT+, el título del comunicado de la cartera nacional hizo alusión a una supuesta "luna de miel" que llevaban adelante la madre del niño, Magdalena Espósito Valenti; y Abigail Páez, pese a estar detenidas en la cárcel de mujeres de San Luis. Ahora, Valenti fue trasladada al Complejo Penitenciario Federal 6, de Mendoza.
A pedido del abuelo de Lucio, ahora las mujeres "enfrentarán las consecuencias de sus acciones hasta el último día de sus vidas, sin la posibilidad de volver a verse", informaron desde en el comunicado compartido en las redes sociales de Bullrich. La comunicación llega a días del ataque lesboodiante que mató a tres mujeres en Barracas, Ciudad de Buenos Aires.
En el comunicado, además, sostuvieron que Lucio, de 5 años, fue "brutalmente torturado y asesinado por su madre y su novia. Sus asesinas confesaron que su objetivo era estar juntas y para ellas Lucio era un 'obstáculo' en la relación. Luego del juicio, estaban juntas en la cárcel de La Pampa, lo que para el abuelo y la tía de Lucio era considerado un beneficio más que una pena", describieron. Eso mismo se lo escuchó decir al abuelo del niño más de una vez y lo repite en el video en el que se encuentra con Bullrich.
El encuentro entre la funcionaria y los familiares se llevó a cabo la semana pasada, en el mismo momento en el que Justo Fernando Barrientos arrojó una bomba molotov contra Andrea Amarante (42), Pamela Cobas (52), Roxana Figueroa (52) y Sofía Castro Riglos (49) dos parejas de mujeres reconocidas y abiertamente lesbianas, que ningún funcionario de Gobierno condenó. El ataque, al mismo tiempo, fue luego de Nicolás Márquez, el biógrafo del presidente, Javier Milei, sostuviera en una entrevista que las personas homosexuales tienen una "conducta insana y autodestructiva".
En ese contexto, Bullrich celebró "el compromiso de las autoridades", representadas por el subsecretario de Asuntos Penitenciarios, Julián Curi, junto con el Servicio Penitenciario Federal y la Justicia de La Pampa, al considerarlo "ejemplar en la búsqueda de justicia para Lucio y su familia", ya que llevaron adelante el pedido familiar de separar a las autoras del crimen más allá de las condenas que ya recibieron por parte de la Justicia, ambas a prisión perpetua por homicidio y abuso sexual.
"Las responsables de su sufrimiento y el de toda su familia van a pagar por su hecho, la familia de Lucio va a tener justicia y él podrá descansar en paz", dice el comunicado en el que informaron que "una" de ellas -sin especificar quién- fue traslada a las 2 de la madrugada a Mendoza.
La condena a Espósito y Páez
Durante el juicio por el crimen de Lucio Dupuy se había hallado culpable a Espósito Valenti -madre de Lucio- de "homicidio triplemente calificado por el vínculo, alevosía y ensañamiento" mientras que Páez fue condenada por el delito de "homicidio doblemente calificado por alevosía y ensañamiento, en concurso real con el delito de abuso sexual con acceso carnal por vía anal, ejecutado con un objeto fálico; agravado por tratarse de la guardadora y por haberse cometido contra un menor de 18 años de edad, aprovechando la situación de convivencia preexistente, como delito continuado".
Si bien el Tribunal había absuelto a la madre de Lucio de la acusación de abuso sexual agrravado -por el beneficio de la duda-, ahora el TIP calificó la conducta de la progenitora con la misma calificación que su pareja con el agregado del "abuso gravemente ultrajante". Las fiscales María Mónica Rivero y Verónica Ferrero consideraron que la Audiencia de Juicio valoró "erróneamente una serie de pruebas" y sostuvieron que sí fueron probados los abusos en el ámbito intrafamiliar por parte de las dos condenadas.