El Tribunal de Audiencia de La Pampa dará a conocer este jueves el veredicto del juicio por el crimen de Lucio Dupuy, cometido el 26 de noviembre de 2021 en Santa Rosa, sin la presencia de las acusadas. Se espera un fuerte operativo de seguridad para la lectura del veredicto en el que los jueces determinarán la autoría y responsabilidad penal de la madre del niño, Magdalena Espósito Valenti; y de su pareja, Abigail Páez; ambas acusadas y detenidas por el asesinato. Los fiscales a cargo de la acusación aseguraron que a lo largo de la primera etapa de instrucción y del debate oral se presentaron "pruebas contundentes" para que ambas sean condenadas a prisión perpetua. Al mismo tiempo, está prevista ese mismo día una movilización convocada por Christian, padre de Lucio.
Los fiscales Walter Martos, Verónica Ferrero, Mónica Rivero y Máximo Paulucci, acusaron a Valenti de los delitos de "abuso sexual gravemente ultrajante con acceso carnal, agravado por haber sido cometido por la ascendiente (progenitora), con el concurso de dos personas y aprovechando la convivencia con la víctima menor de 18 años, todo como delito continuado; en concurso real con homicidio calificado por ser la ascendiente, por ensañamiento y alevosía", en tanto que a Páez se le imputa el "abuso sexual gravemente ultrajante con acceso carnal, agravado por haber sido cometido por la guardadora, con el concurso de dos personas y aprovechando la convivencia con la víctima menor de 18 años, todo como delito continuado; en concurso real con homicidio calificado por ensañamiento y alevosía".
En declaraciones televisivas, los abogados remarcaron que "hay una gran expectativa de la sociedad que han decidido cubrir este debate que concluye mañana con una única posibilidad para la Fiscalía, que es la prisión perpetua para ambas imputadas". En ese sentido, identificaron a la autopsia y al intercambio de mensajes entre las imputadas como evidencias muy importantes, dado que a su entender permitieron probar el maltrato físico al que fue expuesto el niño, no solamente en el momento del asesinato sino también previamente.
"La autopsia reveló las lesiones que padeció ese dia y que lo llevaron lamentablemente a la muerte como también otras lesiones que le habían quedado registradas en su cuerpo y que permitieron sostener el maltrato físico crónico que sufrió Lucio el último año de su vida", indicó por su parte Verónica Ferrero en diálogo con A24. En esa misma línea, Walter Martos planteó que los mensajes de texto obtenidos de los celulares de las acusadas fueron clave para determinar "de qué manera se ponían de acuerdo para sostener el maltrato sin que otro adulto se diera cuenta".
A partir del análisis detallado de la cronología de mensajes que Páez y Valenti intercambiaron desde el momento en que ambas comenzaron a tener contacto con Lucio, a mediados del 2020, determinaron que "fue maltratado desde el primer momento" y que esa violencia se agravó a lo largo del tiempo, al igual que las agresiones sexuales. "Pudimos reconstruir las técnicas o metodologías para mantener el maltrato oculto: no los envían a la escuela, decían que estaba enfermo, no se lo entregaban al padre o hacían llamadas vía zoom donde el niño era controlado para que no dijera nada si le veían algún golpe".
La defensora oficial de Páez, Silvina Blanco Gómez, consideró por su parte que no existió un homicidio agravado sino un homicidio preterintencional, es decir que no tuvo intencionalidad, ya que la imputada -que admitió haberle pegado a Lucio- no buscó asesinarlo.
Por ese motivo, en su alegato, enumeró siete conductas que la imputada ejecutó para evitar la muerte del niño: la práctica de RCP para reanimarlo, su traslado a la posta sanitaria del barrio Atuel, la búsqueda de ayuda en la policía y haberlo llevado al hospital Evita, entre otras.
La defensa aseveró que "ninguna de las tres agravantes" planteadas por el MPF para el homicidio quedaron probadas y agregó que en el peor escenario pudo existir un homicidio simple con dolo eventual.
Con respecto a la acusación de abuso sexual, Blanco Gómez, pidió la absolución de Páez por el beneficio de la duda, al tiempo que aseveró que la mediatización del caso provocó un "estado de indefensión" en la imputada.
Junto a la acusación de la Fiscalía, el apoderado de la querella particular, José Mario Aguerrido, quien representa al padre de Lucio, Christian Dupuy, adhirió a esas calificaciones legales y agregó el agravante de odio de género para el homicidio a la vez que sostuvo que ése fue el móvil para matar a Lucio. Sin embargo, la fiscalía no lo convalidó y mantuvo la misma calificación.
Los fiscales tampoco llevaron adelante una denuncia contra la jueza Ana Clara Pérez Ballester, a cargo del Juzgado de Familia y del Menor 1 de la Segunda Circunscripción Judicial y la persona que entregó la custodia total del niño a Valenti en 2020. Ferrero, Rivero, Martos y Paulucci indicaron que durante el debate "no surgió un delito que haya sido viable para una investigación de oficio". Este lunes, una ONG que se manifiesta abiertamente en contra del derecho al aborto denunció a la jueza pampeana.
Qué dijeron las acusadas durante el juicio
La madre de Lucio, Magdalena Espósito Valenti, apuntó contra el padre de su hijo, Christian Dupuy, y dijo al declarar en la última jornada del juicio: "Se me critica a mí, pero no al progenitor, porque decirle padre le queda grande. A él se lo justifica cuando la responsabilidad era de los dos. Sin embargo, en todo momento se desentendió de la criatura".
Durante su declaración, en la que no aceptó preguntas, la mujer de 25 años y quien vivía en Santa Rosa, recordó que esa mañana dejó a su hijo "con vida" al cuidado de su novia para irse a trabajar al Hotel Mercure, del Casino Club de Santa Rosa, y que "al día de hoy" sigue "sin poder creer" lo que le ocurrió. Tras ello, afirmó que a su hijo lo "llora en privado" porque es "más humano que hacerlo delante de personas que no lo conocieron" y que dijeron "un montón de cosas" sobre su "supuesto rechazo a la maternidad".
Antes, el 7 de diciembre último, Abigail Páez, de 28 años, reconoció ante los jueces que golpeó a Lucio y dio detalles de la agresión: "Cuando llegué a la casa, lo vi a Lucio que se estaba mandando un moco. No importa qué, porque no viene al caso. Entonces lo tomé del brazo y le pegué varias pataditas en la cola. Fue todo muy rápido, no sé. Le pegué y no medí donde la verdad, ni sé por qué tampoco", contó, al tiempo que comenzó a llorar.
"No le encuentro una explicación todavía. Sé que lo lastimé, me di cuenta en el momento e intenté remediarlo. Luego, lo alcé y lo llevé a la ducha porque pensé que iba a reaccionar. Él intentaba hablar, estaba consciente todavía", agregó.
Luego, dijo que vio que el niño "se estaba debilitando o desvaneciendo" por lo que lo tapó con su toallón y lo llevó a su pieza: "Lo senté en la cama y me fui a buscar ropa a su pieza para cambiarlo, lo más rápido posible porque era una situación muy desesperante en la que no sabía cómo reaccionar, ni que hacer para que él se recomponga", continuó.