Luego de las confirmaciones de las prisiones preventivas de los acusados, se confirmó que fueron elevados a juicio los tres integrantes del "Clan Centurión" por la desaparición forzada seguida de muerte de Lucas Escalante y el crimen de Lautaro Morello. Mientras se siguen realizando rastrillajes en busca del cuerpo faltante, ahora en una zona más reducida, el abogado de los Morello dijo a El Destape que también serán juzgados otros dos comisarios, tres efectivos de la Bonaerense siguen detenidos y se abrieron nuevas investigaciones a otros tres jefes policiales, entre los que figura un capellán de la Policía Bonaerense. Además imputaron a dos testigos por falsedades e irregularidades.
El pasado martes 12 de diciembre, según expresó el abogado Carlos Dieguez, representante de la familia del chico hallado sin vida, tanto el excomisario Francisco Centurión, su hijo Cristian y su sobrino Maximiliano -todos ellos con prisión preventiva- deberán afrontar el juicio por ambos homicidios. Por su parte, quienes también enfrentarán un proceso judicial son el comisario mayor de la DDI de Quilmes, Luis Alberto Zaracho y el jefe Seccional N° 4 de Bosques, Sergio Enrique Argañaraz, ambos por encubrimiento y obstaculizar los procedimientos realizados.
Por otro lado, según pudo saber El Destape, durante la semana se realizaron rastrillajes junto a la División de Homicidios de la Policía Federal Argentina (PFA), a cargo del comisario Pablo Fernández, junto a más de efectivos. "Hay una zona con más precisión para buscar a Lucas, se achicó el margen de distancia de búsqueda", anuncian desde la investigación. Dichos rastrillajes podrían reanudarse la semana entrante. La recompensa por Escalante sigue vigente aunque, según figura en el expediente de la causa a cargo del juez de Garantías N° 6 de Quilmes Diego Carlos Agüero, se lo busca sin vida.
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Los últimos tres efectivos de la Policía Bonaerense detenidos, Ramiro Yair Forchinito -ex secretario de "Coco" Centurión-, Juan Manuel Brito -oficial a cargo de tareas administrativas relacionadas con los vales de nafta- y Damián Rodríguez -oficial a cargo de un grupo operativo de la Dirección Departamental de Investigacones (DDI) de Quilmes, se encuentran con prisión preventiva como coautores del delito de "encubrimiento calificado por ser el hecho precedente a un delito especialmente grave y por su condición de funcionario público". La orden de detención se confirmó luego del pedido del fiscal Manuel Ichazo, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 1 de Berazategui.
Fuentes de la causa confirman a este medio que están en "pleno proceso" de investigación sobre tres personas más y, puntualmente, está en la mira el capellán de la Departamental de Quilmes de la Policía Bonaerense, Fernando Papa -íntimo amigo del excomisario acusado por los homicidios- por prestar su teléfono celular para que el "Clan Centurión" se comunique y no queden registradas las llamadas, mensajes y movimientos posteriores
a los crímenes.
Por otro lado, quedaron imputados dos testigos por irregularidades. El primero de ellos está acusado de brindar un "testimonio falso" al señalar que Lucas y Lautaro discutieron previo al hecho en el marco de una fiesta electrónica, dando a entender que eran pareja y se trataría de un "crimen pasional", según fuentes judiciales. El segundo testigo, también fue señalado por aportar "pistas falsas" a la causa. En el marco del mismo expediente se investigan a tres jefes policiales más, entre los que se destaca el nombre del comisario inspector Ferreira.
El caso de Lucas y Lautaro: qué se sabe hasta ahora
El 9 de diciembre pasado, mientras la gente celebraba la victoria de la Selección Argentina ante Países Bajos, Lucas pasó a buscar a Lautaro en su BMW azul sin un destino definido. Si bien algunos sostuvieron que se unirían a los festejos, la mamá del fallecido Lautaro negó que esto sea así. Días más tarde, Morello fue hallado sin vida en Guernica, partido de Presidente Perón: se encontraba "semicalcinado y en avanzado estado de descomposición"; y según la autopsia postetrior, su muerte se produjo por "asfixia mecánica". De Escalante aún no se conoce cuál es su paradero.
La Justicia de Quilmes detuvo a Cristian Alejandro (hijo de un importante comisario de Quilmes) y Maximiliano Tomás Centurión (primo del primero), sospechosos del crimen. La hipótesis principal de la fiscalía está relacionada con la venta de vales de nafta -pertenecientes a la fuerza provincial-, utilizada como herramienta para atraer al primero de los jóvenes al lugar del hecho. En el medio, el fiscal Manuel Ichazo trabajó diferentes teorías para entender el trágico final: si hubo algún conflicto previo entre los cuatro chicos o si el vínculo entre los Centurión y Escalante estaba atravesado por otro negocio ilegal. Luego fue detenido el excomisario mayor de la bonaerense, Francisco Centurión.
Además del "Clan Centurión", compuesto por Cristian, Maximiliano y Francisco, también fueron detenidos: el jefe de la Seccional N° 4 de Bosques, Sergio Enrique Argañaraz por encubrimiento y obstaculizar los procedimientos realizados, como por ejemplo no preservar la escena; el policía, Ramiro Yair Forchinito -ex secretario del comisario "Coco" Centurión- por falso testimonio; el comisario mayor de la DDI de Quilmes, Luis Alberto Zaracho, por encubrimiento acusado de haber ayudado a los jóvenes a "eludir la investigación"; el oficial a cargo de tareas administrativas relacionedas con los vales de nafta, Juan Manuel Brito; y el oficial a cargo de la Dirección Departamental de Investigaciones de Quilmes (DDI), Damián Rodríguez.