En el marco del juicio por el crimen de María Marta García Belsunce, la fiscalía solicitó la inmediata detención de la masajista Beatriz Michelini por "incurrir en falso testimonio" pero el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 4 de San Isidro no dio lugar al pedido. Los jueces deliberaron y llegaron a dicha determinación en menos de un minuto.
El fiscal Patricio Ferrari aseguró durante el pedido que el falso testimonio denunciado tuvo como "única finalidad favorecer a Nicolas Pachelo" ya que ambos son defendidos por el mismo abogado. Por su parte, la querella, encabezada por Gustavo Hechem, adhirió al pedido. En cambio, la defensa rechazó la solicitud y pidió la exención de prisión de la testigo.
Tras la declaración de Carlos Carrascosa, llegó el turno de la palabra de Michelini. Acompañada por su abogado, Eduardo Ludueña y uno de sus hijos, ingresó a la sala de audiencias pasadas las 14 y tapándose para no ser fotografiada. Durante todo el interrogatorio se la notó incómoda y nerviosa. También estaba su hija Karina, que fue desalojada de la sala por pedido de la fiscalia ya que forma parte de la lista de testigos.
Fue el fiscal Ferrari quien la interrogó sobre la relación entre Pachelo y su hija -compañeros de colegio cuando tenían 13 años-. Sobre esto, aseguró: "Después no lo vi más, no tengo relación con él". Pero aseguró: "Pachelo una vez me llamó por teléfono para ofrecerme un abogado cuando comenzó todo esto".
Por su parte, en relación a su vínculo con Roberto Ribas, representante legal de Pachelo, Michelini contó: "Lo conocí porque mi abogado se fue de viaje y él me asesoró sin cobrarme. En el juicio de 2011, fue mi abogado el doctor Ludeña pero también estuvo ahí Ribas". En ese debate fue acusada por encubrimiento, junto a los familiares de María Marta y el médico Juan Gauvry Gordo. Ella fue la única absuelta.
Con respecto a la consulta sobre los pacientes en El Carmel, dijo: "En 2002 daba masajes a domicilio en el country. Atendía a María Marta, a Guillermo Bártoli, a Arauz Castex". Mientras que admitió que, por fuera, también atendía "a la señora (Inés) Dávalos, ex esposa de Pachelo.
Cuando la fiscalía le hizo notar que en la caja que entregó faltaban fichas de María Marta, Dávalos, Guillermo Bártoli y Susan Murray -amiga de la víctima-, Michelini se puso nerviosa y titubeó sin saber qué responder. Tras esto, relató la secuencia de cómo llegó al domicilio y atendió a María Marta el dia de la tragedia. También contó que limpió la sangre del baño, algo que ya había admitido previamente.
Cuando Ferrari comenzó a preguntar sobre las llamadas entrantes y salientes entre su casa y la de Pachelo después del crimen, no supo explicarlas. Y cuando le consultaron por una llamada del acusado a su celular, el 3 de diciembre -el día después a que se supiera que María Marta había sido asesinada-, contó que fue para ofrecerle un abogado. Sobre la llamada en enero, tampoco supo explicarla.