El juicio por el asesinato de Nora Dalmasso (52) puede terminar de la peor manera: con un escándalo como el desatado en marzo 1996 en el juicio de María Soledad Morales, cuando millones de televidentes vieron en vivo y directo cuando los jueces Juan Carlos Sampayo y María Alejandra Azar, se hicieron una seña en el momento en el que debían decidir el pedido de una de las partes, para que una testigo quede presa por falso testimonio. En la audiencia de hoy pasó algo similar.
Las autoridades de la Cámara Primera del Crimen informaron a los presentes que no se tomarían testimonios a testigos, sino que se incorporarían lecturas de diversas pruebas de laboratorio realizadas por los peritos bioquímicos y forenses y se haría un repaso general de lo ocurrido desde el lunes 14 de marzo pasado, cuando se inició el juicio para esclarecer cómo se perpetró el homicidio de Nora Dalmasso la madrugada del sábado 25 de noviembre de 2006, cuando presuntamente su esposo Marcelo Macarrón jugaba al golf en Punta del Este, Uruguay.
Sin embargo, desde media mañana circuló fuerte el rumor de que Miguel Rohrer, el agroempresario amigo del matrimonio Macarrón-Dalmasso se encontraba en el moderno edificio del Polo Judicial de Río Cuarto para prestar declaración. Rohrer, a quién en los círculos de poder de Río Cuarto lo apodan “Michel” o “El Francés”, es acusado por los hijos de la víctima, Facundo y Valentina Macarrón, de ser el autor del crimen. Incluso, el hijo mayor de Nora Dalmasso y Marcelo Macarrón le hizo decir a una testigo que él había visto a su mamá besándose con el empresario.
Cerca del mediodía de hoy, Valeria Califon, esposa de Rohrer, confirmó a El Destape que ella y su esposo estuvieron en los Tribunales de Río Cuarto, que los habían citado a declarar, pero que no pudieron hacerlo, porque finalmente les cancelaron su declaración testimonial.
A la misma hora, en los pasillos del Polo Judicial, el abogado Marcelo Brito, ex fiscal General de la Provincia y actual defensor del viudo Marcelo Macarrón, se desentendía de la declaración del matrimonio Rohrer. “Ni sabía que estaban citados a declarar”, resaltó.
Sin embargo, la esposa de Rohrer se quejó ante algunos periodistas: “Nos cancelaron ambas declaraciones. A último momento, por pedido de la defensa”.
El Destape confirmó los dichos de Valeria Califon y pudo reconstruir que el pasado lunes 25 de abril la Cámara Primera del Crimen de Río Cuarto citó al matrimonio de Miguel y Valeria Rohrer para prestar declaración testimonial como testigos para el día de hoy jueves 26.
Aprovechando el viaje del matrimonio desde la provincia de Buenos Aires a Río Cuarto, el fiscal de Instrucción Daniel Miralles decidió citarlos también para hoy para que declaren por la presunta extorsión que habrían sufrido a manos del ex vocero Daniel Lacase, tal lo denunciado en este juicio por Ricardo Araujo, un hombre que había trabajado con Rohrer en 2006. La cita del matrimonio sería hoy a las 8 con Miralles por la presunta extorsión, y con la Cámara Primera a las 9.
Sin embargo, ayer miércoles, sin previo aviso, las autoridades de la Cámara Primera del Crimen les avisan a Miguel Rohrer y su esposa, que no necesitaban su testimonio y que declinaban de su declaración.
Este mediodía, Valeria de Rohrer le confirmó a la periodista Florencia Igarza de FM Gospel: “Nos hicieron viajar al divino botón. No les conviene que declaremos”.
De ex jefe a ex subordinado
Finalmente, el matrimonio del agroempresario Miguel Rohrer y su esposa Valeria Califon se presentó en el Polo Judicial cerca de las 8 y declaró ante el fiscal Miralles.
Pero pasado el mediodía, en la Sala de Audiencias de la Cámara Primera del Crimen, donde se desarrolla el juicio por el crimen de Nora Dalmasso, no sólo se revisaron testimonios. En un descuido del abogado Marcelo Brito, su micrófono quedó abierto y desde la sala de prensa se pudo escuchar claramente cómo le daba instrucciones al fiscal de Cámara, Julio Rivero, de las explicaciones que debían darse para ocultar el escándalo de por qué se habían desechado los testimonios de Miguel Rohrer y su esposa.
En el primer gobierno de José de la Sota, Brito, un abogado de extensa militancia en el PJ cordobés, fue fiscal General de la Provincia; y entre sus subordinados se encontraba el ahora fiscal de Cámara, Julio Rivero.
Las palabras de Brito hacia el fiscal Rivero no pasaron desapercibidas entre los periodistas de la Sala de Prensa, dado que por primera vez quedó al descubierto un posible vínculo entre ambos: Brito ordenaba y guionaba lo que debía decir para justificar la no declaración del matrimonio Rohrer.
También se supo que a instancias de la defensa de Marcelo Macarrón tampoco citarían a los forenses y otros científicos que participaron de la autopsia de Nora Dalmasso; lo que ensombrece aún más el camino hacia la resolución del crimen más emblemático de Río Cuarto.
Con la audiencia de hoy, se presagia un pronto final para el juicio, donde no se sabrá quién asesinó a Nora Dalmasso y el viudo y único imputado podría ser absuelto por “la duda indubitable”.