Máximo Thomsen, uno de los ocho rugbiers acusados del crimen de Fernándo Báez Sosa, está cada vez más complicado en el juicio por el asesinato del joven de 18 años. Un hombre que estaba en el boliche "Le Brique" de Villa Gesell el 18 de enero de 2020 y presenció el ataque declaró esta mañana en la cuarta audiencia del juicio y brindó detalles sobre lo que vio el dia del crimen.
El testigo, identificado como Tomás Bidonde, aseguró que vio cuando el rugbier Máximo Thomsen le pegó "dos puntinazos" en la cabeza a la víctima cuando estaba en el suelo y apuntó a Ciro Pertossi como otro de los agresores que lo golpeó "en la espalda y costado", también en el piso.
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"Cuando lo veo de frente, está pegando, golpeando al chico que después fallece, y recuerdo que ya casi al final le pega dos patadas en la cabeza, como puntinazos, y después recuerdo que lo agarra de la cabeza y le vuelve a dar dos o tres patadas", dijo el testigo en directa referencia Thomsen, tras lo cual mencionó a Ciro Pertossi como quien le pegó a Fernando "en espalda y costado" cuando estaba en el piso.
Previamente, uno de los amigos que veraneaba en Villa Gesell con Fernando aseguró que vio cuando Thomsen lo atacó de una patada "con odio, con brutalidad y con intención de matar", mientras que otros "arengaban diciendo 'negro de mierda'".
El debate se lleva a cabo en los tribunales de Dolores, con la presencia de los padres de Fernando y los ocho señalados como asesinos. Durante al menos 21 audiencias, que se dieron inicio el pasado 2 de enero y en las que desfilarán más de 150 testigos, se buscará determinar la responsabilidad penal de Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), y Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23), acusados por el delito de "homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas”.
Para este jueves, se esperan los testimonios de efectivos policiales que intervinieron frente al boliche minutos después de la agresión de los imputados, testigos del hecho, una joven turista que asistió a la víctima y dos comerciantes que estaban a pocos metros en la madrugada del 18 de enero de 2020.
En las tres primeras audiencias del proceso oral brindaron declaración los padres de la víctima, Graciela Sosa Osorio y Silvino Báez, una docena amigos de Fernando Báez Sosa, policías, custodios del local bailable, y el remero Pablo Ventura y su padre.