Los ocho rugbiers acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa recién desde el jueves se mostraron sin los barbijos en los tribunales de Dolores después de haber estado con la cara tapada durante las primeras audiencias del juicio. Su defensor justificó que fue para prevenir un "riesgo de contagio" de Covid-19. El abogado de la familia del joven asesinado, Fernando Burlando, había exigido que se los quiten y "den la cara".
En diálogo con los medios, el letrado Hugo Tomei justificó que en las primeras jornadas todos los acusados tenían colocado barbijos y que ahora comenzaron a quitárselos porque "cuando las cosas van avanzando y se puede presumir que no va a haber contagio de riesgo (de Covid-19), se puede prescindir". Por su parte, Burlando se refirió al uso de los barbijos de los acusados y afirmó: "Acá hay que venir a dar la cara".
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En otro sentido, Tomei dijo hoy que "es imposible" que los acusados se puedan reír en un debate. "Es imposible, muy raro, que en un debate se pueda un acusado reír", expresó el letrado al ser consultado al respecto por la prensa cuando ingresaba al edificio judicial para participar de la quinta audiencia del juico que lleva adelante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores.
Ante la consulta sobre si en esta nueva ronda de testigos más técnicos, que incluye peritos, comienza el juego de la defensa, Tomei fue categórico: "El juego empezó hace tres años y ahora estamos en la etapa final del proceso, se están dando ciertas cosas que estamos presuponiendo y ahora escucharemos a los peritos".
Sobre el desarrollo del debate hasta ahora el defensor agregó: "Es un juicio que el tribunal está llevando muy bien adelante, las partes estamos cómodas en la litigación, hay un ámbito en el que se puede discutir, es muy importante".
Declaran hoy en el juicio la recepcionista que vio huir a los rugbiers, peritos y policías
El juicio a los ocho rugbiers acusados de matar a golpes a Fernando Báez Sosa a la salida de un boliche continúa hoy en su quinta jornada con los testimonios de una docena de testigos, entre ellos la recepcionista de un hotel de Villa Gesell que vio cómo huían del lugar del hecho, la dueña de la casa que alquilaban los imputados en esa localidad balnearia, peritos y policías.
Fuentes judiciales indicaron que, de los 22 testigos citados inicialmente para el cierre de la primera semana del juicio, una decena de ellos -en su mayoría peritos y efectivos policiales que realizaron tareas en conjunto con otros en el inicio de la investigación- no serán requeridos finalmente, y que serán desistidos por la fiscalía.
La primera en declarar ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores será Julia Semsey, dueña de la casa que alquilaban los rugbiers desde el 16 de enero, en el ingreso a la reserva "Carlos Idaho Gesell". Otro de los testimonios será el de Andrea Ranno, recepcionista del hotel "Inti Huasi", ubicado a media cuadra de "Le Brique", quien minutos después del ataque a Báez Sosa, en la madrugada del 18 de enero de 2020, vio pasar a al menos ocho de los acusados desde su lugar de trabajo, lo que le permitió aportar precisiones a los investigadores sobre la casa en la que estaba alojados.
Está prevista también la declaración de Chen Naijuan, dueño del "Supermercado Marina", cuyas cámaras de seguridad captaron a cinco de los jóvenes, y también registraron el momento en que fueron interceptados por efectivos afectados al Operativo Sol, minutos después de huir del lugar del ataque.
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Declararán además Heraldo Rebolo, técnico en criminalística que actuó en el levantamiento de rastros de la camisa que utilizaba Fernando al momento del crimen, y Nair Irurzun, que intervino en la recolección de huellas en el primer allanamiento a la casa que alquilaban los imputados. En tanto, en la audiencia se definirá si se solicita o no el testimonio de Walter Tolosa, sereno de un inmueble ubicado a metros de esa vivienda.