Lamentablemente, los incendios hogareños son una constante y más aún cuando bajan las temperaturas. Por eso, a continuación te contamos cuáles son las razones más comunes por las que se producen incendios en los hogares y te recordamos que la mejor forma de evitarlos es mediante la prevención. Con seguir una serie de breves consejos, tendrás la posibilidad de cuidar mejor a tu familia y tu hogar.
Las principales causas de incendios hogareños
Algunas de las causas más usuales de incendios en el hogar son las siguientes.
- Cocina: es la causa más común. Las distracciones al cocinar, el aceite caliente que se derrama, las ollas que se olvidan encendidas o los paños de cocina cerca de la hornalla son los principales culpables.
- Calefacción: los sistemas de calefacción defectuosos, como chimeneas, calentadores portátiles o radiadores, pueden sobrecalentarse y provocar incendios.
- Electricidad: los cortocircuitos, los cables desgastados, los enchufes sobrecargados y los aparatos eléctricos defectuosos son grandes riesgos.
- Fumar: las colillas de cigarrillo mal apagadas o que caen en lugares inadecuados, como sofás o colchones, pueden iniciar incendios.
- Velas: las velas encendidas sin supervisión, cerca de materiales inflamables o en corrientes de aire, representan un peligro.
- Encendedores y fósforos: el manejo descuidado de estos elementos, especialmente por niños, puede causar incendios.
Otras causas menos comunes, pero importantes, incluyen
- Incendios intencionales: actos vandálicos o problemas psicológicos pueden llevar a personas a iniciar incendios.
- Problemas con la chimenea: la acumulación de creosota o las chispas que escapan pueden provocar incendios.
- Fallas en el sistema eléctrico: los problemas en el panel eléctrico o en los circuitos pueden generar chispas y causar incendios.
¿Cómo prevenir los incendios hogareños?
- Cociná con precaución: nunca dejes la cocina desatendida mientras se está cocinando, utilizá temporizadores y mantené los materiales inflamables lejos de la hornalla.
- Mantené tu sistema de calefacción en buen estado: revisá regularmente las chimeneas, los calentadores y los radiadores.
- Utilizá los aparatos eléctricos de forma segura: no sobrecargues los enchufes, desconectá los aparatos cuando no los estés usando y reemplazá los cables dañados.
- Fumá de manera responsable: nunca fumes en la cama o en lugares donde haya materiales inflamables, asegurate de apagar completamente las colillas.
- Utilizá las velas con precaución: colocalas en soportes seguros, lejos de corrientes de aire y materiales inflamables, y nunca las dejes encendidas sin supervisión.
- Instalá detectores de humo y monóxido de carbono: estos dispositivos te alertarán en caso de emergencia.
- Creá un plan de escape: ensayá con tu familia cómo actuar en caso de incendio y establecé un punto de encuentro fuera de la casa.