Oficinas en viviendas: el plan para repoblar el microcentro porteño

La pandemia dejó al mítico microcentro porteño con más de la mitad de los locales cerrados. Aseguran que “ya no volverá a ser como antes”. Mientras piden medidas urgentes, proponen un plan para reconvertir la zona en un barrio de viviendas.

27 de marzo, 2021 | 05.00

El microcentro porteño se convirtió en un territorio vacío, silencioso, de persianas bajas, pocas personas en la calle. Ya no hay turistas, corridas de oficinistas, bancarios, cadetes en moto, taxis, reuniones en bares y comidas al paso, venta de dólares. Fueron suspendidas las actividades culturales, sociales y comerciales que marcaron la historia y el ecosistema económico del centro de la capital del país.

“Gran parte de las empresas y trabajos no van a retornar a la modalidad presencial", asegura el presidente de la Federación de Comercio e Industria (FECOBA), Fabian Castillo, a El Destape. “Nosotros estamos en un edificio de muchos pisos, todas oficinas, y somos los únicos que quedamos”, agrega.

Desde la Federación ya solicitaron al jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, la declaración de Emergencia Económica de los comercios ubicados en el micro y macrocentro porteño, donde según su propio relevamiento la mitad de la actividad está paralizada. Hoteles y restaurantes, y los locales de venta de indumentaria y calzado, son los rubros más afectados.

“El microcentro ya no volverá a ser como antes, ya está”, agrega Castillo. Con ese diagnóstico, desde Fecoba comenzaron a diagramar un plan de mediano y largo plazo para reconvertir la zona en lo que llama un “distrito joven”. La idea fue tomada de otras ciudades del mundo que transformaron sus “downtown” en barrios residenciales o estudiantiles.

El proyecto, que le presentarán al gobierno porteño, es impulsado y desarrollado por las asociaciones de comerciantes, las distintas cámaras empresarias y universidades, varias de ellas con casas de estudio en la zona.

Las oficinas cerradas queremos que se transformen en viviendas, que pueda haber inversión para que la gente tenga algo que está haciendo falta, que es la vivienda propia, a través de créditos del Banco Ciudad y del Banco Nación", explicó Castillo en diálogo con el programa Nobleza Hormiga, de FM La Patriada.

Castillo aclara que es un “proyecto a largo plazo” ante lo que define como un “cambio de era”, mientras trabajan otras propuestas para atender la urgencia de las pymes y comercios del centro, y los miles de empleos que dependen de la actividad.

En la tradicional peatonal Florida hay al menos un centenar de locales cerrados. En las galerías de la zona hay otros 400. La Avenida de Mayo, desde el Cabildo hasta el Congreso, está irreconocible. Abundan los carteles de alquiler y venta. Locales vacíos, persianas bajas, ventanales pintados. “Hoy es tierra arrasada, prácticamente no hay ningún tipo de movimiento”, describe Castillo.

Los barrios más castigados fueron el Centro, Retiro, Puerto Madero, San Telmo, Monserrat y Constitución, también Recoleta, Balvanera y San Cristóbal.

Las asociaciones referentes de la zona, como la Asociación Amigos de la Av. de Mayo, la Asociación Amigos de la Av. Corrientes, Peatonal Lavalle y Obelisco, la Asociación Amigos de la Calle Florida y la Asociación de Comerciantes del Casco Histórico, entre otras que agrupan a las heladerías artesanales, propietarios de pizzerías y casas de empanadas, acordaron solicitarle al gobierno porteño la urgente implementación de medidas de alivio para sobrevivir.

“Sin turistas en la ciudad ni oficinistas en la zona desde hace meses, la situación de estos comerciantes es crítica. Por eso mismo, es necesario crear herramientas que busquen paliar los efectos de la crisis en esta importante área comercial de la Ciudad”, señalaron desde Fecoba.

Además de la declaración de la Emergencia Económica, piden la quita y espera en el pago del impuesto a los Ingresos Brutos (IIBB), Patentes Vehiculares, y el Alumbrado, Barrido y Limpieza (ABL) de los comercios.

También la suspensión transitoria y total de la prohibición de estacionar, para evitar el acarreo de vehículos y multas, la interrupción por 90 días de las inspecciones correspondientes a la Agencia Gubernamental de Control (AGC) y de las ejecuciones fiscales.

Plantean, además, la necesidad de crear un plan de incentivo al consumo que contemple la posibilidad de realizar obras de teatro y café concerts al aire libre, la instalación de muestras de arte itinerantes en las principales calles de la zona y la prohibición de venta de gastronomía ambulante.