Pizza, bizcochuelo, pastel de papa, chipa, chocotorta... y podríamos seguir enumerando delicias. En tu cabeza las estás saboreando, son una tentación. Frená un segundo; ahora imaginá que todas estas ricas recetas vienen con cannabis. Lo que suena a risueño es una realidad: una estudiante de Química ofrece un curso web especializado que vincula a la gastronomía con la planta.
Juliana es marplatense, tiene 22 años y estudia Química en la Universidad de su ciudad natal. Su vínculo con el cannabis nació en la adolescencia desde el consumo recreativo, pero en paralelo pasaba sus días en la escuela, donde se hallaba muy conectada a la ciencia. Durante la secundaria participó de diversas olimpiadas relacionadas a la materia y sus interés creció a un ritmo acelerado.
Con la irrupción de la pandemia del coronavirus, el mundo se encerró y las personas se la tuvieron que ingeniar para disfrutar en el tiempo en sus casas. Entre las actividades más difundidas se destacó la gastronomía, área en la que incursionó Juliana de una forma muy particular. Así lo cuenta a El Destape: "Empecé a hacer comida cannábica para mi y mi mamá, porque estaba aburrida. Pero había un problema de escasez de materia prima. Perdí mucho porro haciendo recetas. Eso me conllevó un año de recetas fallidas, porro perdido. Buscaba en internet y solo pensaba en galletitas y brownies. Por algún motivo todos aceptamos que el cannabis solo se limitaba a eso, que se relaciona con la comida dulce. Y yo soy team salado". Desde ese momento se obsesionó en buscar nuevas recetas, y a comparar los sabores que percibía con las dosis de cannabis que había usado.
"El THC estimula el apetito y se vincula a receptores neuronales conectados con el sentido del placer y el deseo de comer. Ahí entendí que se trataba de una cuestión química. Me di cuenta que hay muchas formas distintas de hacer una receta en función de los objetivos que se planteen desde la textura, el sabor y distintas características de una comida. Solo hay que elegir un método", explicó Juliana.
Juli de Locura Cocina
A mediados de 2021, Juliana abrió una cuenta de Tik Tok con el título "Locura Cocina". Publicó un video sobre la receta de un brownie con cannabis y tuvo dos millones de reproducciones. En pocos días, sus seguidores empezaron a multiplicarse, un fenómeno que ella atribuye a la necesidad de tener información. Sin embargo, ante los constantes cierres de cuenta que sufrió a causa del contenido que subía, decidió alejarse de las redes, dejando huérfanos a sus 385.000 seguidores.
"Había publicado muffins, bizcochuelos, chocotorta, cheesecake, chipa, pizza, pastel de papa, queso vegano, manteca, leche, crema, aceite. No hay imposibilidad de hacer algo", sostiene la toktoker censurada. Ocho meses después le llegó un mensaje de Gabriel Méndez, quien junto a Ignacio Telias lideran Educación Cannábica, la primera academia cannábica de Latinoamérica para brindar conocimientos esenciales sobre el cultivo inteligente, las distintas formas de preparación y las bases para el consumo responsable y en equilibrio.
En el cruce de mensajes surgió la novedosa idea de ofrecer un curso "Master Gastronomía", una especialización donde se estudian los principios activos de la química del cannabis. Además, se propone analizar la dosificación en función del objetivo.
"Un total de nueve horas de clase, tres horas cada módulo. Especialización enfocada en entender conceptos químicos fundacionales, para poder aplicar en conjunto gastronomía y cannabis, pudiendo realizar una mejor comida infusionada. No veremos recetas, sino las bases de la gastronomía", reza la promoción del curso en la página de Educación Cannábica. El curso se divide en tres fases:
1) Química del Cannabis: Principios activos y conceptos fundamentales.
2) Descarboxilación y extracciones: reacciones químicas, tipos y métodos, relación tiempo/temperatura.
3) Bases gastronómicas y Fito preparados: Dosificación, desarrollo del criterio para formular una receta en función de los objetivos.
"Mucha gente quiere que la comida en cuestión tenga un sabor fuerte para que se note, es que eso forma parte de la experiencia que uno quiere formular. Todo se organiza en función de los objetivos, la prioridades. No es solo una comida, es una experiencia", afirmó Juliana. Hay quienes utilizan flores de forma directa en la mezcla, mientras que otros prefieren usar extractos. En fin, la comida y el cannabis representan un universo de posibilidades.
"La democratización del conocimiento es muy importante. Queremos estudiar y trabajar con el cannabis, sobre todo en contextos donde queremos que los jóvenes se queden en el país, Argentina tiene mucha posibilidades", concluye Juliana. Tal vez en el futuro los chefs de la televisión se encuentren condimentando recetas con cannabis en vez de pimienta.