El acuerdo al que llegaron las cámaras bancarias de los bancos privados y públicos en marzo de este año contempla un aumento del 32,5% a cobrar en cuatro tramos hasta mayo de 2023, así como un ajuste del 0,7% para la paritaria 2022. Sin embargo, la gran conquista para el gremio liderado por Sergio Palazzo fue el pago de una compensación por el impuesto a las Ganancias que pagan los trabajadores del sector.
En cuanto a los aumentos salariales para 2023, se estableció un incremento del 6% para enero, 7,1% para febrero, 11% para marzo y 8,4% en mayo. Estos porcentajes se aplicarán sobre la base del salario de diciembre de 2022. Según informó el gremio, las subas salariales incluirán todos los adicionales.
El acuerdo también incluye la efectivización de la universalidad de la guardería a partir de marzo de 2023, una medida que va en línea con compromisos asumidos a nivel industrial entre la CGT y la Unión Industrial Argentina (UIA) respecto al cuidado de los menores.
En términos concretos, el salario inicial de los bancarios en mayo de 2023 quedará en $306.811,19. A esto se le sumará un porcentaje en concepto de ROE (participación en ganancias), que ascenderá a $11.086,45, llevando el monto total sin deducciones a $317.897,64.
Además, se acordó el pago de una gratificación extraordinaria de carácter no remunerativo como reconocimiento especial por los gastos extraordinarios y los esfuerzos realizados durante la pandemia de COVID-19. Este reconocimiento corresponderá al período 2020-2022.
Otro aspecto destacado de la paritaria fue el cobro de un bono especial en conmemoración del Día del Trabajador y la Trabajadora Bancaria. Con este acuerdo, se estableció un bono inicial de $273.511,56, que será abonado en cuotas.
Cómo fueron las negociaciones
La cuestión más debatida durante las negociaciones fue el reclamo de un pago compensatorio para aquellos trabajadores que pagan el impuesto a las Ganancias. En este aspecto, los bancos mostraron posturas divididas. La Bancaria argumentó que cualquier aumento nominal del salario se diluye al tributar en las categorías más altas del impuesto, dado los altos salarios que históricamente ha tenido el sector.
Este debate retrasó la resolución de la negociación e incluso llevó a un paro nacional bancario el 23 de febrero. Durante varias audiencias en el Ministerio de Trabajo, las posturas intransigentes no se movieron, hasta que ABAPPRA, la cámara de bancos públicos, presentó una primera propuesta de un bono en dos cuotas para compensar el pago del impuesto.
Esta oferta, de carácter no remunerativo, variaba entre los $12.500 y los $135.000, dependiendo de la cantidad tributada, y solo sería abonada por aquellas entidades que no contemplen un reintegro por este impuesto en sus salarios, como es el caso del Banco Provincia. Sin embargo, La Bancaria consideró que esta suma era insuficiente, lo que llevó a ABAPPRA a revisar su propuesta y mejorarla. En la audiencia del jueves 16 de marzo, se elevaron los números.
Hasta el jueves por la noche, las entidades agrupadas en las cámaras de bancos privados (ABA, ADEBA y ABE) seguían rechazando la propuesta y solo se habían comprometido a estudiar la posibilidad sin presentar una oferta alternativa. La audiencia del viernes 17 en el Ministerio de Trabajo comenzó temprano y se prolongó durante varias horas. Al mediodía, ya se auguraba que no se llegaría a una situación de conflicto.
Finalmente, el acuerdo establece un pago extraordinario para todos los trabajadores de acuerdo a sus escalas salariales. Este bono se abonará en un 50% en mayo y el resto en septiembre, tal como propuso ABAPPRA. Los montos oscilarán entre los $50.000 y los $450.000, según el salario percibido.
Un aspecto clave es que este bono no estará sujeto al impuesto a las Ganancias. En el comunicado de La Bancaria se destaca que esto disminuirá significativamente el impacto salarial del impuesto sobre los trabajadores que lo pagan, ya que el sindicato sostiene que el salario no es ganancia.