El miércoles un avión Challenger 300 chocó en San Fernando contra una vivienda lindera al aeropuerto y en el accidente murieron su piloto, Martín Fernández Loza, y el copiloto Agustín Oforte. Cómo es el modelo de esta aeronave y qué características tiene.
El avión, perteneciente a la familia de Jorge Brito (dueño del Banco Macro y presidente de River Plate), fue alquilado como vuelo chárter por un tercero y venía desde Punta del Este, Uruguay, pero no llegó a aterrizar en el Aeropuerto de San Fernando. Tras despistar, se incrustó en una de las casas más cercanas y desató un incendio que terminó con la vida de ambos tripulantes. Afortunadamente, las personas que vivían en las casas afectadas lograron salir ilesas.
La mujer de la casa afectada relató en declaraciones a TN que vio cómo ocurrió el incidente: "Estaba afuera porque tengo un negocio y menos mal que no vino ninguna persona a comprar en ese momento... Yo lo vi venir, subió arriba del alambrado. Vi que subía y bajaba. Agarró la punta de la casa y ahí explotó, se prendió fuego. Vi a la persona que estaba adentro, pidiendo que lo ayuden a salir, nadie se acercaba, mi nieta no me dejó ir". La mujer contó una imagen impactante que “no se va a sacar más de la cabeza": cuando “el piloto y el copiloto se abrazaron” al darse cuenta “que no iban a poder salir, y ahí murieron los dos”.
La investigación está a cargo de la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado. Y si bien se conocieron algunos testimonios, todavía restan conocerse las pericias de los cuerpos de las víctimas y de la caja negra del avión que podrían revelar por qué ocurrió el incidente.
Cómo es el Challenger 300, el avión que se estrelló en San Fernando
El avión, matrícula LV-GOK, era un modelo de Bombardier Challenger 300, de categoría privada y fabricado por Bombardier Aerospace en Estados Unidos. Este tipo de aeronave, según señala el sitio especializado en aviación Elevate Aviation Group, ofrece espacio para nueve pasajeros con una distribución de cabina doble-club.
El avión pertenece a la gama alta, tiene un diseño lujoso por dentro y por fuera y, además, suele ser utilizado en vuelos de cabotaje e internacionales porque puede recorrer hasta 3065 millas náuticas (5676,38 en kilómetros) y alcanzar una velocidad máxima de crucero de 470 nudos (Mach 0,7).
Específicamente sobre su mecanica, la aeronave posee motores turbofan Honeywell HTF7000, que aseguran “una velocidad de crucero suave y capacidades de largo alcance” de hasta 3220 millas náuticas, es decir, 5963,44 kilómetros. Incluso, tiene un peso máximo de despegue (MTOW) de aproximadamente 17.622 kg, lo que permite acceder fácilmente a aeropuertos con pistas cortas.
Además, los especialistas destacan que la versión Challenger 300 se diferencia de otros modelos porque tiene un radar meteorológico para mejorar la precisión y seguridad en todas las fases del vuelo, mientras que “las aletas se incorporaron al diseño para así optimizar la eficiencia del combustible” y mejorar el alcance del avión.