En las últimas horas se confirmó la muerte de Pocha, la elefanta que había sido trasladada desde Mendoza hacia un santuario en Brasil para tener una mejor vida. Falleció en la noche de este jueves, pero todavía se desconoce la causa de la muerte y las autoridades del lugar informaron que realizarán una autopsia. En las redes sociales, rápidamente se volvió tendencia "Murió Pocha" y cientos de internautas despidieron a la elefanta con mensajes de cariño.
En abril de este año, Pocha, de 55 años, y su hija Guillermina, de 22, recibieron en Argentina los certificados necesarios para ser trasladadas desde el exzoológico mendocino a un santuario en Brasil. En el último tiempo, sus cuidadores comenzaron a registrar que algo andaba mal.
"Mientras Pocha estuvo en Mendoza, en ocasiones vimos pequeños signos que nos hicieron preocupar de que tuviera problemas de salud subyacentes, pero nunca se diagnosticó nada. Cuando ella y Guillermina llegaron aquí al Elephant Sanctuary Brasil, había tenido un hecho en el que se cansó y era un poco más lenta para comer, pero, después de una inyección de multivitaminas, mejoró", explicaron este viernes desde el santuario a través de un comunicado.
Luego, indicaron que hace unos días notaron que "era exigente con su heno, aunque todavía estaba pastando y disfrutando de todos los productos que le daban". "Después de una inyección de vitaminas anoche, se veía más brillante y, aunque todavía estaba cansada, tenía más brillo en sus ojos. Sin embargo, cuando volvimos a verla más tarde esa noche, descubrimos que había fallecido", explicaron desde el santuario ubicado en Brasil.
En el posteo contaron cómo fue la despedida por parte del resto de los elefantes que viven en el santuario, quienes se acercaron uno por uno a "despedir" a Pocha: "Bambi retrocedió hacia Pocha, oliéndola y acariciando su rostro. Justo después de la medianoche, todos se pararon en diferentes lados de Pocha, tranquilos y relajados, teniendo uno de esos momentos de elefante que solo ellos entienden. Un poco antes de las 4 am".
"Cada niña se paró cerca, unas más que otras, y observaron el cuerpo de Pocha con respeto. Los elefantes tienen una habilidad innata para comunicarse entre sí de maneras que nunca entenderemos y eso es lo que parece estar sucediendo entre este grupo de compañeros de manada", explicaron y admitieron que "aunque este es un momento difícil y puede ser difícil procesar tal pérdida, estamos agradecidos con Pocha por el amor y la estabilidad que pudo brindarle a Guillermina durante 24 años".
La historia de Pocha, la elefanta
La elefanta Pocha llegó a la Argentina desde Londres, en la década de los 80, y se instaló en el zoológico de Mendoza, en donde tuvo a su hija, Guillermina.En 2020, autoridades del Gobierno de Mendoza firmaron un convenio con un santuario de Brasil para trasladar a los cuatro elefantes del ex zoológico de Mendoza, reconvertido en un ecoparque.
Después de viajar 5 días por tierra, la elefanta llegó al santuario ubicado en el Mato Grosso, Brasil, que se convirtió en su nuevo hogar. De esta forma, Pocha y el resto de los elefantes podrían vivir en ese espacio único en Sudamérica que cuenta con ambientes naturales adaptados para mejorar la calidad de vida de la especie.