La Ciudad de Buenos Aires y algunos sectores de la Provincia amanecieron este lunes con humo y un intenso olor a quemado provenientes de un incendio en el departamento uruguayo de San José, según informó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) a través de las redes sociales el domingo.
Ya durante el fin de semana el fenómeno había causado preocupación en los porteños y bonaerenses, motivo por el que la meteoróloga y difusora del SMN Cindy Fernández detalló en su cuenta de Twitter: "El fuego está activo desde ayer (sábado) y el viento del este desplaza el humo hacia el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA)". La explicación llegó horas después de un tuit de la propia Fernández, en el que manifestaba su preocupación por la visibilidad reducida.
Pedro Lohigorry, también meteorólogo y coordinador de Pronósticos Inmediatos en el SMN, publicó en la mañana del lunes una animación en la que se vislumbra que el humo viene efectivamente del país limítrofe. En la misma, detalló con un punto el incendio y con un color verde agua la corriente de aire.
Por una situación similar, en agosto de 2022, los ministerios de Salud y Ambiente de la provincia de Buenos Aires habían publicado una serie de recomendaciones y medidas a tener en cuenta frente a la exposición al humo. En ese momento, el olor a quemado y la visión reducida en el AMBA habían sido consecuencia de los incendios en el Delta del Paraná.
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"Cuando se quema vegetación, madera y/o los materiales de construcción, el humo resultante, compuesto por una mezcla de gases y pequeñas partículas, contamina el aire y afectan la salud y el ambiente", expresaba el comunicado que PBA publicó en aquel entonces. Los síntomas de la exposición al humo pueden ser tos, dificultad para respirar normalmente, ardor en los ojos, irritación en la garganta, rinitis, irritación de los senos paranasales, sibilancias y dificultad para respirar, dolor de pecho, dolor de cabeza, crisis asmática, cansancio y palpitaciones.
Los grupos más "sensibles" a este hecho son las personas gestantes, los niños y niñas, las personas con afecciones respiratorias y cardíacas preexistentes y quienes trabajan en ambientes exteriores durante incendios. En este sentido, es vital que quienes integran estas poblaciones estén vacunadas contra la gripe y el neumococo.
Ante lo que sucedió en agosto pasado, los ministerios publicaron una serie de recomendaciones: colocar trapos o toallas enrolladas debajo de las aberturas para evitar el ingreso de humo, encender el aire acondicionado —en caso de contar con uno— cerrando la entrada de aire exterior y manteniendo el filtro limpio para mejorar la calidad del aire, evitar o minimizar las actividades recreativas y/o deportivas al aire libre, usar máscaras especiales o barbijos para filtrar las partículas de humo en caso de hacer actividades al aire libre y circular con precaución para evitar accidentes producto de la reducción de visibilidad.