El té verde es una de las bebidas más utilizadas en todo el mundo. Desde hace casi 50 siglos se toma en Japón y China, es la segunda bebida más consumida después del agua.
Este tipo de té es fuente importante de compuestos biológicamente activos, llamados catequinas, y sus beneficios se originan principalmente de este tipo de compuestos fenólicos.
Asimismo, sus propiedades promotoras de la salud se atribuyen al alto contenido de sustancias antioxidantes y antiinflamatorias.
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Debido a su potencial para prevenir varias enfermedades, el consumo regular de esta bebida puede tener un efecto positivo en la salud física y mental.
Acompañanos en este artículo a conocer todos los beneficios de esta bebida.
¿Qué es el té verde?
El té está hecho de la infusión de las hojas de Camellia sinensis. El té se divide según su grado de fermentación:
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No fermentados: blanco y verde.
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Ligeramente fermentado: amarillo.
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Semifermentado: oolong.
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Fermentado: negro y oscuro.
Para prevenir la fermentación, las hojas frescas se procesan rápidamente en la preparación de los tés verdes.
Este tipo de té posee compuestos químicos antioxidantes con trazas de proteínas, carbohidratos, aminoácidos, lípidos, vitaminas y minerales.
El té verde es una infusión de las hojas de Camellia sinensis no fermentadas, lo que explica su alto contenido de antioxidantes.
Los polifenoles son aquellos compuestos químicos que representan al aroma del té y sus efectos benéficos para la salud. Estos compuestos representan el 30% del peso seco del té.
Estos polifenoles, están presentes en concentraciones mucho más altas en el té verde que en el té negro o oolong. Lo que explica los potentes efectos antioxidantes de esta variedad de té.
Beneficios del té verde
De acuerdo a la revista Nutrientes, las catequinas del té han demostrado sus efectos antioxidantes y anticarcinogénicos. De igual manera, pueden prevenir diabetes, enfermedades neurológicas y cardiovasculares.
Estos compuestos muestran una actividad antioxidante sobresaliente debido a su capacidad para neutralizar los radicales libres y aumentar la actividad de desintoxicación de las enzimas.
El alto contenido polifenólico del té verde tiene una mayor capacidad para eliminar los radicales libres que la vitamina C por sí sola.
A continuación, te mencionamos algunos de sus efectos más relevantes para tu salud.
Función cerebral
Las enfermedades neurológicas son una de las causas principales de discapacidad y tienen un alto impacto en la calidad de vida.
Las catequinas protegen a las células nerviosas, reprimiendo la muerte celular programada e inhibiendo la lesión por estrés oxidativo. Sus efectos neuroprotectores se deben a que protegen a la mitocondria (órgano celular encargado de producir energía) del daño y mal funcionamiento.
Antioxidante
La respuesta inflamatoria, parte integral de varias enfermedades, puede conducir a la producción excesiva de especies reactivas del oxígeno. Estas sustancias dañan a las células y a largo plazo conducen a una interrupción en el funcionamiento del cuerpo.
El principal efecto antiinflamatorio y antioxidante de los tés verdes, es la eliminación de las especies reactivas del oxígeno, para lograr inhibir el estrés oxidativo.
Gracias a su actividad antioxidante y antiinflamatoria, esta bebida tiene efectos quimiopreventivos/quimioterapéuticos contra diferentes tipo de cáncer como:
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Cáncer pancreático
Las catequinas son antidiabéticas. Mejoran el metabolismo de la glucosa y la insulina, suprimen el estrés oxidativo y regulan la función mitocondrial.
Asimismo, protegen contra la enfermedad cardiovascular inhibiendo el estrés oxidativo, la inflamación, y la muerte celular programada de los miocitos (células contráctiles cardiacas).
También disminuyen el riesgo de infarto al miocardio, mejoran la función contráctil del corazón y lo protegen de la toxicidad por quimioterapia.
Los polifenoles del té verde también pueden aliviar las reacciones alérgicas al inhibir las células y las sustancias responsables de desencadenar estas reacciones.
Componentes bioactivos
Los compuestos polifenólicos distintivos de los tés verdes son las catequinas. Según la Revista de Química Agrícola y Alimentaria, representan del 60-80% de los polifenoles (o taninos) del té.
Los principales catequinas son:
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Epicatequina (EC)
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Epicatequina-3-galato (ECG)
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Epigalocatequina (EGC)
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Epigalocatequina-3-galato (EGCG)
La principal catequina es la epigalocatequina-3-galato (EGCG), es la más activa y representa el 50-70% de las catequinas.
El té es una fuente importante de alcaloides de purina como la cafeína. La cafeína, componente esencial del té, es un poderoso antioxidante y antiinflamatorio.
Los ácidos fenólicos son metabolitos con alto potencial antioxidante y antiinflamatorio, efectos hipoglucémicos y neuroprotectores. También inhiben el crecimiento del cáncer y modulan el metabolismo de lípidos y carbohidratos.
La rutina, un compuesto polifenólico, es un potente antioxidante. En conjunto con la vitamina C, protegen al sistema cardiovascular y al sistema nervioso. También tiene propiedades antidiabéticas y antiinflamatorias.
La quercetina es un fitoquímico con actividades antioxidantes, neuroprotectoras, anticancerígenas y normaliza el metabolismo de los carbohidratos y la insulina. La vitamina C es un poderoso antioxidante que refuerza las defensas del organismo.
El té verde también contiene clorofila, responsable de su color vibrante. La clorofila y sus derivados exhiben una fuerte actividad antioxidante y antiinflamatoria.
Los tés verdes contienen una cantidad considerable de aminoácidos. La L-teanina, en combinación con la cafeína, es responsable del sabor del té. Tiene efectos positivos sobre la relajación, el rendimiento cognitivo, el estado emocional y la calidad del sueño.
Asimismo protege contra el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, la obesidad y el resfriado común. La combinación de L-teanina y cafeína mejora la concentración, la vigilancia y la eficiencia, con alivio adicional del estrés.
Los polisacáridos, componentes bioactivos del té, tienen efectos antioxidantes, inmunorreguladores, anticancerígenos, antidiabéticos y antiobesidad.
Finalmente, las saponinas, componentes bioactivos del té; exhiben efectos antioxidantes, anticancerígenos, inmunorreguladores y protectores cardiovasculares.
Envejecimiento
La formación de radicales libres es un factor importante en el origen de las enfermedades de la piel. El té verde protege contra el estrés oxidativo cutáneo, aumentando la eliminación de radicales libres de la piel.
Los efectos del té en la eliminación de estos radicales, son comparables a los de la vitamina C y carotenoides.
Los radicales libres derivan de fuentes internas y externas, incluyendo el metabolismo celular, contaminación del aire y radiación solar ultravioleta. La producción excesiva de radicales libres resulta en daño celular, cáncer de piel o envejecimiento prematuro de la piel.
Las propiedades antioxidantes de los polifenoles inhiben el daño del ADN y las reacciones inflamatorias inducidas por rayos UV. De este modo, estas sustancias previenen el fotoenvejecimiento y ejercen un efecto antiarrugas.
Los tés verdes, también aumentan el contenido de fibras de colágeno y elastina de la piel y suprimen la degradación del colágeno. Refuerzan, así, el efecto antiarrugas de sus polifenoles.
Reducción de grasas
El té verde puede conducir a una disminución del peso corporal y control de la grasa corporal. La EGCG puede inhibir la absorción de lípidos y glucosa del tracto gastrointestinal, mejorando la sensibilidad a la insulina.
Los ácidos fenólicos modulan el metabolismo de los lípidos y carbohidratos. También disminuyen la oxidación de las lipoproteínas de baja densidad (colesterol “malo”), con lo que reducen el exceso de lípidos y colesterol en sangre.
Salud mental
El tomar té verde tiene un efecto vigorizante y neuroprotector. Los polifenoles ejercen efectos parecidos a los fármacos antidepresivos y las catequinas están asociadas a un menor riesgo de depresión.
La L-teanina disminuye los síntomas relacionados con el estrés y trastornos depresivos.
Según la revista Geriatría de BioMed Central, este aminoácido exclusivo del té, presenta datos significativos de relajación mental en estudios con electroencefalogramas humanos.
El consumo de esta bebida se considera una intervención dietética eficaz para promover la claridad de la mente y la función cognitiva.
La función cognitiva tiende a deteriorarse con la edad, así como con ciertos factores ambientales, incluido el estilo de vida. Al revertir los procesos oxidativos y reducir la neuroinflamación, la cafeína de este té, puede inhibir el envejecimiento del cerebro y mantener su funcionamiento.
El estrés oxidativo, capaz de inducir daño neuronal, puede deteriorar la memoria. Los efectos antiinflamatorios de este tipo de té pueden prevenir este trastorno.
Esta bebida inhibe la producción de especies reactivas de oxígeno, por lo que es un agente neuroprotector potente y eficaz en trastornos mediados por inflamación.
Del mismo modo, es eficaz para prevenir la enfermedad de Alzheimer y la enfermedad de Parkinson. El consumo diario de té se asocia con un menor riesgo de deterioro cognitivo en los ancianos.
Salud dental
Debido a su excelente biocompatibilidad, actividad antioxidante, antiinflamatoria y antibacteriana, la EGCG ha sido ampliamente estudiada en el tratamiento de enfermedades orales, como:
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Cáncer oral.
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Caries dental.
Las catequinas promueven la proliferación y diferenciación de las células de la pulpa dental humana, así como las propiedades mecánicas del colágeno.
La EGCG reduce la caries dental y la halitosis (mal aliento) mediante la inhibición de la reproducción bacteriana y el crecimiento de la placa.
Cuando se usa como enjuague bucal, las preparaciones de té verde son igualmente efectivas que los enjuagues bucales con clorhexidina (un antiséptico). Pueden eliminar el mal aliento, reducir la placa bacteriana y la inflamación de las encías.
Contraindicaciones
Por lo general, el té verde es una bebida bien tolerada y segura para consumo humano.
Sin embargo hay ciertos aspectos de seguridad del té y padecimientos específicos donde el consumo de esta bebida requiere supervisión médica o está contraindicada.
Existen varias sospechas con respecto a la seguridad del té debido a:
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Contaminación por metales pesados.
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Residuos de pesticidas.
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Producción de micotoxinas durante la fermentación y el almacenamiento.
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Toxicidad de altas dosis de sus componentes bioactivos.
El consumo adecuado de té verde es de tres a cinco tazas por día, lo que representa aproximadamente 250 mg de catequinas.
Los taninos y polifenoles del té pueden inhibir las enzimas digestivas que están relacionados con la digestión de proteínas, lípidos y carbohidratos. Es por eso que no se recomienda su consumo en personas desnutridas.
El consumo excesivo de té puede interferir con la absorción de hierro y, posteriormente, provocar anemia por deficiencia de hierro. Por lo tanto, las personas con padecimientos hematológicos deben consultar a su médico.
Este tipo de té puede destruir la bioactividad de la tiamina, lo que ocasiona síntomas neurológicos. Asimismo, debido a su contenido de cafeína, no se recomienda su consumo en casos de sensibilidad o alergia a las bases xánticas.
Las personas embarazadas y en período de lactancia, no deben beber más de 1-2 tazas/día, ya que puede aumentar su ritmo cardiaco.
También se sugiere controlar el consumo concomitante de esta variedad de té y algunos medicamentos, debido a sus efectos diuréticos.
De igual modo, esta bebida se considera una fuente importante de vitamina K, que puede antagonizar el efecto de los medicamentos anticoagulantes, como la warfarina.
Debido a que las plantas de té pueden contener aluminio, las personas con insuficiencia renal deben tomar esta bebida con precaución. La razón es que están en riesgo de acumulación de aluminio, un elemento neurotóxico que puede resultar en padecimientos neurológicos.
¿Cómo se prepara el té verde?
En la revista Moléculas, se evaluaron las diferentes presentaciones y formas de preparación de té verde:
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Se incluyeron té en bolsa, en polvo y hojas sueltas
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Se elaboraron a temperaturas de 60°, 80° y 100°C
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Se preparó en tiempos de 3, 5, 10, 15 y 30 min.
En todos los tés verdes, la capacidad antioxidante aumentó junto con la temperatura del agua utilizada para preparar la infusión. Los valores óptimos se observaron a los 80°C con un tiempo de preparación de 3 minutos.
Conclusión
El té verde es una bebida con gran tradición y que tiene muchísimos efectos favorables para tu salud. Su gama de beneficios no se limita a un solo sector de tu organismo, abarca prácticamente todo tu cuerpo.
Consumir esta bebida no sólo nos hace sentir bien. Sus potentes actividades antiinflamatorias y antioxidantes nos pueden ayudar tanto a combatir el fotoenvejecimiento en la piel, como a combatir el cáncer.
Así que ya lo sabes ¡seguí leyendo El Destape para enterarte de las mejores noticias de salud, mientras disfrutás de una deliciosa taza de té verde!
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