Los rizomas del Zingiber officinale Roscoe comúnmente conocido como jengibre, es una de las especias y condimentos más utilizados en todo el mundo. Desde la antigüedad ha sido parte integral de las medicinas tradicionales china, ayurvédica, yunani-tibb, esrilanquesa, árabe y africana.
Recientemente ha tomado importancia debido a la creciente evidencia de que promueve un envejecimiento saludable.
Las propiedades del jengibre abarcan características antioxidantes, antiinflamatorias, anticancerígenas, antimicrobianas y antivirales entre muchas otras.
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Seguí leyendo para conocer todo acerca de esta maravillosa planta, qué es, su historia y sus principales beneficios para tu salud.
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¿Qué es el jengibre?
En 1807, el botánico inglés William Roscoe, lo nombró Zingiber officinale. Pertenece a la familia Zingiberaceae y se originó en el sudeste asiático, en lo que es hoy el noreste de la India.
En sánscrito, el jengibre se conoce como Sringavera, que quiere decir "con forma de cornamenta". Se especula que este término dió paso a Zingiberi en griego y después al término latino Zingiber.
Se ha cultivado durante miles de años como especia y también para fines medicinales. Actualmente, India y China son los proveedores dominantes del mercado mundial.
El rizoma es la parte comestible de la planta. Su valor nutracéutico se atribuye a los polifenoles, los compuestos bioactivos contenidos en el rizoma que incluyen:
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Fitoquímicos no volátiles, como gingeroles (GNs), shogaoles (SGs), paradoles y zingibereno. Los gingeroles son responsables de su sabor especiado, picante y penetrante, con un toque ligeramente dulzón.
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Aceites volátiles. Consisten principalmente en terpenos como zingiberol, cerumbone y zingerona. El zingiberol es el principal responsable de su característico aroma perfumado y refrescante con un toque de limón.
Además de los polifenoles, los rizomas del jengibre contienen 3–6% de aceite fijo, 9% de proteínas, 60–70% de carbohidratos, 3–8% de fibra cruda, aproximadamente 8% de resina, 9–12% de agua y 2–3% de aceite volátil.
La actividad farmacológica del jengibre se debe principalmente a sus gingeroles, shogaoles y terpenos.
El jengibre es fuente importante de minerales como manganeso, hierro, magnesio, zinc, potasio, fósforo y calcio. Aporta también vitaminas como la vitamina C, B3, B6, B1, B2, B9 y vitamina E. Una porción de 100 gramos tiene 336 kcal.
Historia del jengibre
El jengibre llegó a Persia durante el reinado del rey Darío (siglo V a.C.). En el siglo I, los fenicios lo llevaron por todo el Mediterráneo. Las primeras referencias escritas son de Confucio (551-479 a.C.)
Desde la antigüedad, se ha utilizado en sistemas de medicinas alternativas griegos, romanos, asiáticos, indios, mediterráneos y árabes.
En la India se ha utilizado como medicina desde el período Védico, y se le llama “maha aushadi” que significa “la gran medicina”.
La planta era bien conocida por los griegos, y fue mencionada por el médico, botánico y boticario Dioscórides. En el siglo II, el jengibre -segunda especia preferida de los romanos, después de la pimienta- aparece en una relación de importaciones en Alejandría.
Plinio el Viejo, escritor, naturalista y filósofo; describe su uso medicinal. Asimismo, hace mención a su precio (6 denarios la libra) y menciona su origen en Somalia, Etiopía o el sureste de Egipto.
El jengibre llegó a Francia y Alemania durante el siglo IX y poco después a Inglaterra. En el siglo XVI ya había dado lugar a bebidas como el Ginger Ale, la cerveza o el té de jengibre.
Los portugueses lo introdujeron en África y los españoles lo llevaron a las Antillas. Hoy se cultiva principalmente en la India, en la región de Gingi, al este de Pondichery (que abastece a la mitad del mercado mundial).
Otros países donde también se cultiva el jengibre son Nigeria, Sierra Leona, Indonesia, Bangladesh, Australia, Fiji, Jamaica, Nepal, Haití, México y Hawai.
Beneficios del jengibre
Los beneficios de esta planta se deben a los activos biológicos de sus rizomas. La concentración de estos activos, pueden variar con las condiciones de su crecimiento, temperatura, cosecha y procesamiento del rizoma de jengibre.
Los gingeroles son sensibles a cambios de temperatura y pH, por lo que se deshidratan fácilmente para formar los shogaoles. Más adelante, mediante hidrogenación, los shogaoles pueden convertirse en paradoles.
Los shogaoles se encuentran en pequeñas cantidades en el jengibre fresco, pero están presentes en grandes cantidades en el jengibre almacenado.
Las principales propiedades del jengibre son antiinflamatorias, antioxidantes, antitumorales y antimicrobianas.
Por lo tanto, el rizoma de jengibre seco representa la principal fuente de shogaoles. Estos tienen acciones biológicas superiores a los gingeroles. Así, el polvo de jengibre seco se considera más poderoso medicinalmente que el jengibre crudo.
Además, al contrario de otros vegetales, el jengibre no perderá su actividad antioxidante, aún después de ser cocinado a altas temperaturas.
A continuación te mencionamos algunos de sus beneficios:
1. Reduce la apariencia de arrugas
El carácter antioxidante de los gingeroles y shogaoles inhiben los efectos de los radicales libres en la piel.
También favorece la proliferación de queratinocitos y fibroblastos, células de las capas superficial y profunda de la piel respectivamente.
Finalmente, previene la pérdida de elasticidad cutánea inducida por la radiación UV-B, reduciendo así la apariencia de las líneas de expresión.
2. Elimina cicatrices
Durante la cicatrización de heridas, los shogaoles mejoran la circulación, regeneran el tejido conectivo, disminuyen la inflamación y favorecen la reepitelización.
Gracias a sus efectos antioxidantes, modula el colágeno y disminuye las especies reactivas del oxígeno.
Del mismo modo, el jengibre induce la conversión de células que ayudan al cierre de la herida. Por lo que acelera y mejora el proceso de curación de una herida eliminando posibles cicatrices.
3. Ayuda a aliviar las náuseas
No sólo ayuda a disminuir la náusea inducida por el embarazo. También es útil en la náusea y vómito inducidas por quimioterapia.
Además, promueve la adecuada motilidad intestinal y vaciamiento gástrico, lo que aumenta su efecto para aliviar las náuseas.
4. Propiedades medicinales
El jengibre se ha utilizado como remedio para alergias, asma, diabetes, gingivitis, insomnio y accidentes vasculares cerebrales. De igual modo, es útil para tratar tos, resfriados y gripe. También es usado para aliviar el dolor, mejorar la digestión y evitar el estreñimiento.
Actualmente, se sabe que sus propiedades son antioxidantes, antiinflamatorias, antitumorales y antibacterianas. Asimismo, previene contra la enfermedad de Alzheimer y la enfermedad de Parkinson.
Finalmente, previene la obesidad aumentando el catabolismo (proceso del metabolismo que degrada nutrientes) de los ácidos grasos de las células.
5. Prevención del cáncer
El jengibre tiene actividad antitumoral contra varios tipos de cáncer debido a sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.
Este efecto anticancerígeno también se debe a que evita que los tumores desarrollen vasos sanguíneos e induce muerte celular programada de las células malignas.
El jengibre es efectivo para prevenir los siguientes tipos de cáncer:
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Cáncer de mama
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Cáncer cervicouterino
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Cáncer colorrectal
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Cáncer de pulmón
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Cáncer de piel
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Cáncer de próstata
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Cáncer de ovario
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Cáncer gástrico
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Leucemia
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Cáncer de páncreas
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Cáncer de hígado
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Cáncer de riñón
De acuerdo a la revista Medicina oxidativa y longevidad celular, la quimioterapia combinada con jengibre, puede aumentar la eficacia del tratamiento contra el cáncer.
El jengibre como aditivo en el tratamiento del cáncer puede reducir la toxicidad de la quimioterapia.
Cabe destacar que el jengibre no tiene efectos tóxicos en las células sanas.
6. Mantiene el pelo saludable
El jengibre es rico en vitaminas C, E, B3, B6, B1, B2, B9, por lo que puede mejorar notablemente la apariencia del pelo.
Además, sus agentes antioxidantes previenen el daño del pelo por envejecimiento celular. El jengibre también facilita el transporte de nutrientes y oxígeno al folículo capilar, lo que se traduce en un pelo saludable.
7. Ayuda a la osteoartritis
A pesar de que la osteoartritis no se considera una artritis inflamatoria, el cartílago y tejidos que rodean la articulación, muestran diferentes grados de inflamación.
El jengibre inhibe la producción de los mediadores de la inflamación en el cartílago y el estrés oxidativo en las células del cartílago.
Sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias también son efectivas en los tejidos que rodean a las articulaciones.
Asimismo, tiene características farmacológicas parecidas a las de los medicamentos utilizados para controlar el dolor.
8. Nivela el azúcar
El jengibre incrementa el uso del azúcar por las células musculares y facilita el almacenamiento de glucógeno (un carbohidrato que sirve como combustible de reserva). Además, hace a las células más sensibles a la insulina en plasma.
9. Baja el nivel de colesterol
El jengibre estimula la producción de HDL, lipoproteínas de alta densidad o colesterol ”bueno”.
Al mismo tiempo, disminuye los LDL, lipoproteínas de baja densidad o colesterol “malo”, lo que resulta en disminución del colesterol y triglicéridos totales en sangre.
10. Celulitis
El jengibre contrarresta la ganancia de peso y la acumulación de grasa, inhibiendo la adipogénesis (formación de tejido graso) mediante diversos mecanismos.
Asimismo aumenta el catabolismo de la grasa del músculo y mejora la circulación sanguínea. Lo que se traduce en mejora de la apariencia de la celulitis.
11. Contra infecciones
El jengibre y sus constituyentes bioactivos tienen actividades antibacterianas, antivirales y antimicóticas. Además, mejora las defensas naturales del cuerpo. Es activo contra microorganismos como bacterias, virus y hongos.
12. Disminuye riesgo de enfermedad cardíaca
El jengibre disminuye la agregación de plaquetas (fragmentos de células sanguíneas) que son factor de riesgo demostrado para la enfermedad cardíaca.
Regula los niveles de presión arterial sanguínea, lo que se traduce en protección del músculo cardíaco y disminución de la probabilidad de sufrir un infarto al miocardio.
Además, también mejora la contractilidad del músculo cardíaco, es decir que este compuesto actúa como cardiotónico.
Ya mencionamos que aumenta los niveles de HDL o colesterol “bueno”, el cual es un factor protector contra la enfermedad coronaria del corazón.
13. Mantiene controlado el acné
Gracias a sus efectos antimicrobianos, el jengibre inhibe el crecimiento de las bacterias relacionadas con el acné.
Estas bacterias liberan radicales libres y mediadores que promueven la inflamación, por lo tanto, el acné es básicamente una enfermedad inflamatoria.
Los agentes antioxidantes y antiinflamatorias del jengibre protegen a los queratinocitos, células cutáneas donde se concentra el daño por radicales libres propiciado por el acné
De este modo, las propiedades del jengibre hacen que aumente su efectividad contra esta condición cutánea.
14. Ayuda a la digestión
El jengibre tiene un efecto directo en las células musculares del intestino, mejorando la motilidad intestinal, también ayuda a restaurar la microflora normal intestinal.
De igual manera disminuye la secreción de ácido gástrico del estómago, por lo que es un aliado importante para una buena digestión.
15. Para el dolor menstrual
Un artículo de la Revista de Investigación Médica Internacional, menciona el efecto antiinflamatorio y analgésico del jengibre para los cólicos menstruales.
Se encontró que esta planta alivia el dolor menstrual al disminuir los cólicos en intensidad y duración con una eficacia similar al ibuprofeno.
¿Hay efectos secundarios?
Los gingeroles y shogaoles son seguros para personas sanas hasta dosis de 2000 mg.
Algunas personas pueden experimentar molestias gastrointestinales como eructos, gases, acidez, indigestión y diarrea con las dosis más altas.
También puede disminuir la coagulación de la sangre, por lo que es importante mencionar su consumo a un médico antes de someterse a un procedimiento quirúrgico.
Conclusión
El jengibre no es sólo una especia con un sabor y olor únicos, es una planta usada desde la antigüedad para diversas afecciones.
Actualmente, las propiedades del jengibre han sido producto de diversas investigaciones, donde se han demostrado sus características antioxidantes, antiinflamatorias y anticancerígenas, entre muchas otras.
El hecho de que prácticamente no tenga efectos adversos graves y sea bien tolerado por la mayoría de las personas, aumenta su valor enormemente.
Ahora que ya sabes todo lo que el jengibre puede hacer por tu salud, asegurate de integrarlo a tu dieta. Aún así, no dejes de consultar con tu médico ante cualquier duda o problema de salud.
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