Cada día es más habitual ponernos a pensar en cómo ahorrar en alimentos. Los gastos en comida son imposibles de evitar en nuestra vida cotidiana, pero podemos hacer que sean menores.
Cuando hablamos de ahorrar en alimentos no nos referimos a que comas menos o peor. Sería fácil simplemente bajar el consumo, pero eso, además de ser una idea poco tentadora, puede ser riesgoso.
En Argentina somos de buen comer, no lo podemos negar, y la idea es seguir comiendo rico. No estamos hablando de una dieta ni prohibiciones, sino de ser más estratégico a la hora de conseguir nuestros alimentos.
Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.
No sirve de nada ahorrar en alimentos si impacta negativamente en tu salud. Y tampoco queremos que te pierdas los sabores que te gustan. Por eso te traemos esta guía espectacular que te va a permitir equilibrar el bolsillo con tus gustos y necesidades.
Cómo ahorrar en alimentos: gastá menos
Ahorrar en alimentos no es sencillo. Requiere una disciplina y cambiar algunos hábitos. Esto puede ser un poco molesto al principio, pero cuando los adquieras no te vas a arrepentir.
Todos queremos gastar menos en estos días y que nuestro dinero no se vaya sólo en gastos cotidianos. Para reducir los gastos en comida te traemos estos trucos para que apliques y compartas a tus amigos.
Cocinar en casa
Bueno, por supuesto que todos tenemos un lugar de comidas preferido. ¿A quién no le gustaría que todos los días llegue la comida justo después de que lleguemos del trabajo? O de igual manera, salir a comer con amigos o en pareja.
Pero si hablamos de los gastos que implica, seguramente coincidamos en que es inviable. Si vamos a buscar ahorrar en comida tenés que saber que elaborarla vos mismo es primordial.
Comer comida preparada implica pagar el costo de esa elaboración. Cocinar en casa no tiene ese costo agregado, ya que el trabajo lo hacés vos mismo. Además, te permite conseguir los ingredientes por tus propios medios, eligiendo precios.
Sabemos que para muchos y muchas puede ser un calvario tener que cocinar. ¡Pero no te niegues porque sí! Una vez que comiences a practicarlo y mejorar, seguramente empiece a gustarte.
Probá distintas recetas
Una de las maneras de hacer más ameno el hecho de tener que cocinar es tomarlo como un juego o un aprendizaje. Ponerte desafíos nuevos es motor para cualquier tipo de actividad, incluida la cocina.
Para ahorrar en alimentos es necesario cocinar por nuestros medios. Un truco para que no sea tan aburrido es probar nuevas recetas.
Por eso te recomendamos que vayas buscando y probando recetas nuevas. Cocinar y comer siempre lo mismo se vuelve monótono. A veces eso es lo que nos da ganas de pedir comida o salir a cenar, simplemente para probar algo nuevo.
Pero vos podés cocinar esos platos que tanto te gustan o querés explorar. Es cuestión de no temer a cometer algunos errores y practicar.
Además, probar nuevas recetas puede hacerte conocer nuevos ingredientes, verduras y cortes de carne. Si solamente sabés cocinar lomo no va a ser muy fácil ahorrar en alimentos… Por eso, ¡atrevete a probar!
Te traemos un ejemplo que no tiene retorno: hornear tu propio pan. Si vos o alguien de tu familia son de los que come pan, prestá atención. El pan casero es mucho más barato que el industrial, sabe mejor y es considerablemente más sano.
Hornear pan es una forma perfecta de empezar a elaborar tu propia comida. Cuando empieces a sentir el olor que sale del horno vas a entender de qué hablamos.
Cocinar en casa puede volverse algo ameno si buscás el tiempo para hacerlo. Sabemos que contar con ese tiempo va a depender de tu rutina, por eso es que en ese punto te traemos otro consejo: planificar tus comidas.
Planificá tus comidas con antelación
Si vas a hacerte cargo de la elaboración de tu propia comida te recomendamos que lo planifiques. Es probable que tu rutina no te permita el mismo tiempo todos los días o que cocinar se superponga con otras tareas.
Para ello es que sirve planificar tu semana. Por ejemplo, podrías utilizar uno o dos días de la semana para cocinar en cantidad y luego dosificar. Siempre es bueno tener una salsa en el freezer para salvar algún imprevisto.
Planificar tus compras es fundamental para ahorrar en alimentos. ¡De nada sirve que compres alimentos en cantidad, si después se vencen!
Pero por sobre todo, saber qué vas a comer a largo plazo te va a permitir saber qué necesitás comprar realmente. Para ahorrar en alimentos es determinante hacer correctamente las compras.
Hacer correctamente las compras significa saber qué comprar y dónde, para no derrochar. A veces comprar de más sólo conlleva gastar en comida que después vas a tirar.
Un caso muy común son las frutas, que se echan a perder rápidamente. Más adelante hablaremos mejor de cómo hacer las compras de manera estratégica.
Inventario de los alimentos en casa
En ese mismo sentido, es recomendable hacer un inventario de los alimentos que tenemos en casa. No hacer compras repetidas claramente te va a ayudar a ahorrar en alimentos.
Imaginate no revisar tu freezer y comprar innecesariamente para hacer milanesas que ya tenías. O el típico amontonamiento de paquetes de fideos abiertos en la alacena.
Tené en cuenta que tener provisiones no sólo implica tener el espacio para almacenar, sino también hacerlo de manera adecuada. De esta manera podrás tener una buena reserva de alimentos sin que se venzan o echen a perder.
Cada alimento tiene una manera específica de almacenarse. Por supuesto que no es lo mismo un alimento no perecedero que otro que sí lo es. Para las carnes y comida que podés congelar debés informarte sobre sus plazos.
Para los alimentos que van en la alacena lo mejor es que los ordenes por fecha de vencimiento. Es decir, poner más a mano los que expiran próximamente, para usarlos con prioridad.
Optimizá tus compras
Si hablamos de ahorrar en alimentos, hablamos de compras. Para que elaborar tu propia comida y administrar tus reservas traiga un buen resultado económico, debés optimizar tus compras.
La disciplina en las compras es tan fundamental como el hábito de cocinar. A continuación te vamos a dar un par de ideas para que puedas ordenarlas y perfeccionarlas.
Utlizá una lista de la compras
Elaborar una lista de compras va de la mano con tu inventario. Es el complemento perfecto para poder evitar gastos innecesarios. Pero también para poder buscar los productos con tiempo y buscar precios o promociones.
Comprá en mercados locales
Comprar en mercados de productores locales puede ser un gran paso para ahorrar en alimentos. El mecanismo de producción y venta directa reduce costos de almacenaje y transporte, por lo que vas a conseguir productos más baratos.
Además, esta metodología implica tener siempre mercadería fresca, lo que es beneficioso para tu salud. Tus comidas sin dudas van a saber mejor, y aparte vas a estar ayudando a los vendedores locales.
Sabemos que no todo se consigue allí, y a veces vas a tener que ir a supermercados. Pero debés prestar mucha atención para evitar pagar de más.
Evitá las compras impulsivas
Esta es una de las partes que más requieren de tu disciplina. Ir a comprar sin haber elaborado la lista de compras puede salir peor de lo que pensás. Más allá de comprar algún alimento repetido, podés hacer una compra por impulso.
Las publicidades pueden tentarte a llevar algo totalmente innecesario. Quizás algo que es más caro simplemente por su marca, o que posiblemente esté de oferta otro día.
También es importante no ir de compras sintiendo hambre, ya que puede generar que compres sin criterio. Cuando estamos hambrientos sentimos que queremos comer más de lo que en realidad podemos.
Comprá a granel cuando los artículos estén en oferta
¿Comprar mucho? Sí, pero sólo cuando sea beneficioso. Comprar a granel puede ser muy útil si manejás bien el almacenamiento. Las ofertas al por mayor reducen considerablemente los costos.
Por otro lado también existen ofertas por pocas unidades, o descuentos según los días de la semana. Debés hacer un paneo de los mercados de tu ciudad para poder combinar las ofertas y aprovecharlas al máximo.
Comprá productos de la temporada
Muchas veces estamos acostumbrados a consumir ciertos productos naturales y nos olvidamos que provienen de procesos naturales. ¿Qué quiere decir esto? Que las frutas, verduras y demás productos naturales tienen temporadas de cosecha.
Comprar los mismos productos todo el año es una pretensión que genera muchos recargos en sus precios. Cuando los alimentos naturales no están en temporada se los suele importar o hacer crecer con métodos costosos.
Incluso, a veces, la comercialización de dichos alimentos fuera de temporada implica gastos de cámaras frigoríficas. Todo ello influye en el costo final de lo que estás comprando.
Por eso es muy importante que aprendas cuáles son las frutas y verduras de cada estación, para consumirlas a un precio más bajo. Además, vas a conseguirlas mucho más frescas, aprovechando todos sus nutrientes.
Conectando con uno de los puntos anteriores, no atarte a los mismos ingredientes de siempre incentivará platos nuevos. ¿Qué mejor que conocer nuevos platos para cada temporada?
Optá por marcas blancas
¿Escuchaste alguna vez hablar de las marcas blancas? Es muy probable que sí, pero no siempre queda en claro de qué se trata. Te lo contamos, y también por qué deberías buscarlas.
Los llamados productos de marcas blancas son productos elaborados por las grandes empresas distribuidoras. Es decir, la marca del propio supermercado o hipermercado.
Estamos acostumbrados a comprar marcas comerciales desde siempre. Punto para la publicidad. Pero la verdad es que la mayoría de las veces estamos pagando mucho más solamente por una etiqueta.
Muchos de los productos de marcas blancas son elaborados por grandes empresas que brindan una buena calidad. Solamente que no están tan bien posicionadas en el mercado si las comparamos con las tradicionales.
Por este motivo las marcas blancas brindan precios un 25% más baratos en promedio. Pero hay casos en que hay una diferencia de más de la mitad con productos de primeras marcas.
Las marcas blancas tienen una calidad similar a las comerciales, pero valen un 25% menos en promedio. Especial para ahorrar en alimentos.
Saber cuáles son las marcas blancas de cada supermercado es otra de las cosas que debés averiguar. Quizás el mismo día que vas para aprovechar ofertas, te llevás algunos productos de este tipo. Un experto del ahorro.
Comé las sobras
Si bien venimos hablando de comprar y utilizar los alimentos necesarios para no gastar de más, las sobras siempre están. Sería ideal cocinar de manera tan calculada que no sobre y nadie se quede con hambre…
Pero lo importante es que las sobras no siempre son basura. Si aprendemos a diferenciar la comida que queda en nuestro plato, y aprendemos a guardarla, podemos reciclarla.
Puede que muchos tengan la costumbre de tirar la comida que queda en el plato. O tirarla por menospreciarla, ya que ya están llenos… Pero acá también hay que ser estratégico.
Qué hacer con las sobras van a depender de qué sean, pero también de tu creatividad. Si sobran carnes se pueden hacer croquetas, por ejemplo. O desmenuzar pollo de distintos cortes para agregarlo a algún salpicón.
Las sobras de verduras crudas siempre pueden volver a ser parte de otra ensalada. Pero también pueden pasar a ser un rico caldo. Por supuesto que ningún ingrediente falla en una deliciosa tortilla.
¡Algunas verduras se pueden volver a cultivar! Los tallos de la lechuga o el apio, en vez de tirarlos podés sumergirlos en agua y volverán a crecer. Lo mismo si te sobra un pedazo de papa o batata. Y estos son solo algunos ejemplos.
La carne sobrante también puede usarse para hacer estofado… más si ya empezaste con eso de hornear el pan. Y lo bueno de las salsas es que pueden congelarse.
Comer lo que sobró o reutilizarlo, no debería ser mal visto, como a veces pasa. Al contrario, es algo muy bueno si lo comparamos con tirar a la basura alimentos que aún pueden ser comidos.
Conclusión
Qué comemos, dónde y cuándo depende de los gustos y las posibilidades de cada uno. Pero en algo coincidimos: a todos nos sirve ahorrar en alimentos.
Siguiendo los consejos de esta nota vas a poder reducir tus gastos diarios en comida. Vas a tener más dinero para otras cosas, y te va a llevar a comer mucho más variado.
El hecho de variar, por distintos motivos, lo que vayas a comer, te va a dar una dieta más saludable. Y más aún, ¡quizás hasta termines descubriendo tu habilidad para la cocina!
Aplicar estos trucos no tiene desperdicio. Esperamos que comiences con tu estrategia de ahorro en alimentos, o que puedas perfeccionarte si ya lo venías haciendo.
Aprendé mucho más sobre consejos de ahorro diario y finanzas personales leyendo todo el contenido de El Destape.