El primer complejo de viviendas destinadas a mujeres trans en el mundo fue inaugurado el lunes en la ciudad de Neuquén. Se trata de una iniciativa impulsada por la hermana Mónica Astorga, de la Congregación de las Carmelitas Descalzas, y en acuerdo con el Gobierno provincial, que ejecutó la iniciativa.
El gobernador de la provincia de Neuquén, Omar Gutiérrez estuvo presente en la inauguración del complejo y dijo que “se trata de un plan habitacional para que las personas trans puedan concretar el derecho a la vivienda, al bienestar, a desarrollarse aquí familiarmente”. La obra consta de 12 monoambientes en planta baja y planta alta, ubicados en las calles Boerr y Tronador, en el barrio Confluencia de la ciudad de Neuquén; y se pudo llevar a cabo gracias a una inversión de 27.6 millones de pesos.
La hermana Astorga impulsa hace quince años este proyecto, que finalmente fue inaugurado este lunes en un acto que se realizó con una reducida presencia de personas para respetar las normas de distanciamiento por la pandemia de coronavirus.“Hace quince años que veo y acompaño la realidad de las trans, que es una realidad dura, y también escuchando qué sueños tenían y una de las cosas era tener sus casas en algún momento”, manifestó Astorga a Télam.
“El municipio de Neuquén cedió el terreno y después con provincia y el Instituto de Vivienda y Urbanismo (IPVU) armaron un proyecto de vivienda que fue aprobado, comenzó la construcción hace un año y finalmente fue inaugurado", agregó.
Por su parte, el gobernador de Neuquén destacó la labor de la hermana Astorga al señalar que “esto es fruto de tu lucha y tu trabajo, de haberte acercado para contarnos qué necesidades había, de haber confiado y sostenido con paciencia este proyecto el tiempo que nos demandó concretarlo”. El director de Diversidad de la provincia, Adrián Urrutia señaló a Télam que “no hay en el mundo otro complejo de viviendas destinado a personas trans y por eso estamos contentos; fue un acto muy emotivo con muchas lágrimas”.
El acto de inauguración contó con la presencia de varias beneficiarias. Una de ellas fue Erika Díaz, quien contó: "Hace catorce años que conozco a la hermana Mónica y me convocó a hacer un cambio de vida y decirme si quería una vivienda para salir de donde vivía”. “En los inquilinatos que he estado nunca se vivió bien, nos cobran fortunas para habitar lugares así por el sólo hecho de ser travesti”, expresó y reveló que “siempre vivimos en los peores lugares, en lo peor de lo peor de la sociedad y ahora tenemos la vivienda y va a ser una vida distinta que nos va a cambiar”.
"Creo que a partir de ahora mi vida va a ser una maravilla. Va a cambiar todo en nosotras por lo menos para mí cambiará mi rutina, yo voy a empezar a trabajar de día porque yo trabajaba en la prostitución, siempre de noche”, sostuvo Díaz, feliz por el resultado de su lucha.