Desde el anexo Alfredo Palacio - Salón Frondizi, en el edificio del Senado, el colectivo Periodistas Argentinas realizó una denuncia pública contra Pedro Brieger por múltiples actos de acoso sexual que sucedieron "a lo largo de 30 años". En el comunicado, piden medidas reparatorias y la posibilidad de que se legislen este tipo de conductas abusivas en ámbitos académicos y laborales.
Durante el vivo de Instagram, donde se transmitió la presentación, Agustina Kampfer tomó la palabra: "Vamos a presentar 19 testimonios que hemos recolectado. Las conductas inapropiadas sucedieron a lo largo de 30 años, sabemos que no somos las únicas. El caso en cuestión tiene nombre y apellido hoy". Sobre los roles de poder que el periodista ocupaba, manifestaron: "Brieger era nuestro profesor, nuestro jefe de trabajo, nuestro vecino, nuestro colega, nuestro acosador. Tuvimos que renunciar a nuestros trabajos, a integrar comitivas, a abandonar nuestras tesis con el fin de no volver a verlo. Él -en cambio- produjo programas, viajó por el mundo, comandó grupos".
Las denuncias de acoso fueron manifestadas en redes sociales por mujeres tanto del ámbito periodístico como académico y recabadas por el periodista Alejandro Alfie. Hasta el día de hoy el colectivo Periodistas Argentinas sigue recibiendo nuevos testimonios. Esta presentación, de forma colectiva y pública, es un pedido de reparación por todos esas personas afectadas: "Ellas cargan con la responsabilidad de denunciar ante una institución ajena a donde se produce el daño: 'la Justicia'. El desafío es cómo hacer justicia en estos casos. En Argentina existen leyes para penar el acoso callejero, pero no para aquellos agravios que se producen en el ámbito laboral o académico, pedimos que se legislen este tipo de conductas abusivas. No es lo mismo el comportamiento de un exhibicionista en la vía pública que el de un profesor o un colega en una posición dominante: existe una asimetría de poder que busca humillar y despojar de algo a la víctima".
Como medidas reparatorias, exigen poder trabajar y estudiar con dignidad en ámbitos respetuosos. En ese camino, apuntan a las instituciones y medios: "Pedimos: en aquellos medios de comunicación públicos y privados donde se produjeron estos hechos, campañas de prevención del acoso. En instituciones académicas, jornadas y campañas dedicadas a la prevención de estos hechos. En todos estos ámbitos, espacios con personas capacitadas para realizar estas denuncias garantizando la no-revictimización y la confidencialidad que requieren estos casos. Que Pedro Brieger pida disculpas públicas a todas las afectadas. Nuestro compromiso es abrazanos hasta lograrlo".
Sobre la búsqueda de Justicia, aclaran que "termina siendo una multa" y que, por el contrario, quieren "cambiar la realidad, que no pase nunca más": "Las instancias judiciales estarán abiertas, a medida que no se logre lo que pedimos, pero son cuestiones más individuales". En ese camino, lo que más esperan es "el pedido de disculpas de su parte, como también que las instituciones reconozcan que, de alguna manera, fueron partícipes. Mucha gente se animó a hablar en el momento, pero esas señales no fueron tomadas".
El informe presentado y las denuncias contra Pedro Brieger
En el informe "La cultura del acoso: punto y aparte", periodistas y académicas brindan 19 testimonios que dan cuenta de las conductas de Brieger, tras reuniones del colectivo Periodistas Argentinas con las personas afectadas.
En él, también ponen el foco en las instituciones y espacios de trabajo: "No es el objetivo de este informe el escrache. Lo motiva la necesidad de terminar con la cultura del acoso, que este caso nos revela en toda su compleja dimensión. Encarna en una persona, pero también desnuda responsabilidades institucionales de medios públicos y privados, instituciones académicas públicas y privadas y todos y cada uno de los contextos y personas que silenciaron y naturalizaron estas violencias", especifican.
Algunos testimonios
- "Le dije que quería dedicarme a la politica internacional, cursé su materia de Sociología en Medio Oriente. Un día fui a entrevistarlo, sacó su miembro y comenzó a masturbarse. Le dije que dejara de hacer eso, no le importó, tampoco le importó que el de Seguridad lo observara a pocos metros. Creí que había sido parte de eso, me costó entenderlo"
- "Cursaba en la Universidad de La Plata, donde era docente. Un sábado viajé con él a Buenos Aires y de la nada, se me tiró encima para besarme. Me acuerdo que lo único que le dije fue 'vos conocés a mi novio'. No recuerdo cómo llegué a mi casa. Después de eso, comencé a tener ataques de pánico. Nunca pude volver a la facultad ni terminar la carrera que me apasionaba"
- "Trabajaba en TV Pública, me encontraba en la sala de graphs. Tenía un suéter, me apoyó la mano en el cuello como para hacerme un masaje. Me quedé tiesa. Después intentó meter la mano por adentro de la ropa y salté de la silla, salió del lugar sin decir nada"
- "Llegué a Túnez en 2008, junto a uno de mis jefes de Télam. Ahi conoci a Brieger, tomamos un té con galletitas en el hotel. Al día siguiente me dijo que no podía asistir a la conferencia de la expresidenta Cristina Kirchner y me pidió el audio. Al llegar a su habitación, me di cuenta de que la puerta estaba entreabierta. Se estaba masturbando, en la cama desnudo, tapado con la sábana. Me fui, nunca más le hablé. Tapé lo que me pasó con más trabajo mientras veía que él triunfaba en la profesión"