Una nena de seis años, oriunda de Santa Fe, tuvo que sentarse al menos 28 veces frente a autoridades judiciales para dejar en claro que no quería volver a relacionarse con su padre abusador, quien la había violentado cuando ella tenía tres años. Sin embargo, sus palabras no fueron escuchadas. Según el registro de uno de esos encuentros, representantes de la Justicia la presionaron por más de una hora para que retomara su vínculo con el hombre. Ante estos episodios reiterativos, la Asociación de Altos Estudios en Violencias y Abusos Sexuales (AEVAS) presentó el 27 de junio un pedido de jury de enjuiciamiento contra la jueza de Familia a cargo de la causa, Silvina García (titular del Tribunal de Familia 3° de Rosario). Personalidades de la cultura y del feminismo de todo el país apoyaron también esta solicitud.
La niña ya había contado demasiadas veces que su padre la abusaba sexualmente, e inclusive había descripto al detalle las situaciones de abuso que padeció. En el expediente que llegó a la Cámara de Apelaciones de Santa Fe se incluyó una grabación en un archivo de audio de una de esas audiencias. Allí se corrobora el accionar tanto de la magistrada como de los dos acompañantes: la doctora Silvina D`Agostino, defensora del niño, y Horacio Ferreyra, el defensor general.
“Lo que hemos denunciado es una audiencia donde se torturó a la niña de manera completamente ilegal, y eso en sí mismo representa una revictimización”, explicó a El Destape el doctor Carlos Rozanski, director de la AEVAS. El jury se basa en una audiencia que la jueza “tuvo con una nena de seis años, donde la maltrató brutalmente violando todas las normas sobre entrevistas de niñas a esa edad”, según puntualizó.
La audiencia celebrada en el mes de mayo tuvo como partes a la defensora del niño, la doctora Silvina D`Agostino, y a Horacio Ferreyra, el defensor general, quienes acompañaron a la magistrada García en el encuentro con la niña. Rozanski reveló que un audio que mantiene el registro sonoro de la reunión da cuenta de la insistencia que la magistrada mantuvo al tratar de convencer a la infante de revincularse con su padre, aún cuando ésta reiteró en más de dos decenas de oportunidades que no quería, que le tenía miedo. El fiscal que actúa en la causa es Carlos Covan.
Para el excamarista federal, “se trata de un acto brutal de maltrato que afortunadamente está registrado y donde la niña fue sometida a tormentos, para conseguir un objetivo que era que dijera algo en particular o que accediera a algo en particular, lo cual es completamente ilegal”. Y agregó: “Nosotros hacemos la denuncia con el convencimiento de que cuando se trata de un hecho tan claro como es atormentar a una niña de seis años de manera completamente ilegal. Atormentar siempre es igual de ilegal, mucho más si es la responsabilidad de la propia jueza la que está llevando adelante el acto. Tenemos la plena seguridad de que la justicia va a actuar”.
Previo a la presentación del juicio político contra la jueza García, la Asociación dirigida por Rozanski formuló una denuncia pública que cosechó cientos de firmas en adhesión. Allí se comunicó y plasmó lo que le había sucedido a la niña. La carta fue firmada tanto por Dora Barrancos como por Liliana Hendel, Diana Maffía, Thelma Fardin, entre otras personalidades que acompañaron el pedido de destitución.
Para el futuro de la causa, el titular de AEVAS confía en que "simplemente el órgano respectivo analice la evidencia y que haga lo que tenga que hacer con respecto a lo que se denunció, es decir, una violación del derecho de una niña que ya venía bastante sufrida y lastimada, y que hagan lo correcto. Santa Fe es una provincia que muchas veces ha hecho lo correcto y esperamos eso. Si no, no hubiéramos denunciado”.
Un calvario de años
La historia detrás de la causa judicial comenzó en enero del 2019, cuando su madre notó señales físicas de una relación abusiva. Eso llevó a que finalmente la nena pudiera por primera vez relatar los padecimientos sufridos de la mano de su progenitor. Tras la denuncia, el hombre fue imputado. La investigación del hecho quedó a cargo de la fiscala Carla Cerliani, quien mantuvo la causa abierta por dos años hasta que la archivó, bajo el argumento de que buscaba detener el daño que se le estaba haciendo a la niña. Asímismo, los magistrados a cargo determinaron una restricción de acercamiento tanto para la madre como para la niña, que aún siguen vigentes.
Con la investigación de la causa ya archivada, el padre buscó retomar contacto con su hija: requirió la revinculación y un régimen provisorio de comunicación mientras se resuelve la causa. Es en este punto que la jueza García tomó conocimiento de la causa en cuestión y pidió la audiencia en la que ocurrió la situación denunciada por la Asociación: la magistrada estuvo “durante 62 minutos reiterándole a la nena que tenía que revincularse con el padre, la nena decía que no, incluso llegó a relatar algo muy íntimo de lo que le pasó en su cuerpo con su padre; y la jueza le contestaba que hay que perdonar, que quizá el padre se arrepintió; y cuando la nena le decía que no, la magistrada le decía que a ella no le gustaba la matemática y sin embargo tuvo que estudiarla”, relata el ex magistrado federal.
Para Rozanski, “una persona que actúa de esa manera no puede ser jueza ni un minuto más. La jueza, que escuchó a la nena hablar de su intimidad y los abusos que sufrió, tenía la obligación de denunciarlo y en lugar de eso no lo puso en el acta; por eso también denunciamos falsedad de instrumento público”, concluyó el presidente de la AEVAS.