El dolor no prescribe: fue abusada por su hermano hace 40 años y pide Justicia

Qué sucede con las víctimas de abuso sexual que denuncian sabiendo que la causa prescribió. Una deuda histórica que aún no tiene respuestas. 

04 de mayo, 2021 | 09.52

Según un informe de la UFEM del 2019, cerca del 90% de las víctimas de violencia sexual son mujeres. El 87% de las víctimas no realizó la denuncia, por desconfianza en las instituciones, minimización del hecho y/o “resolución por cuenta propia”.

Cristina fue abusada por su hermano mayor y cuando logró verlo, fortalecerse y tomar la decisión, realizó la denuncia correspondiente por el delito. “Yo no elegí que pasaran 40 años. A mí me pasaron 40 años en la ignorancia y en la negación”, contó a El Destape.

Pero para la Justicia ya es tarde. Si el caso prescribió, queda en un limbo jurídico en el que poco y nada puede hacerse, y en el que el único beneficiado siempre es el abusador. Lógicamente, esto deriva en una resignación por parte de las víctimas que prefieren no denunciar, sabiendo que es posible que el sistema judicial haga oídos sordos. 

En el caso de Cristina, su abusador pudo apelar bajo el argumento “la causa prescribió”. “No dijo ni siquiera ‘soy inocente''', admitió la denunciante, que apeló al recurso de que no prescriba. Los jueces aceptaron y ahora la causa sigue en curso, pero sin novedades. Hoy su sensación es de impunidad y por eso busca dar a conocer su caso y contar cómo es el proceso de denunciar.

El caso de Cristina

Cristina reconoció que fue abusada sexualmente en una sesión con su psicóloga. “Me subí al ascensor y le dije "mi hermano abusó de mí" como un vómito sin arcada”, recordó a El Destape. Ese fue el momento que dijo sí, es ahora.

“La Justicia no toma en cuenta el hecho de que uno no denuncia cuando quiere, denuncia cuando puede. Y a veces, pasan 40 años pero no quiere decir que el delito no exista”

La segunda persona en saberlo fue su hermana, quien le admitió que a ella también la había abusado. Se unieron en el dolor y decidieron hacer la denuncia. Pero su esperanza se fue desmoronando cuando en el estudio jurídico le dijeron que querellar era en vano porque la causa estaba prescripta.

"Yo ahí dije por qué no hacemos un listado de prescriptos. Porque tal vez, en algún momento, alguna pieza se mueve y ya tenemos un listado”, contó Cristina. Y así fue: la lista comenzó con su nombre.

Cristina y su hermana lograron denunciar en la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM). Por pedido de la defensa, se inició el incidente de prescripción de la acción penal. La querella presentó el recurso de apelación, pero el 19 de marzo de 2020 la Cámara de Apelaciones confirmó la prescripción. Luego comenzó la pandemia y los juzgados dejaron de funcionar durante un tiempo y se suspendieron los plazos procesales. Hoy siguen esperando que se fije una audiencia.

Las trabas de la Justicia son evidentes y lo peor, es que no son las únicas. Durante la entrevista, Cristina hizo hincapié varias veces en un punto: la vergüenza de contar lo que le pasó. “Es algo que nos colgaron. Ese San Benito de que todo es culpa tuya, inclusive si fuiste violentada y abusada. Ese es un paradigma que hay que tirar abajo con todas las fuerzas porque también la Justicia desde algún lugar se maneja con eso”, reconoció.

Hoy su objetivo es amplificar su reclamo para que todas las víctimas sientan que su lucha es colectiva. 

Al consultarle su pedido a la Justicia, esta fue su respuesta: “Las víctimas hablamos cuando podemos, no en los tiempos que presuntamente la Justicia maneje. Sería bueno que escuchen a las víctimas. No lo sabes hasta que no estás fuerte. Me tomó 40 años y no es mi responsabilidad. Cuando lo supe, hablé. Le pido a la Justicia que se tome el trabajo de escucharnos a todxs. Somos un montón. Es muy duro saber que vas a una batalla que está perdida. Es muy injusto. El delincuente solo dijo que la causa prescribió, ni siquiera alegó en su defensa y dijo “no es cierto”. Es tiempo, fuerza, dinero para hacer una denuncia. Si contemplaran todo eso, otro sería el cuentito”.

Su relato

A Cristina le apasiona escribir. En terapia le recomendaron que escribiera lo que le ocurrió y así lo hizo. Hoy lo difunde con la intención de dar a conocer su historia e interpelar a quienes pasaron por una situación como la de ella. “Por ahí leer un relato te trae los propios”, dijo y lo difundió bajo la siguiente consigna: "Este texto es de todxs, que circule". 

Si sos víctima de violencia familiar o sexual, o sabés de alguien que lo sea, llamá a la línea 137. Es gratuita, nacional y brinda contención, asistencia y acompañamiento las 24 horas, los 365 días del año.

Las denuncias por violencia sexual pueden hacerse en comisarías, comisarías de la Mujer, fiscalías penales o Unidades fiscales específicas para delitos contra la integridad sexual y Juzgados Penales y de Familia.