El hecho se conoció luego de 8 meses de consumado el delito, ya que la víctima decidió denunciar esta semana. Lo que ocurrió tuvo lugar en diciembre pasado en San Juan, el día del baile de egresados de la alumna, al cual el agresor asistió. Sucede que, como compartió todo el año con el alumnado que egresaba, fue invitado para participar de esa noche especial.
Al ser, además, el médico de la víctima, esa noche le ofreció llevarla a su casa cuando el baile terminó. Ella accedió por la confianza que le tenía, pero, según consta en la denuncia, el hombre se desvío de camino, la llevó a otro lugar y la abusó sexualmente en el auto. Según confirmaron fuentes de la Unidad Fiscal CAVIG a El Destape, hubo tres episodios de violencia sexual esa noche.
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Luego de ese episodio todo quedó en silencio, ya que la víctima no pudo hablar ante las autoridades judiciales y contarles lo ocurrido. Sin embargo, sí lo hizo con sus amigas y luego se hizo público a través de una denuncia pública masiva que tuvo lugar el 8 de marzo de 2022. En ella, que se realizó a través de la red social Twitter, se publicaron nombres y fotos de varios involucrados en supuestos hechos de violencia física y sexual.
Además, las mismas víctimas abrieron un perfil en Instagram denominado “ImpunesSJ”. En ese perfil aparecía el rostro del psicólogo, junto a la inscripción: “Abusador, violento y también rompe el secreto profesional. Justicia! ¡Que le quiten la matrícula, ya!”, arrobando al Colegio de Psicólogos de San Juan.
Por estos escraches, que se difundieron en perfiles de Twitter, Instagram y Facebook, hubo un gran revuelo en la provincia cuyana. Como muchos de esos hechos tuvieron como protagonistas a menores, la Justicia determinó, por primera vez y sin precedente a nivel nacional, actuar de oficio en presuntos vejámenes sexuales masivos bajo denuncias públicas. Lo que ocurrió después fue que hubo dos unidades fiscales trabajando en las diferentes investigaciones: UFI CAVIG (investiga violencia de género y abusos a mayores) y ANIVI (vinculados a delitos contra menores). Sin embargo, el Código Penal limita todo tipo de accionar de la Justicia de oficio por lo tanto necesitan la palabra de las víctimas y la denuncia para continuar con la investigación.
En aquel momento, según confiaron fuentes del Ministerio Público, se pudo indagar en los perfiles denunciados por las víctimas, pero no pudo haber secuestro de elementos ni intervenciones de IP por parte de la Delitos Informáticos, ni demás búsqueda de evidencia similar, ya que ese tipo de órdenes son administradas por los jueces y no hubo definiciones, llamados a indagatoria, ni evidencia concreta. Por ende, ante la falta de datos y en su último esfuerzo por ser parte del tema, el Ministerio Público Fiscal determinó un llamado masivo a víctimas para instar las denuncias en los juzgados. Sin embargo, la convocatoria fue nula, por lo que esta causa no prosperó y se archivó hasta hoy.
Con la contundente denuncia de una de las víctimas de esos escraches se reabrió la causa y terminó con la detención del psicólogo, quién también es diplomado en Educación Emocional. Esta vez, el escrache que formó parte de una movida en el marco del 8M tuvo un final concreto: la denuncia y la posterior detención del especialista en Salud Mental.