Abuso sexual en Vélez Sarsfield: Cufré y Osorio rompieron el silencio

Los dos futbolistas, sin contrato en el club de Liniers, dieron su versión de lo ocurrido en Tucumán. "Todo lo que pasó fue consentido", marcaron.

24 de mayo, 2024 | 21.38

En el marco de la causa por abuso sexual de los cuatro exjugadores de Vélez Sarsfield, los acusados Braian Cufré y Abiel Osorio decidieron -por primera vez- romper el silencio y dar su versión de los hechos denunciados en marzo pasado en el Hotel Hilton ubicado en la provincia de Tucumán. "Fue un golpe muy duro", señalaron y mostraron su confianza en la Justicia local para que se conozca "la verdad" de lo que ocurrió aquella noche. Días atrás, en diálogo con la prensa, la denunciante relató lo ocurrido en la habitación.

En diálogo con el medio local El Ocho, los dos futbolistas que ya no forman parte del equipo de Liniers -el club le rescindió el contrato a los cuatro- dieron detalles sobre cómo conocieron a la joven de 24 años y aseguraron que "todo lo que pasó fue consentido" a pesar de lo que indica la periodista. "La denuncia fue un golpe muy duro, nunca imaginé que iba a pasar algo así. En su momento no pensé en salir a aclarar nada porque entendía que hay un proceso, que se tenía que investigar. Hoy, después de más de dos meses, con muchas pruebas de por medio, se nos acusa de algo muy grave. Y realmente es algo que no pasó así", dijo Cufré en la entrevista.

El marplatense de 27 años sostuvo que sintió "la necesidad de hablar, porque uno pierde mucho en el camino", como la familia, los amigos y el trabajo. "Dos o tres días antes de que viajemos a Tucumán, esta chica me había mandado un mensaje por Instagram. Yo nunca le respondí, de hecho el día que jugamos con Atlético, después del partido me manda un mensaje más. Tampoco le respondo. Después tuvo esa conversación con Sebastián (Sosa) y sabía que nosotros estábamos en la habitación tomando algo, tranquilamente", detalló sobre aquella noche.

Cufré señaló que sabían de la invitación de Sosa, para que lleve amigas y "pasar un buen momento, muy tranquilo, para charlar". En esa línea, señaló que "nunca pasó nada ahí adentro" pero ante la consulta de si tuvo contacto físico con la presunta víctima, marcó: "Lo que tuve que decir lo hice delante de un juez, dije lo que pasó. Todo lo que pasó fue consentido, nada fue sin que ella quisiera".

"Sentimos angustia por lo que muestran las personas que nos acusan a nosotros, da angustia por lo que no muestran. Quieren justificar cuestiones que en sentido común, sin ser abogado, te das cuenta. Acá hubo mensajes previos y posteriores al hecho, hay imágenes, hay videos del hotel y cosas que no coinciden con lo denunciado. Nadie hizo nada sin el consentimiento de nadie, todas las partes estuvieron ahí y no pasó nada", agregó a las palabras de su compañero, Osorio. Y añadió: "Nosotros no drogamos a nadie, como andan diciendo por ahí. No obligamos a nadie en contra de su voluntad esa noche. Confío en Dios, en la Justicia de Tucumán y espero que esto se resuelva lo antes posible".

Por su parte, el defensor Cufré señaló que desde el día se mostraron a disposición: viajaron voluntariamente cuando se fijó la Cámara Gesell -posteriormente fueron detenidos-, entregaron los pasaportes y documentos, brindaron las contraseñas y dejaron sus teléfonos celulares. "No se trata de encontrar la verdad de ellos, la nuestra. Hay una verdad y es lo que pasó esa noche. Estamos a disposición, vamos a colaborar, a prestar conformidad en todo. Queremos que se termine esta pesadilla", apuntó.

Sobre el cierre, ambos futbolistas aseguraron que "no guardan rencor" para con la denunciante. "No sé por qué hizo esto, no lo entiendo. No sé que es lo que busca. Mucho más no hay para hacernos, como dije perdimos todo ya. No le diría nada, solamente que todo salga a la luz y la gente vea cómo fueron las cosas. Que esto sirva para que no vuelva a pasar algo así", sentenció el defensor.

Qué dijo la denunciante

El pasado 20 de mayo, la periodista deportiva que denunció haber sido violada por los cuatro futbolistas brindó una entrevista por primera vez y para preservar su identidad, ante las cámaras de Todo Noticias (TN), pidió que la llamaran "Luli". Tal como se conoció en la denuncia, aseguró que la invitación fue del Sebastián Sosa mientras que los tres jugadores restantes -Cufré, Osorio y José Florentín- también se encontraban en el lugar.

"Sosa no me abusa sexualmente pero estaba esa noche en la habitación; no me protegió, no me cuidó. Considero que, básicamente, de cierta forma, es el que me entrega porque él es el que me invita", apuntó la joven sobre el jugador que tiene libertad plena. En esa línea, señala que mientras se encontraba en la zona mixta -post partido- los jugadores mencionados le sonreían y le hacían señas. Uno de ellos, el arquero, la invitaba al hotel a través de un mensaje. "Me generó confianza, hablamos de un arquero de la Selección de Uruguay, con gran trayectoria. No es un pibe de reserva que no lo conoce nadie", aclaró. 

Cuando llegó al hotel, la recibieron con un fernet y allí denunció que cuando empieza a tomar, comienza a sentirse mal. "La cabeza me hacía chispazos como de alerta, pero el cuerpo no me respondía. Tenía frío, estaba mareada, como que me perdía, me dormía. Sosa directamente se duerme y qué casualidad, somos los únicos dos que tomamos de ese termo", señaló. Además marcó que mientras estaba siendo abusada por Florentín y Cufré, "Sosa dormía y Osorio era como un espectador" de toda la situación.

Después del hecho, Cufré, Osorio y Florentín "se fueron al casino" y la dejaron en la cama; cuando se empezó a sentir mejor -minutos más tarde- pidió un Uber para regresar a su casa. "Cuando empiezo a buscar mi short, mi bombacha, mis medias, mis zapatillas... Veo que mi bombacha no estaba. Se me da por abrir la mesa de luz y me habían dejado un fajo de plata atado en la bombacha", advirtió.

"Siento que acá somos cinco los acusados, ellos de abuso sexual y yo acusada de cómo debería haber actuado, de lo que debería haber hecho, de lo que no debería haber hecho. Estoy triste, siempre fui una persona que se comía el mundo, que me comía la cancha. Hay veces que me miro al espejo y no me reconozco, vivo permanentemente con angustia, con miedo, con ansiedad", relató la periodista. Y sentenció: "¿Cómo me saco el estigma de la denunciante, de la víctima, de la puta, de la gato, de todo lo que se dijo de mí? El daño que me hicieron por comentarios y redes sociales fue irreversible".

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