Qué piensan los argentinos sobre la ESI, el aborto y la relación Estado-Iglesia

Se presentaron los resultados de la “Encuesta de opinión sobre religión, política y sexualidad”, elaborado por la Red Latinoamericana y del Caribe de Católicas por el Derecho a Decidir. Qué dice el relevamiento y cómo piensan los argentinos.

22 de junio, 2022 | 13.12

Los resultados de la “Encuesta de opinión sobre religión, política y sexualidad”, de la Red Latinoamericana y del Caribe de Católicas por el Derecho a Decidir, fueron presentados el martes 21 de junio en la Cámara de Diputados de la Nación, y arrojan que en Argentina más allá de que el 84% de la población se reconoce religiosa, existen amplios consensos sobre temáticas clave como derechos sexuales y reproductivos, la implementación de la Ley de Educación Sexual Integral y el aborto legal.

Desde la organización Católicas por el Derecho a Decidir Argentina sostienen que el estudio evidencia “las conquistas históricas y los avances que a nivel cultural y de opinión pública, aún desde las miradas religiosas, vienen operando en nuestra sociedad. Sin dudas, horizontes de libertad para el ejercicio pleno de los derechos desde el respeto y la diversidad de miradas, auguran una sociedad más justa e igualitaria para todes”.

En nuestro país fue desarrollada por la consultora IPSOS, de forma telefónica, durante los meses de marzo y abril de 2021. El universo elegido abarcó 1010 casos desde los 18 años, en todas las provincias, y fue ponderada de acuerdo con la última información disponible del Censo según género, edad, nivel educativo, nivel socioeconómico y ámbito de residencia. El equipo consultor de la Encuesta está conformado por Juan Marco Vaggione, Juan Cruz Esquivel y Lila Aizenberg.

El primer dato relevante del estudio indica que la sociedad argentina es marcadamente creyente:  el 84,7% de lxs encuestadx afirma creer en Dios; el 60% se identifica con el catolicismo; el 18,9%, se considera sin filiación religiosa (Atea, Agnóstica, o sin religión); y un 17,9% se autoafirman como parte del segmento evangélico, incluyendo todas sus denominaciones.

Lo sorpresivo es que, en ese marco, 9 de cada 10 personas manifestó estar de acuerdo con la inclusión de la Educación Sexual Integral en las escuelas; apenas un 23 % indicó que se trata de una tarea que deben realizar madres y padres; y un 40% señalo que la ESI debe enseñarse desde el jardín de infantes. Además el 92,4% de lxs encuestadxs considera que la educación sexual contribuye a construir una sociedad donde las niñas y las mujeres tengan los mismos derechos que los varones, y prevenir embarazos y abusos sexuales.

Juan Cruz Esquivel es sociólogo, doctor en Sociología por la Universidad de San Pablo, y parte del equipo consultor de la investigación. Analiza que “si bien muchas veces se escuchan voces disonantes y desde los medios se fomenta un imaginario de polarización donde la educación sexual aparece como un asunto polémico, en realidad lo que se ve es que el nivel de aprobación de la opinión pública y la ciudadanía es contundente”. A diferencia de lo que se cree, en temas catalogados como controversiales que podían pensarse atravesados por brechas antinómicas, como sexualidad y  reproducción, los números muestran que hay cada vez más un amplio consenso ciudadano.

Uno de los puntos centrales que indaga la investigación es la confianza de lxs argentinxs en la iglesia. Según las cifras relevadas, el 59%, es decir casi 6 de cada 10 personas, confían poco o nada en la Iglesia Católica;  el 43,2% indica que las noticias de abuso sexual de menores por parte de sacerdotes disminuyeron de su confianza; y un 31,1% afirma que nunca tuvo confianza en la Institución. “Lo que vemos es un proceso de desinstitucionalización religiosa. Las personas no dejaron de ser creyentes o practicantes, pero en gran medida no lo canalizan en instituciones”, explica Esquivel. En el apartado sobre las prácticas religiosas se observa que el 48,6 % de la sociedad argentina reza u ora en forma cotidiana, todos los días o varias veces a la semana; y 7 de cada 10 personas asisten a misa o a la celebración de cultos o rituales religiosos solo en ocasiones especiales o nunca.

El sociólogo identifica que la sociedad argentina atraviesa un proceso de secularización y autonomización de las decisiones individuales respecto de los factores religiosos: “Los individuos construyen sus opiniones independientemente de las prescripciones normativas que plantean las religiones. No hay contradicción entre una persona que practique el catolicismo y su vida cotidiana o sus opiniones. Una persona puede usar anticonceptivos y por eso no deja de ser creyente, o una mujer puede abortar en contra de lo que plantean las instituciones religiosas”. Sobre esta dimensión, el 65,6 % de lxs encuestadxs considera que una mujer que abortó puede seguir siendo una buena creyente; el 92,3% entiende que una persona que usa anticonceptivos puede seguir siendo buen/a creyente; y el 85,2% opinó que las personas homosexuales pueden seguir siendo buenos creyentes.

El sector más regresivo en estos temas es el de los evangélicos. Esquivel señala que “en esta religión hay una práctica más vinculada a la Institución, al templo, y en esos espacios hay una mayor disidencia. Muchas veces las autoridades, los pastores, se pronuncian en contra de estos temas. Aun así hay un sector evangélico permeado por este proceso de autonomización de las creencias de las personas”. Por ejemplo se corrobora en la encuesta que  un 45% de la población evangélica está a favor del matrimonio igualitario.

El documento presentado en la Cámara baja conjuga un apartado especial sobre las ”Percepciones y actitudes que atañen a las relaciones Estado-Iglesias”.  El 68,2% de las personas rechaza que el Estado ayude económicamente a las Iglesias para el pago de salarios a obispos y sacerdotes, y el 49,8% está en contra de los fondos para la administración de escuelas religiosas. No obstante el 72,8%  aprueba el financiamiento a las Iglesias para asistir a los más pobres. “Si bien por un lado vemos claramente un posicionamiento a favor de no sostener el culto con fondos estatales, al mismo tiempo hay un reconocimiento de la labor social de las iglesias. Hay un fuerte reposicionamiento a favor del no financiamiento, sobre todo en lo que respecta al culto, pero no es algo uniforme”, aclara el sociólogo a cargo del estudio.

El investigador explica que los niveles de secularización de la sociedad y los niveles de laicización del Estado van a ritmos diferentes: “Estos procesos de autonomización tienen un grado de avance y consolidación, y muchas veces en la construcción del poder político los cambios son más lentos”. A pesar de que existe una tendencia, es necesario considerar que la religión tiene incidencias diferentes según las regiones y provincias. No sucede lo mismo en las grandes metrópolis que en los pequeños pueblos o zonas rurales.

Por último, las cifras indican que el 50,3% de lxs argentnxs se opone a que un/a legislador con religión católica o evangélica tenga la obligación moral de votar en contra del aborto, y 6 de cada diez encuestadxs rechaza que líderes religiosos llamen a votar a favor o en contra de un candidato o un partido político. Se evidencia de esta manera que la gran mayoría de la población considera que a la hora de establecer normativas y leyes, las convicciones religiosas y personales de los legisladores no deberían interceder, y por eso se promueve que las convicciones personales vayan en una línea separadas de las decisiones parlamentarias