En alerta por el Senado: impulsar una masiva vigilia por el aborto legal

28 de diciembre, 2020 | 17.00

Entre el jueves 10 y el viernes 11 de diciembre pasados vivimos una nueva jornada histórica por el derecho al aborto. A pesar de ser un año atípico en la vida política del país y con los efectos de la pandemia mediante, las inmediaciones del Congreso y muchos puntos de Argentina se vieron empapados por la marea verde.

La nueva media sanción en Diputados fue una conquista del movimiento de mujeres y personas LGBTT que no se resignó luego de que el 8 de agosto del 2018 el Senado votara en contra y con ello le diera la espalda a la mayoría social que se viene expresando por este derecho elemental.

Este es un proyecto construido por la sociedad, y como tal cuenta con esa fuerza y legitimidad. Pero para la sesión prevista para el 29 de diciembre en Senadores, nuevamente no está claro el resultado de la votación. Luego de la media sanción en Diputados comenzó un fuerte lobby por parte de los sectores conservadores integrados tanto por la Iglesia Católica y la Evangélica y por sus voceros en el Senado, así como también por las fuerzas políticas más reaccionarias del país, para que este derecho vuelva a ser negado.

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El derecho de las mujeres y personas gestantes a decidir sobre el propio cuerpo es un derecho humano elemental. La hipocresía medieval del “defendemos las dos vidas”, en realidad, es la consigna de que siga habiendo muertes por abortos clandestinos; es la lógica eclesiástica de que las mujeres y personas gestantes seamos tuteladas, sometidas en la familia y en la sociedad y no podamos ser personas autónomas que decidan sobre su plan de vida sin morir en el intento.

Los argumentos de que habría “temas más urgentes” desconocen la enorme demanda social que acompaña este proyecto, además de la gravedad de la situación sanitaria y social que ha significado el aborto clandestino agravado por el contexto de pandemia.

Que “se discutió poco” resulta una burda maniobra en el país que tuvo dos debates legislativos en el lapso de dos años, sumando casi 900 expositores, televisado prácticamente por cadena nacional, discutido en todos los ámbitos de la sociedad como escuelas, universidades, lugares de trabajo, clubes y un sinfín de otros espacios. Si todas las leyes del Congreso se discutieran de esta manera…

El mundo, y en particular Latinoamérica, están pendientes de lo que vaya a ocurrir con la ley de aborto en nuestro país. A modo de ejemplo, el impulso del 2018 alcanzó para que las mujeres chilenas lograsen avances contra una de las legislaciones mas restrictivas del mundo que prohibía las interrupciones legales de embarazos en caso de violaciones.

Somos una mayoría social que ha logrado que el movimiento de mujeres y personas LGBTT en nuestro país, junto a todos sus sectores aliados, genere una “marea verde”. Una nueva generación de la juventud que se ha volcado masivamente a las calles en tres jornadas históricas consecutivas: las de 2018 y la del jueves 10 de diciembre pasado y que demandan que el gobierno cumpla con su compromiso de que el aborto sea legal.

Nuestro movimiento debe tomar ya mismo las calles y, sobre todo, realizar una gran vigilia en la Plaza del Congreso durante el día del tratamiento en el Senado porque no podemos confiar en esta cámara conservadora. Para que el aborto sea legal debemos imponer la fuerza de la movilización haciendo del 29 de diciembre la cuarta y definitiva jornada histórica por nuestro derecho.

Un triunfo histórico de esta magnitud del movimiento de mujeres y personas LGBTT también podría significar un impulso para las demandas de trabajadores y trabajadoras, de explotados y oprimidos.

Que sea ley.

*Pre candidata a presidente en 2019 por el Nuevo Mas. Es referente en favor de la ley de I.V.E.