Embarazo adolescente: las claves de la guía médica que lanzó el Gobierno

Las últimas cifras de Argentina indican que en un año, 87.118 embarazos fueron  de niñas y adolescentes menores de 20 años.

16 de noviembre, 2020 | 07.43

La información es poder y, en gran parte de los casos de embarazos adolescentes, las posibilidades para acceder a información fidedigna se ven impedidas por parte de los mismos profesionales de la salud. La falta de respuesta institucional es violencia: esto sucede cuando no se ofrece la información necesaria y la posibilidad de realizar una Interrupción Legal del Embarazo (ILE), actuando como si no hubiera otra posibilidad más que continuar con el embarazo.

No hay que irse muy lejos en el tiempo, este año conocimos casos como este y este. Y así, hay cientos más que no nos enteramos. 

El embarazo en adolescentes menores de 15 años y el abuso y la violencia sexual como su potencial causa son problemas de salud pública y de derechos humanos que generan graves consecuencias biológicas, psíquicas y sociales.

Ante esta problemática, y a la espera de la presentación del proyecto de legalización del aborto en Argentina para garantizar su correcto acceso, la Dirección de Adolescencias y Juventudes creó una hoja de ruta para la atención de niñas y adolescentes menores de 15 años embarazadas. Juan Carlos Escobar, Director de Adolescencias y Juventudes del Ministerio de Salud de Nación y uno de los coordinadores del proyecto habló con El Destape y explicó los puntos fundamentales de la guía médica.

Primero, veamos los números oficiales

Durante 2018 hubo en Argentina 685.394 nacimientos, de los cuales 87.118 fueron  de niñas y adolescentes menores de 20 años, lo que representa el 12,9% del total de los nacimientos de ese año, según cifras de la Dirección de Estadística e Información de Salud.

De estos embarazos, 2350 corresponden a niñas y adolescentes con menos de 15 años y 84.768 a adolescentes entre 15 y 19 años. La tasa de fecundidad adolescente fue de 1,4, es decir que por cada 1.000 niñas de entre 10 y 14 años, hubo entre 6 y 7 nacimientos diarios.

Según contó Escobar a este medio, las adolescentes y niñas embarazadas tienen de dos a cuatro veces más riesgos de hemorragias, hipertensión arterial por embarazo e incluso de muerte materna. También hay mayores riesgos de prematurez y de recién nacidos de bajo peso.

Los casos vienen en descenso desde 2015, afirmó Escobar: “Nosotros estábamos arriba de 120 mil nacidos vivos de 10 a 19 años, y ahora estamos en 87 mil”. Lo que alarma es que “ese descenso se da más entre las adolescentes de 15 a 19 que de las de 10 a 14”: “Las de 10 a 14 viene descendiendo también pero son cerca de 2400 de embarazos por año y no es el descenso que esperamos”.

Según el Sistema Informático Perinatal (SIP), que releva el 80% de las maternidades públicas del país, el 29% de las adolescentes fue madre por segunda o tercera vez antes de los 20 años. Las provincias del NEA son las que tienen las tasas de fecundidad temprana de niñas y adolescentes más altas del país. 

Para qué sirve la hoja de ruta

  • La hoja de ruta busca marcar los lineamientos tanto para que los ciudadanos sepan cómo accionar ante un caso de embarazo adolescente, como para que los y las médicas tengan los pasos a seguir de manera clara y sencilla frente a esta situación.

  • En los próximos meses se harán capacitaciones para informar sobre la guía a sectores del equipo de salud. Se trabajará en profundidad con pediatras y con escuelas, ya que las sospechas sobre un posible embarazo suelen surgir en esos ámbitos y el objetivo es llegar a estos casos rápidamente para poder garantizar la ILE con el menor tiempo posible de embarazo. 

  • Que haya salido la resolución ministerial es muy importante ya que viene a proteger no solo a las chicas sino también a los equipos de salud que quieren garantizar derechos. También es una señal de alerta para aquellos que incumplen la ley en cuanto a consejería o a la no intervención de la ILE, justificándose con la objeción de conciencia.

  • Aún con ILE sabemos que no todos los casos se cumplen y con la aprobación de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) puede llegar a suceder lo mismo, por lo que esta guía mantendría su vigencia a pesar de la legalización del aborto. Además, el proyecto de Ley posiblemente tenga una restricción en relación a las semanas. La hoja de ruta no explicita un límite en cuanto las semanas, aunque remarca la importancia de hacer un diagnóstico temprano para minimizar riesgos.

  • Significa un salto cualitativo ya que la ILE podrá garantizarse no sólo en los casos de abuso, sino también en los casos de riesgo para la salud de las niñas. “Hay muchas chicas adolescentes de 14 años que dicen haber tenido una relación consentida, aunque no se cuidaron o quedaron embarazadas. Aún en esos casos, aplica la opción de la ILE”, aseguró Escobar.

  • Establece que las niñas menores de 13 años podrán brindar su consentimiento con el acompañamiento de sus progenitores o cualquier adulto responsable. A partir de los 13 años podrán consentir de manera autónoma en situaciones no riesgosas para su salud y desde los 16 años, son consideradas totalmente autónomas.

Qué no pueden hacer los médicos frente a la confirmación de un embarazo adolescente

  • Asumir el deseo maternal de la niña (por ejemplo, llamarla “mamita” o hablarle de un futuro bebé). 

  • Asumir una relación sexual consentida (por ejemplo, convocar a la pareja sin conocer los detalles de la relación sexual que produjo el embarazo). 

  • Convocar a la madre  y/o padre de la niña sin una evaluación de riesgo previa, ya que los casos de abusos sexuales suelen ser en su mayoría intrafamiliares.

  • Mostrar fotos, videos, sonidos o detalles técnicos al realizar la ecografía. Estas prácticas se han considerado tratos crueles y degradantes, sobre todo si la niña/adolescente decidió  interrumpir el embarazo. 

Cómo acceder a toda la información

La hoja de ruta está en la página oficial del ministerio de Salud y forma parte del plan ENIA (Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia). El 0800 de salud sexual brinda atención personalizada sobre estos temas: 0800 222 3444.