Juicios sin sentencia, fallos vergonzosos que garantizan la impunidad de los femicidas, denuncias no escuchadas, femicidios evitables, imputados libres hasta sus condenas, fallos ejemplares contados con los dedos de una mano, son tan sólo algunos de los motivos que hacen cuestionar el accionar del Poder Judicial y hacen plantear la necesidad de realizar cambios profundos dentro de la justicia.
En este 8 de marzo, fecha en la que se conmemora el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, distintos colectivos feministas convocaron un paro y movilización al Congreso Nacional a partir de las 16 horas. Una de las consignas pendientes de los feminismos sigue siendo la implementación de una reforma judicial que termine con la justicia patriarcal, también cómplice y responsable de los femicidios y la violencia de género.
Es que…¿De qué sirven las denuncias si no son escuchadas? ¿De qué sirven las órdenes perimetrales si los varones las rompen y no son detenidos? ¿De qué sirven los pedidos de detención si un juez los omite? ¿De qué sirven los juicios si fallan a favor del femicida y en contra de la víctima?¿Por qué hay acusados de cometer un femicidio esperando la condena en libertad? En El Destape repasamos tres casos que vuelven carne estas interrogantes.
Lucía Pérez: Un juicio sin condena
A los 16 años Lucía fue abandonada sin vida el 8 de octubre del 2016 en la puerta de una sala de primeros auxilios, situada en playa Serena, de Mar del Plata, luego de haber sido drogada y abusada sexualmente. Al día de hoy, Lucía y su familia no tienen justicia. “A cinco años y medio de la muerte de Lucía, todavía no tenemos justicia. No tenemos fecha de juicio”, denunció en diálogo con El Destape, la madre de Lucía Pérez, Marta Montero, y sentenció: “Por el femicidio de Lucía nadie pagó”.
En 2018, los jueces del Tribunal Oral Criminal 1 de esa ciudad, Juan Facundo Gómez Urso y Pablo Viñas (el tercero, Aldo Carnevale, renunció para jubilarse), en un fallo vergonzoso absolvieron a Matías Farías y Juan Pablo Offidani, acusados de cometer el femicidio y el abuso sexual, y sólo los condenaron a 8 años de prisión por “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización”. Mientras que Alejandro Maciel, acusado de encubrimiento, fue absuelto y excarcelado.
El tribunal había llegado a ese fallo luego de juzgar las actitudes, comportamientos y personalidad de la adolescente. “La justicia se desenvolvió con una falta de respeto y de empatía hacia una menor de 16 años. Fue haberla culpado de que ella era responsable de lo que le había pasado”, aseveró Marta Montero.
En noviembre del 2020, la Cámara de Casación revocó el fallo y, al año siguiente, el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados de la provincia de Buenos Aires suspendió a los jueces y les embargó el 40 por ciento de sus sueldos. Por eso, Montero aseguró que “la reforma judicial debe ser ya” y que “ya se está caminando en ese sentido". Los jueces Gómez Urso y Viñas no solo fueron separados de sus cargos de manera temporal, sino que además serán sometidos a un jury. “Ahora lo que nos falta es esperar una fecha para que se haga la audiencia directamente de destitución”, subrayó.
Úrsula Bahillo: El femicidio que pudo ser evitado
Cuando tenía 18 años Úrsula fue hallada asesinada el 8 de febrero del 2021, en el paraje rural Guido Spano, a unos 13 kilómetros de Rojas. Su asesino fue Matías Martínez, ex pareja y policía bonaerense que tenía una orden perimetral por denuncias de violencia de género que le prohibía acercarse a Úrsula.
Martínez pasó por alto varias veces la restricción perimetral. Tanto Úrsula como sus padres lo denunciaron, inclusive aportaron fotos de su auto en la puerta de su casa. Esas denuncias no fueron escuchadas. El 5 de enero, al juez de Mercedes, Marcelo Romero, le llegó el pedido de detención inmediata por una causa abierta de abuso sexual a una menor discapacitada, pero no lo detuvo. Un mes después, Matías Martínez asesinó a Úrsula.
A poco más de un año del asesinato de Úrsula, su padre, Adolfo Bahillo, señaló que, si bien su hija ya tiene justicia porque Martínez fue condenado a prisión perpetua, “siguen libres todos los copartícipes de esta asociación ilícita, que como fin era el asesinato de Úrsula”. "Desde la Justicia, por no hacer lo que correspondía; desde la parte de seguridad, porque se posicionaban del lado del asesino porque era alguien de la fuerza, y desde el sistema político, por no hacer lo que tienen que hacer”, explicó.
Es por eso que junto con la madre de Úrsula, Patricia Nasutti, hoy piden la destitución del juez de Paz de Rojas, Luciano Callegari, y el juez Romero. El primero por desestimar las violaciones de las perimetrales y el segundo por no haber concretado la detención. “El Estado mató a mi hija y me tiene que responder, porque tenemos un Estado totalmente ausente”, denunció Patricia Nasutti, y lamentó: “Si a mi me hubiesen escuchado, hoy Úrsula estaría viva”.
Araceli Fulles: Una de las pocas condenas “ejemplares”
Con 22 años, Araceli fue hallada asesinada el 27 de abril de 2017 debajo de unos escombros en el patio de una casa ubicada en Alfonsina Storni 4477, en José León Suárez, partido de San Martín, tras permanecer 25 días desaparecida. La joven había sido vista con vida por última vez la madrugada del 2 de abril, en una plaza cercana a su casa, y el último contacto con su familia fue a las 7 de la mañana de ese día, cuando le envió un mensaje a su madre que decía: “Vieja, prepará las cosas para el mate que estoy yendo para casa”. Pero Araceli nunca volvió, la asesinaron.
En noviembre del año pasado, el Tribunal Oral en lo Criminal N°3 de San Martín condenó a Carlos Damián Cassalz, Hugo Martín Cabañas y Marcelo Escobedo a cadena perpetua por el femicidio de Araceli Fulles, mientras que otros cinco acusados -Hernán Rodrigo Badaracco, Carlos Antonio Ibarra, Daniel Alaniz, y los hermanos Jonathán y Emanuel Ávalos- fueron absueltos por falta de pruebas.
La madre de la joven asesinada, Mónica Ferreyra, contó que los familiares están contentos con la condena ya que contando a Darío Badaracco (hermano de uno de los imputados y también sospechoso del femicidio, quien falleció tras ser detenido por el hecho) “serían cuatro” perpetuas las que se dictaron. También manifestó que está “muy agradecida a Dios” por la resolución y relató que “la luchó mucho” para alcanzar esta sentencia y que, por otro lado, quedó conforme con los jueces, abogados y fiscales que tuvo durante el proceso judicial. “Tendrían que ser todos iguales”, destacó en referencia a los casos de violencia de género y femicidios.
Cabe destacar que los acusados llegaron libres al debate oral y que sólo dos de ellos, Cassalz y Cabañas, fueron detenidos a raíz de una serie de amenazas hacia familiares de Araceli y testigos. En ese sentido, Ferreyra expresó que eso no los “llenó” en su momento, pero que “ya los condenaron” y aseguró: “Por más condenas que les den no va a llenar este vacío que siento”.