Una de las políticas que más se activó en San Juan durante 2021 fue precisamente la relacionada con el combate de la violencia de género. En medio de la pandemia, cuando la violencia se visibilizaba con mayor intensidad debido a las condiciones de aislamiento y abstinencia de los atacantes, la provincia cuyana puso en marcha un nuevo plan judicial que dotó a la Justicia de celeridad: el Nuevo Sistema Acusatorio.
Se trata de un nuevo paradigma que, gracias a la oralidad y al cambio de rol de los fiscales que pasaron a investigar las causas con el acompañamiento de la Policía, alcanzó una celeridad histórica. Causas que dormían en los cajones de los juzgados de instrucción o correccionales, pudieron tener respuesta en pocos días.
La justicia ponderó las causas de violencia de género con la creación de la Unidad Fiscal de CAVIG (Centro de Abordaje de Víctimas Intrafamiliares y de Género) bajo la coordinación de Claudia Salica y Roberto Ginsberg. Este grupo de trabajo, compuesto por más de 130 personas, está integrado por 8 fiscales, 19 ayudantes de fiscales (que están en las comisarías), 13 psicólogos, 50 policías, una psicopedagoga, dos trabajadoras sociales, cinco médicos y 8 enfermeros entre otros profesionales.
En este centro de abordaje, un edificio reacondicionado especialmente para el tratamiento de las víctimas, se recepcionaron más de 10.200 inquietudes en un año (desde la creación del S.A el 26 de febrero de 2021). De las cuales, 3.326 denuncias se judicializaron, hubo asesoramiento a 4.472 víctimas y se generaron 2.440 formularios de protección integral.
En un informe sobre los resultados de este primer año, al que pudo acceder El Destape, se detalla que hubo casos por violencia intrafamiliar, abuso sexual simple, abuso sexual con acceso carnal (violaciones), abusos agravados por el vínculo, privación ilegítima de la libertad, amenazas, uso de arma de fuego, homicidios en grado de tentativas, incumplimiento de deberes de asistencia familiar, impedimento de contacto, abandono de persona, extorsión entre otros delitos tipificados en el Código Penal Argentino.
Este tipo de delitos se trabajó bajo la investigación guiada por los fiscales, que tuvo su punto de partida con las audiencias de formalización, realizadas entre las 24 y 48 horas de haberse generado la denuncia. En ese marco, hubo más de 1.320 medidas aplicadas, las cuales incluyen detenciones, allanamientos, prohibiciones de acercamiento, etc. En tanto, hubo 1.743 sentencias aplicadas en las causas que habían nacido a lo largo del año. Es decir, que casi 2 mil causas se resolvieron en un periodo de corto plazo, lo que comprendía una espera de entre 3 y 6 años en el viejo sistema judicial escrito.
“A nosotros en derechos siempre nos enseñaron que el derecho iba de la mano de la sociedad. Creo que antes del Sistema Acusatorio, la sociedad iba por su camino y nosotros como Poder Judicial nos habíamos quedado relegados en la forma en la que administrábamos los conflictos”, manifestó la fiscal coordinadora, Claudia Salica.
Abordaje con o sin denuncia de la víctima
El CAVIG recepciona denuncias las 24 horas de los 365 días y, según manifiestan los fiscales, hay picos que se establecen de acuerdo al tiempo que se transita (ejemplo, la época de fiestas familiares que marcan un promedio de 20 denuncias diarias).
Es cierto que aún es difícil que las personas se visibilicen como víctimas de delitos, pero existen parámetros que van cambiando socialmente y que anima a las víctimas a denunciar. “El rol que hoy ocupa la víctima en los sistemas de Justicia, esta posibilidad de evidencia cierta de que gozan de derechos, las coloca en otra situación. Hay cuestiones también que giran en la sociedad, como las publicaciones, el rol de los medios de comunicación, las políticas de prevención; eso hace que las víctimas vislumbren las situaciones que ellas mismas van atravesando. Esto hace que se dejen de naturalizar situaciones y se pongan en conocimiento ante la autoridad judicial”, agregó la fiscal.
En esa línea, la investigadora remarcó que lo más importante a tener en cuenta antes de lograr una respuesta inmediata de la causa es que la víctima puede retractarse. “Esto tiene que ver con el ciclo de la violencia. Es esperable que una persona que denuncie un hecho grave que le haya pasado se retracte de esa denuncia. Sabemos que no es porque el hecho no existió. Tiene que ver con cuestiones internas y psicológicas, y es por eso que hacemos un abordaje de las retractaciones. Hay situaciones que las hemos llevado a juicio a pesar de las retractaciones de la víctima, porque entendemos que esto también es un efecto de la violencia”, aseguró y remarcó: “Hay hechos que fueron minimizados en la antigüedad y que terminaron con el femicidio de la mujer, es por eso que cada caso necesita ser mirado en profundidad”.
¿Es posible salir de la violencia?
Esa es la pregunta del millón y tiene una respuesta contundente para los investigadores y especialistas sanjuaninos. “Es posible salir de la violencia, pero esa posibilidad se da en la medida en que uno lo quiera. Una de las formas de querer salir es haciendo la denuncia, pidiendo ayuda. Para ayudar estamos nosotros en CAVIG, para asesorar, para contener, para acompañar a las víctimas en este camino”.