Durante la jornada del pasado viernes, en la masiva marcha del #8M, un hombre agredió verbal y físicamente a un grupo de mujeres que se encontraban movilizándose en la capital neuquina de San Martín de los Andes. El identificado como Arnald Eirman quedó regiistrado en las cámaras fotográficas y de los diferentes celulares, por lo que fue rápidamente reconocido y demorado por la policía.
"Estábamos marchando por las calles de San Martín, cuando un muchacho comenzó a gritar. Estaba muy sacado", contaron algunas de las presentes al medio provincial LMNeuquén. El tenso y violento momento se vivió cuando la movilización pasó por delante de la parroquia San José, de dicha localidad y el "desencadenante" habría sido una bandera de Palestina, presente en la marcha. "¡Saquen esa bandera, saquen esa bandera", habría dicho el hombre.
"¡Váyanse de la Iglesia, váyanse de acá! ¡Putas de mierda! ¡Mugrosas, mugrosas, mugrosas!", gritaba enfurecido y fuera de sí contra la multitud que, a medida que pasaban los minutos, comenzaba a entonar más fuerte el lema: "¡Iglesia y Estado, asunto separado!". Cuando lo quisieron frenar, continuó a los gritos, con el puño amenazante levantado y marcando: "¡No me toques, no me toques!".
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Mientras la multitud comenzó a acercarse a él, con banderas y cánticos, comenzó a retroceder pero sin dejar de insultar y agredir de forma desafiante. Primero con manotazos y patadas que no llegaron a destino, luego arrancando de las manos de una manifestante una bandera violeta en contra de la violencia de género. Las mujeres le tiraron agua y le dijeron que se vaya del lugar.
Cuando logró quedarse con la bandera, amenazó y realizó diversos amagues para golpear a quienes se encontraban en la parte delantera del grupo con el asta, como si fuese una lanza. "¡Tomátela, violento! ¡Machista de mierda! ¡Fuera, fuera!", se las escucha gritar. Un segundo hombre, fotógrafo que retrataba la movilización, intervino en la situación para alejarlo del lugar mientras algunas mujeres del grupo intentaron frenar la marcha de las demás.
Si bien en ese momento, retratado con videos e imágenes, no hubo intervención policial; tiempo después el hombre quedó demorado y se conoció que ya tiene diversas denuncias por agresiones y conflictos, tanto con sus vecinos como también con el encargado del edificio donde actualmente vive. Según Noticias Argentinas, trascendió que Eirman había retornado a su domicilio para buscar una katana -tipo de sable que utilizaban los guerreros samurai-. Afortunadamente, la situación no pasó a mayores.