Tras el femicidio de Úrsula Bahillo, el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, y el jefe de la Policía bonaerense, Daniel García, ordenaron la intervención de la Comisaría local y de la Comisaría de la Mujer en el distrito de Rojas, mientras que Asuntos Internos trabaja en “auditorías preventivas”. Úrsula había denunciado al femicida en 18 ocasiones, pero la policía no hizo nada para impedir el crimen.
“Desde el primer momento se intervino la comisaría y se iniciaron las tramitaciones de Asuntos Internos por sobre cada uno de los actores y están las actuaciones a la orden del día y se van a ir tomando las medidas que se consideren minuto a minuto”, aclaró a Télam un vocero del Ministerio de Seguridad bonaerense.
Por orden de García, tanto el superintendente de la Región Interior Norte II, el comisario general Jorge Monfort, como la superintendente de Políticas de Género, la comisaria mayor Sonia Luján Zampelunghe, se instalaron en Rojas para que el primero tome el mando de la comisaría local y la segunda, la de la Mujer. Además, el auditor general de Asuntos Internos, Darío Díaz, mandó una comitiva a Rojas para hacer “auditorías preventivas” en ambas dependencias.
“Los auditores volvieron a las 6 de la mañana este miércoles a La Plata. Una vez concluidas las tareas administrativas, se tomarán las sanciones disciplinarias que correspondan”, indicó el vocero consultado.
Asuntos Internos puso el foco no sólo en los incidentes producidos el lunes por la noche cuando hubo destrozos, disturbios y disparos de balas de goma frente a la comisaría cuando manifestantes reclamaban justicia por Úrsula, sino también en la actuación de la Comisaría de la Mujer en las denuncias que había formulado o querido realizar Úrsula en esa dependencia.
Patricia, la madre de Úrsula, contó que la última vez que la joven quiso ir a denunciar al imputado, el policía Matías Ezequiel Martínez, por la violación de la perimetral, le dijeron que “no trabajaban el fin de semana”.
El caso
Úrsula Bahillo tenía 19 años y fue asesinada a apuñaladas por su ex pareja, Matías Martínez, quien forma parte de la Policía Bonaerense. La joven denunció un total de 18 veces a su agresor, pero la Policía del distrito de Rojas y la Policía de la Mujer no tomaron en cuenta sus denuncias.
Tras el asesinato de la joven, sus amigos, amigas y familiares marcharon hasta el destacamento para reclamar justicia y fueron reprimidos por efectivos policiales con balas de gomas.
El cuerpo de Úrsula se encontró el lunes a la noche en una zona rural donde fue citada por Martínez, quien intentó suicidarse después del crimen. Úrsula denunció en reiteradas oportunidades la violencia que ejercía Martínez y la última vez fue denunciado por haber violado la perimetral. Desde la Comisaría de la Mujer le dijeron que no trabajaban los fines de semana.