Aunque la producción y las ventas de las pymes crecieron en abril, el sector alerta ahora por un nuevo factor que puede llevar a ralentizar el panorama. Se trata de la brecha del dólar, que generó un escenario de falta de provisión de insumos por "especulación", denuncia la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
Pese a algunos indicadores negativos, la aceleración de la inflación no causó, hasta ahora, una grave crisis entre las pymes. Un informe de la CAME que se conoció el último domingo precisó que su producción manufacturera creció un 0,4% interanual, aunque a un ritmo de desaceleración y con una retracción respecto a marzo.
Las ventas, debido a la dinamización del consumo por la falta de posibilidades de ahorro, también crecieron a la par de los picos inflacionarios de marzo y abril. La propia CAME mostró que subieron un 0,7% tanto en marzo como en abril, mientras que para la CAC aumentaron un 1,5% interanual en abril.
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Sin embargo, la misma inflación generó ahora, indirectamente, otro factor de preocupación para las pymes: la falta de insumos debido a la especulación de los proveedores con cuál será "el techo del dólar".
"La aceleración de la inflación puso más dificultades para conseguir insumos. El 58% de las industrias consultadas manifestaron faltantes y demoras en las entregas. Hubo más especulación entre los proveedores, que cortaron financiamiento, priorizaron clientes con liquidez inmediata, subieron precios preventivamente, o directamente no entregaron mercadería esperando el techo del dólar", explicó el informe de la CAME. El problema afecta particularmente a los sectores de indumentaria y textil, madera e industria petroquímica y plástico.
En el mismo sentido, fuentes de APYME dijeron a El Destape que, aunque no es posible saberlo "a ciencia cierta", probablemente los problemas de abastecimiento que registran por la restricción externa se deban a la especulación de los proveedores con el precio del dólar.
Para Marcelo Fernández, titular de CGERA, el problema es mayormente la actualización permanente de precios por parte de los proveedores. "El que tiene mercadería te la entrega. Si el precio está actualizado, ¿por qué no te va a vender?", señaló a este portal, aunque admite que "puede haber alguna especulación" con las entregas debido al valor del dólar.
La especulación importadora y los movimientos cambiarios del Banco Central
Este escenario, que la CAME describió en su informe, irrumpió en abril a la par del aumento de la brecha con la corrida cambiaria que llevó al blue, al MEP y al CCL al borde de los 500 pesos.
Lo preocupante, además, es que los indicadores cambiarios sugieren que esta situación podría empeorar en mayo. Esto se debe a que, en los últimos días, el precio actual del dólar oficial perdió parte de su valor de referencia producto de un doble movimiento del Banco Central.
En primer lugar, el equipo económico anunció una semana atrás, ambiguamente, que el Banco Central "va a administrar el ritmo del crawling peg", lo que fue tomado mayormente en el mercado como un eufemismo de que aceleraría el ritmo devaluatorio diario del dólar oficial, el cual a su vez impacta directamente en el dólar mayorista. La interpretación es consecuencia de la exigencia del FMI de que la devaluación siga el ritmo inflacionario, luego de que en abril el crawling peg se quedara en un 6,5% frente a la inflación casi dos puntos superior.
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En segundo lugar, la semana pasada el BCRA dejó correr las cotizaciones del dólar MEP y el CCL, que alcanzaron cifras récord en términos nominales, luego de mantenerlos a raya por varios días con intervención directa a través de bonos, previo aviso al Fondo. Se trata de una forma de ampliar la brecha por arriba para luego poder cerrarla por abajo, subiendo justamente el piso del oficial y el mayorista.
Pese a que luego, y por ahora, los dólares financieros volvieron a estabilizarse, los proveedores pueden seguir especulando con la incertidumbre sobre cómo serán estos movimientos en los próximos días y semanas hasta que la brecha haya efectivamente disminuido.
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