El presidente Alberto Fernández recibirá el viernes al gobernador bonaerense Axel Kicillof y al jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta en la primera reunión del año para analizar la situación frente a la pandemia, con una curva de casos en preocupante ascenso. Una de las medidas que podrían decidir sería el cierre de los vuelos internacionales por 15 días, dado el nuevo pico que se está registrando en Europa y Estados Unidos, con la propagación de la nueva cepa de coronavirus más contagiosa. La versión circuló por los pasillos de la Casa Rosada aunque nadie le ponía la firma, desde el Ministerio de Salud se la adjudicaban al Ministerio de Transporte y viceversa. Donde no tenían problemas en defender la medida era en la gobernación bonaerense. "Nosotros lo venimos pidiendo desde fin de año, serviría para cerrar un foco de preocupación porque la gente viaja y después no quiere cumplir con la cuarentena", explicaban cerca de Kicillof.
En paralelo, la idea de un toque de queda nocturno que se venía barajando en estos días para frenar el despliegue juvenil que se ve en bares y parques, perdió fuerza en las últimas horas. La reunión que mantuvo el gobernador bonaerense el martes en San Bernardo con los intendentes de la Costa le dejó en claro que por ahora no hay margen para una medida de este tipo. Los jefes comunales tienen todas las fichas puestas a que la temporada sirva para mantener en pie la estructura turística de sus municipios -muy golpeada en un año sin visitantes- y un cierre nocturno en enero les resultaría letal, argumentaron. Por eso concluyeron, por ahora, seguir como está aunque haciendo mucho hincapié en las campañas de concientización y reforzando los controles para que se cumplan las normas de distanciamiento.
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Lo de los controles es clave. "Poner muchísimo más énfasis en el cumplimiento de las medidas y los protocolos", insistió Kicillof luego del encuentro. "Sería un error endurecer las normas si no hacemos cumplir las que están vigentes ahora", explicaban en La Plata. En tono pragmático, entendían que tampoco tenía sentido establecer un retroceso de fase general cuando quedaba claro que algunos intendentes lo cumplirían mientras que otros no lo harían. "Para nosotros significaría un desgaste y una pérdida de autoridad. En los municipios que fue necesario volver atrás se hizo y listo", indicaban. De hecho, el jefe de Gabinete bonaerense, Carlos Bianco, anticipó que esta semana 15 distritos volverán a la anterior fase. En tanto, con los de la Costa quedaron en volver a reunirse la semana que viene y hacer un nuevo diagnóstico de la situación.
Pese a la preocupación por el aumento de casos, en las últimas horas en la Casa Rosada también buscaban restarle gravedad al panorama basándose en el dato de ocupación de camas, que en el AMBA se mantiene por debajo del 60 por ciento, un cuadro aliviado si se lo compara con los momentos más críticos de 2020. Por todo eso, la posibilidad del toque de queda nocturno perdió terreno. En cambio, comenzó a ganar espacio la idea de suspender por dos semanas la llegada de vuelos internacionales.
Al momento, está cerrada la llegada de vuelos provenientes del Reino Unido, Italia, Dinamarca, Países Bajos y Australia, todos países en los que se verificaron contagios de la nueva cepa del virus, un 70 por ciento más contagiosa aunque no más letal. Además, se suspendió el ingreso de turistas de países limítrofes, poniendo entre paréntesis la posibilidad de reactivar la industria del turismo internacional y el consiguiente ingreso de dólares. Ambas medidas comenzaron a regir desde la Navidad hasta el próximo viernes 8, el día de la reunión. La idea que comenzó a debatirse es no sólo prorrogar la prohibición de los vuelos desde esos destinos sino extenderla a todos los vuelos internacionales, dado que ya es casi imposible saber qué países tienen casos con la nueva cepa porque mutaciones del virus aparecen por todos lados, incluso aquí.
En la Casa Rosada aceptaban que era una idea en análisis aunque no quedaba claro quién la proponía porque Salud y Transporte se pasaban la pelota. Basándose en su experiencia, en la gobernación bonaerense se mostraban muy a favor de la medida que vienen reclamando desde la semana pasada. "Hay un sector de la sociedad que se niega a cumplir las normas y eso se ve claramente entre la gente que viene del exterior. No sólo hay casos en los que se niegan a cumplir la cuarentena sino que también ponen datos falsos en las declaraciones juradas así que no se puede hacer un seguimiento de su situación. Si entran con el virus les perdemos el rastro", argumentaban.