El Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires realizó un monitoreo sobre un total de 186.581 personas entre 60 y 79 años, de la efectividad de la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus Sputnik-V durante la campaña de vacunación en los partidos del Área Metropolitana de Bueno Aires (AMBA). Dicho estudio es el primero en realizarse fuera de Rusia y analizó el impacto de la vacuna en la vida real.
El objetivo principal fue comparar la proporción de infecciones confirmadas, hospitalizaciones y muertes por COVID-19 en vacunados y no vacunados, luego de los 21 días y hasta los 40 días desde la fecha de vacunación o fecha de inicio de seguimiento. Fueron incluidas las personas vacunadas desde el 29 diciembre de 2020 hasta el 21 de marzo de 2021, que no habían recibido su segunda dosis de Sputnik-V y con al menos 40 días de seguimiento. Se excluyeron las personas con antecedente registrado de infección previa por SARS-CoV-2.
El estudio fue realizado por el Ministerio a partir de las bases de datos de VacunatePBA, el Sistema Nacional de Vigilancia en Salud y el Sistema de Gestión de Camas de la Provincia. El monitoreo indicó una efectividad del 78,6% para evitar casos de COVID-19, del 84,7% para evitar las muertes y del 87,6% para reducir hospitalizaciones en personas de 60 a 79 años.
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El análisis se realizó en dicha población (de entre 60 y 79 años) por ser el grupo priorizado en la campaña debido a su mayor riesgo de desarrollar formas graves de la enfermedad, internaciones y muerte por COVID-19. La población de 80 años o mayor fue excluida dado que a la fecha de corte ya presentaba una cobertura de vacunación superior al 95%, lo que dejaba un número insuficiente de personas inscriptas no vacunadas para efectuar comparaciones.
Los resultados apoyan la estrategia de diferir las segundas dosis, con la garantía de tener altos porcentajes de efectividad que demuestran la capacidad de la vacuna para proteger a la población con esa primera dosis. Además, fortalecer los esquemas de primeras dosis permite alcanzar un número mayor de personas vacunadas a corto plazo, con un beneficio individual y un efecto a nivel poblacional, que indefectiblemente va a impactar sobre los contagios, hospitalizaciones y muertes por COVID-19.
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Los detalles del estudio
En el monitoreo fueron analizados un total de 186.581 personas. El grupo de vacunados con la primera dosis de Sputnik-V incluyó 40.387 y el grupo de no vacunados 146.194 personas.
Un primer análisis arrojó una efectividad del 83,7% en la prevención contra infecciones confirmadas por laboratorio. Al analizar en detalle la composición y características asociadas a un mayor riesgo en ambos grupos, se encontró que el porcentaje de presencia de comorbilidades y la distribución de edades difería: el grupo de no vacunados era más joven y el de vacunados presentaba mayor número de enfermedades preexistentes.
Esto motivó a realizar otro enfoque ajustando las variables e identificando un grupo de no vacunados con la misma distribución etaria, de género y de comorbilidades que terminó dando los resultados definitivos.
Los resultados de este último análisis, tienen relación directa con los datos oficiales publicados en Rusia que confirmaron la eficacia del 79,4% del primer componente de la vacuna Sputnik-V y que desencadenaron el desarrollo del esquema de una sola dosis registrado como Sputnik light en Rusia y otros países.
Las investigaciones realizadas en ensayos clínicos de fase 3 mostraban que la Sputnik-V tiene una eficacia del 91,4% con esquema completo de dos dosis. Este estudio de la provincia de Buenos Aires aporta información sobre el efecto en la vida real fuera de Rusia con la aplicación de una única dosis. El mismo fue enviado a una revista científica internacional para ser evaluado por pares para su publicación.