Una carta del presidente de China, Xi Jinping, promoviendo una “cooperación de alta calidad” en la relación bilateral con la Argentina, alentó en la Casa Rosada la posibilidad de anunciar en los próximos días la provisión de un millón de vacunas del laboratorio estatal chino Sinopharm, que llegarían para fin de este mes o principios del próximo, en caso de ser aprobada por la Anmat. Las negociaciones, que se vienen llevando adelante desde hace meses, se aceleraron a partir del cambio de conducción en la embajada en Pekín, que ahora quedó en manos de Sabino Vaca Narvaja. “Estamos esperando la aprobación y el anuncio que harían entre el presidente Alberto Fernández y el ministro Ginés González García”, afirmaban en la Casa Rosada. Podría ser esta semana.
"China está lista para reforzar la cooperación con la Argentina en la investigación, desarrollo y aplicación de vacunas contra la Covid-19, y continuará ofreciéndole al país sudamericano apoyo y ayudas dentro de su capacidad en la lucha antipandémica", señaló la agencia china Xinhua respecto a la carta enviada por Xi Jinping a Fernández. El presidente chino recordó además las “múltiples” conversaciones telefónicas que mantuvo con su par argentino durante este año y el deseo conjunto de potenciar la relación estratégica entre ambos países.
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El gobierno chino, sumamente cuidadoso en sus movimientos, no es de hacer afirmaciones en el aire. En la última semana del 2020 hubo una videoconferencia entre Ginés y la directora de Relaciones Internacionales del ministerio de Salud, Carla Moretti, con las autoridades del laboratorio Sinopharm. El CEO de la firma, Liu Jingzhen, les detalló los últimos ensayos clínicos de la vacuna que ya había recibido la aprobación de países como Egipto, Emiratos Arabes y Bahrein. González García recordó que había iniciado conversaciones desde junio para asegurar la provisión y quedaron en establecer interlocutores entre el laboratorio y la Anmat para acelerar la aprobación de emergencia.
Sinopharm quedó en mandar toda la documentación el 30 de diciembre pasado. Parte de los testeos de Fase III de esta vacuna se hicieron en el país a través de la Fundación Huésped y la Fundación Vacunar. Un gran ventaja de esta vacuna es que exige una refrigeración mínima, como la de cualquier heladera.
Argentina también mantiene conversaciones con otro laboratorio chino, Sinovac, que produce su vacuna en la región en convenio con el Instituto Butantan, del estado de San Pablo, en Brasil. Pero tanto las negociaciones por una vacuna como la otra se demoraban, lo que terminó de decidir la salida del embajador en Pekín Luis María Kreckler -que en medio decidió tomarse vacaciones- y su reemplazo por Vaca Narvaja, de relación más fluida con los funcionarios chinos. El lunes, en el primer día hábil del años, un nuevo encuentro de Vaca Narvaja con Liu Jingzhen habría servido para zanjar las últimas diferencias, dato corroborado por la carta de Xi Jinping.
Si la aprobación camina, la Cancillería ya trabaja en el operativo para que un nuevo avión de Aerolíneas Argentinas cruce el planeta en busca de vacunas, que aterrizarían aquí en la última semana de enero o la primera de febrero, según especulaban en la Casa Rosada. Sería una partida de un millón, a la que seguirían varios millones más -se habla de un total de 30 millones- en los próximos meses.
Para el gobierno de Alberto Fernández es una muy buena noticia mientras espera que lleguen de Rusia la documentación que avalen la aplicación de la Sputnik V en los mayores de 60 años y las 5 millones de dosis prometidas para este mes.
La vacuna china de Sinopharm es del tipo “inactivada”. Es decir, utiliza la versión muerta del germen que causa la enfermedad para que el organismo reaccione y genere anticuerpos, similar a las vacunas clásicas contra la gripe o el sarampión. De acuerdo a la publicación que hizo el laboratorio dos meses atrás en la revista científica The Lancet, la vacuna consiguió una amplia respuesta inmunitaria, aún en los mayores de 60 años. China comenzó su operativo de vacunación a mediados de diciembre.