El Gobierno celebró el logro del tercio en el Congreso que apoyó el veto de Javier Milei y volteó definitivamente la ley de financiamiento universitario. En Casa Rosada estaban eufóricos. "¡¡¡Acá está el tercio!!!". Y le agradecieron con elogios a Mauricio Macri: "Jugó muy bien", afirmaron ante El Destape.
En el entorno de Milei reconocieron el apoyo del PRO, con elogios no solo al expresidente sino al bloque. "Mauricio jugó muy bien. Igualmente cuando él se metió, buena parte de los diputados ya habían decidido acompañar", afirmó una alta fuente gubernamental a El Destape. Y agradecieron a Macri porque logra el apoyo total del bloque amarillo "cuando sale públicamente a bancar, esa es una señal de apoyo", concluyeron en Balcarce 50.
Este triunfo de Milei tuvo un póker de ganadores. Los primeros son los Menem: Martín y Lule. El presidente de la cámara de Diputados y el subsecretario de Gestión Institucional de la Secretaría General fueron clave en las negociaciones con los diputados.
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Otro eje clave fue el vicejefe de Gabinete, Lisandro Catalán. Fue importante no solo con los legisladores sino también con el diálogo con los gobernadores. Y el que dio el último empujón fue Santiago Caputo. El asesor presidencial y parte del primer anillo de Milei dio el tiro de gracia con la reunión del jueves en su oficina familiar con Macri.
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, si bien no fue el protagonista de esta votación siguió día a día la evolución de la votación del veto. Una especie de líder en las sombras.
Este apoyo al veto aceita un poco más la relación del Gobierno y La Libertad Avanza con el PRO. En Casa Rosada expresaron ante El Destape tras la votación: "Nos están ayudando un montón. Sabemos que no es por amor al arte. Queremos ser parte del mismo espacio y es importante esto si queremos estar juntos en 2025".
En la Rosada ven a futuro cómo puede seguir la relación con el PRO y con Macri. "Era inevitable este apoyo. Si no apoyaban era quemar puentes, era que no haya chances de hacer un acuerdo en 2025. Sería raro después de 20 años que el PRO se dé vuelta", aseguró a este portal un hombre clave del Gobierno que está al tanto de las negociaciones con los amarillos.
En el Gobierno se prepara una mesa chica paralela que tendrá como protagonistas a Karina Milei, Santiago Caputo y Cristian Ritondo. Será para confluir los temas en común solo de LLA y y el PRO. "Esto funciona así: nosotros hacemos la cuenta del Congreso, ellos hacen la cuenta electoral", dice un integrante del Gobierno sobre los objetivos de cada lado. En casa de Gobierno creen que al macrismo le conviene de cara al 2025 estar pegado a los violetas. Y a los libertarios les conviene tener de aliados en el Congreso a los de Macri.
Tras el veto, en casa Rosada por ahora no hay temor de las consecuencias de esta victoria pírrica para Milei y ante los paros que se vienen en las universidades y las tomas vigentes. "Son facultades tomadas por los zurdos", dicen en modo chicana ante El Destape.
Por otro lado, alrededor de Milei cayó muy mal el discurso de Miguel Ángel Pichetto. El diputado que es titular del bloque Encuentro Federal en su oratoria manifestó: "Lo que hay es una apuesta a la confrontación, a consolidar el conflicto como único eje, a tratar de ganar batallas que en el fondo pierden, porque lo que acaban de hacer es consolidar el partido de la minoría", arrancó. Y siguió: "¿Qué son, presidente? ¿Cuál es el programa que tienen? Es un barco sin luces en el mar, un tren que no llega a ninguna estación, una sociedad anónima de destrucción masiva de lo poco que nos queda de un cierto nivel de bienestar en el Estado argentino. Una empresa de demolición. ¿Qué es lo que expresan con este plan económico? ¿Cuál es el plan? ¿El ajuste al estilo Martínez de Hoz?”, enfatizó Pichetto.
En el Gobierno salieron a responderle, por ahora en off the récord: "Por un lado habla de institucionalidad pero por el otro le quiere meter el dedo en el culo a Milei. Fue muy duro", reflexionaron. Y confirmaron que petardeó en el Gobierno el único puente que tenía que era Santiago Caputo. El asesor repite en privado: "No hablamos más, ya está. ¿Para qué lo voy a recibir?".