Unión por la Patria definió su estrategia para avanzar con el rechazo definitivo al DNU 70/2023 en la Cámara de Diputados y así frenar todas las reformas, aumentos y desregulaciones con las que Javier Milei inauguró su gobierno. La sesión será convocada cuando los 129 votos negativos necesarios estén asegurados. Buscan evitar la foto de la semana pasada cuando la tormenta eléctrica le impidió a varios legisladores llegar al recinto para dar quórum y la convocatoria de la oposición fracasó.
Los pasos a seguir se definieron en la reunión de bloque que se realizó ayer por la tarde. Hay optimismo y cautela. “Varios diputados están fuera del país y en este tema no podemos suponer nada”, dice uno de los estrategas. Apuntan a la decena de legisladores que viajaron a dos eventos en los Estados Unidos. Señalan que algunos cambiaron el sentido de sus expresiones sobre el decreto desde tierras norteamericanas. “No sabemos cómo va a ser la presión del Gobierno por los fondos a las provincias”, apuntan. Miran especialmente al bloque Innovación Federal y a una parte del que conduce Miguel Ángel Pichetto cuyas terminales políticas son distintos gobernadores.
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Por eso, el peronismo intentará seducir primero a la mayor cantidad de diputados radicales posible aprovechando la fractura que existe en el partido entre quienes responden a su presidente nacional Martín Lousteau y los que se referencian en el jefe del bloque, Rodrigo de Loredo. En la cámara baja es mayor su influencia que en el Senado donde el voto negativo del dirigente porteño se dio casi en soledad. El cálculo más optimista que hacen algunos diputados de UP arroja que de allí pueden obtener hasta 8 votos negativos. A esos les suman 5 que responden a Facundo Manes.
“Se están dando grandes discusiones en ese bloque”, se entusiasma un UP. El objetivo es meter cuña en esa fractura expuesta que escaló con una guerra de comunicados entre los radicales que quieren apoyar a Milei y los que respaldan a Lousteau. La tarea encomendada es consolidar el número de radicales que votarían contra la propuesta liberalizadora, podrían sumar 13 en total. Las conversaciones se están desarrollando informalmente. Además, cuentan con que el bloque de Pichetto vote dividido. Ya comprometieron públicamente su rechazo al decreto los socialistas, los “lilitos” de la Coalición Cívica, Natalia de la Sota y Margarita Stolbizer.
El tiempo corre. “Cuanto más se demore el tratamiento, más le conviene al oficialismo”, entienden. Se cree que hay intensas negociaciones por lo bajo con gobernadores. Pero no es así. Los jefes provinciales están desconcertados en su mayoría por la inexistencia de diálogos en los que se avance sobre los puntos trazados en el encuentro conjunto de hace ya dos semanas en Casa Rosada. Tampoco cuentan con el borrador del nuevo proyecto de ley ómnibus. Hoy podría haber una convocatoria desde la cartera que conduce Guillermo Francos hacia los ministros políticos de las provincias para luego avanzar con los de economía.
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Dados esos puentes endebles entre el Gobierno y las provincias, los dos diputados de Santa Cruz están hoy dispuestos a votar en contra del DNU disgustados con el conflicto por las represas. En UP calculan que es extensible ese pronóstico a los representantes de Neuquén, Río Negro, Chubut y Salta. En ese caso, sobrarían los votos para acabar con el DNU. Las discusiones sobre el decreto, la ley Bases, el Pacto de Mayo y el Acuerdo Fiscal están encadenadas. Cualquier avance en esos puntos derivará en un mayor apoyo al oficialismo en Diputados.
El bloque peronista, en tanto, se encuentra unido y cohesionado. Leen que la caída de la ley ómnibus en Diputados y el derrumbe del DNU en el Senado son acontecimientos políticos que favorecen la unidad. Hoy además será clave lo que suceda en la constitución de comisiones. En el peronismo descartan que La Libertad Avanza les robará representantes y no se respetará la proporcionalidad. Esa distribución también puede impactar coyunturalmente en el juego de mayorías y minorías a la hora de votar dentro del recinto. La semana pasada gravitó la conformación de la comisión de previsión en favor del radicalismo para voltear la sesión convocada por la oposición. Las fuerzas del cielo también jugaron con el gobierno ya que la tormenta demoró la llegada al Congreso de algunos diputados.