Más de 30 localidades entrerrianas fueron afectadas en la última semana por tormentas de diversa intensidad, a lo largo y ancho de la provincia. El violento temporal representó un duro comienzo para la gestión de Rogelio Frigerio, quien se involucró con el escenario, en casos desolador, que quedó luego de que el temporal se retirara. A la par, se ha gestionado, sin éxito alguno, ayuda a nivel nacional. Por lo expresado por funcionarios del gobierno de Javier Milei e incluso por la experiencia que se puede registrar en otros lugares -como Bahía Blanca- todo hace prever que no habrá ningún tipo de asistencia de parte de la Casa Rosada y el "sálvese quien pueda" también primará, como en lo económico, en lo social.
Villaguay fue la localidad más afectada. En la ciudad del centro de la provincia se volaron decenas de techos, se derrumbó la nueva terminal, cedió parte de la estructura de la Escuela de Policías y se registraron cientos de árboles caídos. Al panorama de desastre que dejó una supuesta cola de tornado con vientos de más de 100 kilómetros por hora, sobrevinieron lluvias intensas por varios días, que generaron anegamientos de calles e inundaciones en casas de vecinos que habían quedado prácticamente desamparados luego de la primera tormenta. A todo esto se le suma que, a causa de la abundante caída de agua en poco tiempo -cayó un tercio de lo que cae en un año en menos de 72 horas- se desbordó el Arroyo Villaguay, lo cual tuvo como consecuencia que más de 30 ciudadanos fueran evacuados de inmediato.
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En ese contexto, mientras muchos vuelven a sus casas sólo para cuidar que no le roben nada y otros buscan cómo cubrir lo poco que tienen, a la localidad han arribado en concepto de ayuda tan solo 52 chapas y 25 colchones, junto a algunos alimentos no perecederos. La información fue confirmada por el intendente Adrián Fuertes, que por estos días vive un deja vu de lo que fueron sus primeras jornadas como presidente municipal en la gestión que encabezó entre 2007 y 2011, cuando un granizo devastó la ciudad. "La diferencia es que por aquellos días la ayuda provincial y nacional fue enorme. Ahora, nada", aclaró asimismo el jefe comunal.
Fuertes elevó un pedido de $500 millones a la Nación, a través del gobierno provincial. El flamante gobernador Rogelio Frigerio estuvo presente en la ciudad el día mismo del temporal, recorrió las zonas afectadas y percibió de primera mano el sufrimiento de aquellos que, en casos, perdieron todo. El exministro del Interior -que sabe de estas situaciones, dado que recorrió como funcionario de Mauricio Macri las áreas afectadas por las inundaciones en 2016- rápidamente mandató a sus ministros a ponerse manos a las obras y relevar lo que hiciera falta para salir adelante. Fue así que se involucraron especialmente tres titulares de carteras provinciales: Manuel Troncos -Gobierno-; Néstor Roncaglia -Seguridad- y Mónica Berisso -Desarrollo Humano-. No obstante, y luego de varios días, la colaboración que ha recibido la ciudad es poca.
"Estamos esperando respuesta. Los municipios son parte de Argentina, no pedimos limosna, acá se ejerce el comercio y hay una carga tributaria enorme. Ahora solicitamos que algo de todo eso que va para allá, vuelva. Es mucha plata y tenemos los mismos derechos que cualquiera", destacó Fuertes. En contacto con Cara y Ceca (Radio UNER), el jefe comunal resaltó: "Acá hay una catástrofe, por eso hacemos el pedido". No obstante, finalizó dejando entrever la poca fe que tiene en que la solicitud prospere: "No creo que avance, por lo que ha dicho el presidente en otros lugares, cada uno deberá arreglarse con lo que tiene".
Una de las instituciones más afectadas fue el Club Sarmiento. La entidad, una de las más importantes de la provincia, sufrió daños estructurales que demandarán arreglos millonarios. Como primera medida, su histórico gimnasio corre peligro de derrumbe y por tal motivo hay consecuencias en todo sentido: en lo social y en lo deportivo. El equipo de Primera perdió una final en el interasociativo de básquet, con un plantel claramente afectado anímicamente por lo sucedido en la ciudad. Así lo dejó entrever en contacto con El Destape, Florencio Montiel, su presidente.
"Se nos cayeron tapiales, árboles, un pino arriba se derrumbó sobre la puerta del natatorio, hubo daños en canchas de tenis, el viento volteó una torre de iluminación y hay peligro de derrumbe del gimnasio. Estamos viendo alternativas, evaluando qué pasa, vendrá un ingeniero, algunos dicen que se puede mejorar, otros que hay que tirar abajo", le explicó el dirigente a este medio. Montiel dijo además que la ayuda del Estado traza un panorama "poco alentador" por el momento: "Salvo la Municipalidad, no llegó nada. El presidente ha sido claro, le dijo a todo el mundo que la gente se arregle. Es algo especial esto, quizás deberían contemplar de una forma diferente este tipo de situaciones".
El Club Sarmiento tiene alrededor de mil socios, que hoy pueden usar poco sus instalaciones: "Está abierto, pero sin cursos de verano, porque no hay gimnasio. No se puede usar. Está todo sin definir aún, pero esta semana nos podremos manos a la obra". Desde la entidad calculan que deberán invertir unos $50 millones para volver a funcionar plenamente. Ese dinero, obviamente, el club no lo tiene: "El parqué de la cancha se está arruinando con la lluvia, vamos a tener que sacarlo y luego reinstalarlo. Pero eso implica que cientos de pibes no vengan, que con el tiempo se traduce en que se vayan o dejen de ingresar los recursos de las cuotas. Confiamos en la solidaridad, pero es muy preocupante la situación. Hemos abierto una cuenta y se ha puesto a disposición mucha gente, pero precisamos más presencia de autoridades".
Los medios también sufrieron las consecuencias del temporal. Al menos tres radios tuvieron daños en sus antenas. Una de ellas es la emisora comunitaria La Redota, donde se desempeñan 15 personas que trabajan a pulmón para mantener instalaciones y programación. Luego de la tormenta, sólo pudieron seguir transmitiendo vía streaming, porque su antena fue derrumbada por el viento. "La tiró abajo directamente. Algunos tramos volaron y otros los encontramos. Un tío que tiene una metalúrgica nos hará el favor de cortar y anexar. Y luego recaudaremos fondos para pagar un antenista. Estaremos esperando el presupuesto, pero hace como seis años salió $300 mil, así que ahora veremos. No se quemó ningún equipo, es lo único positivo", explicó a El Destape, Laura Díaz, que trabaja en la radio.
La Redota es un medio comunitario, que se autogestiona y vive del día a día de sus auspicios. Hay gente que trabaja en redes, otros en mantenimientos, otro son administrativos y hay periodistas. Hasta el momento no han visto un centavo que colabore a salir adelante: "De Nación no creemos que llegue nada, hay una idea bastante instalada de que cada uno deberá hacer lo que pueda. Y le queremos pedir ayuda al gobierno provincial. Estamos esperando que el intendente y el senador departamental nos firmen una nota, para que cobre fuerza la solicitud".
Al momento del cierre de esta nota, un trabajador de la radio estaba analizando una autoevacuación, habida cuenta de que vive en uno de los cuatro barrios afectados por el Arroyo Villaguay. Autoevacuación que demandará que, con escasa ayuda, logre sobrepasar la dura situación que implica dejar la vivienda propia. Ante eso, la respuesta por ahora desde el nuevo gobierno nacional libertario es "sálvese quien pueda".